Cecilia Suárez, Premio Ciudad de Huelva: "Quiero que lo que venga para mí sea desconocido e incómodo"
- por © Jon Apaolaza (Huelva)-NOTICINE.com
Ganadora de tres Premios Platino por "La casa de las flores", la mexicana Cecilia Suárez ha recibido este sábado el Premio Ciudad de Huelva por su trayectoria, en el 49 Festival de Cine Iberoamericano de la capital onubense. Afincada en España desde hace 4 años, la nativa de Tampico dice sentirse cómoda como "emigrante", ya en varios países, sin temer a adoptar nuevos acentos,y feliz y agradecida por una carrera en la que -asegura en entrevista exclusiva con NOTICINE.com- aún tiene mucho y muy diferente que dar.
- El Premio Ciudad de Huelva es el primero que recibe en reconocimiento a toda su carrera. ¿Se considera suficientemente compensada en general por su trabajo?
Compensada completamente. Me pregunto si he dado todo lo que tengo que dar, más, pero me siento muy compensada por mi carrera en muchos sentidos además.
- ¿Qué piensa de que el público la recuerde por su papel en "La casa de las flores", la serie de Manolo Caro, y no tanto por las películas que previamente hizo con él?
Me da gusto, es parte de la magia de esto. Uno no elige cuándo, qué o cómo te vas a conectar con la gente, y -cuando eso sucede- es una bendición. Significa que algo de magia se gestó en ese proyecto. En el caso de "La casa de las flores" fue inesperado, algo inocente que hicimos y no pensamos que tuviera esa repercusión y que hiciera reir tanto a la gente.
- ¿Qué le une con Manolo Caro?
Primero que nada una amistad de muchos años. El lo explica mucho mejor que yo, porque a mí se me olvida todo excepto mis textos cuando trabajo. Yo fui a su Universidad, el Tecnológico de Monterrey, en Guadalajara, a hacer una lectura para los alumnos, y él estaba allí. Olvidé mis lentes de sol sobre la mesa y él corrió a dármelos. Ese fue nuestro primer encuentro. Luego nos volvimos a ver cuando Manolo fue a Ciudad de México y ahí nos hicimos muy amigos. No hemos dejado de serlo desde entonces, y él es el padrino de mi hijo, que me acompaña en este festival. Ya luego hicimos la primera de varias películas juntos, "Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando", que escribió para mí. A partir de nuestro encuentro creativo en esa cinta quedó muy claro para ambos que había una comunicación que trascendía a nuestra amistad, y la hemos seguido alimentando.
- ¿He tenido también sintonía con otros cineastas?
He encontrado otras, algunas profundas y muy disfrutables, e igualmente enriquecedoras, pero es verdad que con Manolo hay una especie de adivinación. Nos leemos el pensamiento. Cuando estamos en el set nos miramos y yo ya sé lo que me quiere decir. Si estamos lejos le digo "Sí,sí", o cuando yo tengo una duda solo le miro y en enseguida me responde sin hacerle la pregunta. Cuando estamos en ese proceso nuestro mundo creativo se encuentra.
- ¿Cuándo y por qué decidió mudarse a España?
Hace cuatro años, y fue por varias razones. Tenía ganas de emigrar, ya lo había sido antes y es una experiencia que atesoro, pero además vinimos para hacer "Alguien tiene que morir", que Manolo quiso hacer acá, y en ese proceso me propusieron hacer una obra de teatro en Madrid, la cual se frustró por la pandemia diez días antes del estreno, por el confinamiento. Pero eso hizo que me quedara en España y luego vinieron otras cosas, una serie en Galicia, y luego más series y películas.
- Fue al final decisión propia...
Sí, yo tenía muchas ganas, México estaba entrando en un momento complicado, del que aún no ha salido, y tenía ganas de intentar otras sensaciones. Creo además que ha sido la decisión acertada. Todo se acomodó de manera perfecta. Venía por un año, pero me quedé.
-¿El acento mexicano no ha sido una dificultad para usted?
"El castellano, cuando lo tengo que tomar lo tomo" (lo dice con acento español). El asunto de los acentos no es tan dificultoso para las actores. Yo creo que en el caso de los hispanohablantes tiene más que ver con presupuestos. Yo estudié y trabajé en Estados Unidos, y allí las producciones tienen presupuesto para contratar "coachs" que te persiguen día y noche para que hables así. Hay que mencionarlo, eso cuesta dinero y si no hay tanto mejor contratan a alguien nativo que lo habla sin dificultad.
- Ahora que encandena un proyecto tras otro, ¿qué le gustaría hacer que no le hayan ofrecido nunca?
¡Huy!... un montón de cosas, muchísimas, muchísimas... Si algo he buscado a lo largo de los años ha sido cambiar de un personaje a otro, no quedarme en un lugar de confort para mí. Ha sido importante buscar eso, y que vaya cambiando, que vaya siendo desconocido, incómodo para mí. Todavía me falta muchísimo por hacer. Y ahora estoy entrando a una edad -o más bien ya estoy sólidamente ahí- interesante, bien interesante...
- ...Hay actrices que la temen porque pueden bajar las ofertas...
Yo la sonrío. Me interesa mucho la madurez y lo que trae consigo. Así que estoy anhelando ver de qué se trata.
- ¿Cómo la están tratando en Huelva?
Bueno,,, De entrada el espíritu andaluz para mí es muy particular y es un mundo al que me conecto desde siempre. Me siento muy cómoda aquí, y de hecho cuando tenga vacaciones vengo a Andalucía. Además esta ciudad es preciosa. La calidez de la gente y el cariño que le tienen a este festival me parecen también especiales.
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- El Premio Ciudad de Huelva es el primero que recibe en reconocimiento a toda su carrera. ¿Se considera suficientemente compensada en general por su trabajo?
Compensada completamente. Me pregunto si he dado todo lo que tengo que dar, más, pero me siento muy compensada por mi carrera en muchos sentidos además.
- ¿Qué piensa de que el público la recuerde por su papel en "La casa de las flores", la serie de Manolo Caro, y no tanto por las películas que previamente hizo con él?
Me da gusto, es parte de la magia de esto. Uno no elige cuándo, qué o cómo te vas a conectar con la gente, y -cuando eso sucede- es una bendición. Significa que algo de magia se gestó en ese proyecto. En el caso de "La casa de las flores" fue inesperado, algo inocente que hicimos y no pensamos que tuviera esa repercusión y que hiciera reir tanto a la gente.
- ¿Qué le une con Manolo Caro?
Primero que nada una amistad de muchos años. El lo explica mucho mejor que yo, porque a mí se me olvida todo excepto mis textos cuando trabajo. Yo fui a su Universidad, el Tecnológico de Monterrey, en Guadalajara, a hacer una lectura para los alumnos, y él estaba allí. Olvidé mis lentes de sol sobre la mesa y él corrió a dármelos. Ese fue nuestro primer encuentro. Luego nos volvimos a ver cuando Manolo fue a Ciudad de México y ahí nos hicimos muy amigos. No hemos dejado de serlo desde entonces, y él es el padrino de mi hijo, que me acompaña en este festival. Ya luego hicimos la primera de varias películas juntos, "Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando", que escribió para mí. A partir de nuestro encuentro creativo en esa cinta quedó muy claro para ambos que había una comunicación que trascendía a nuestra amistad, y la hemos seguido alimentando.
- ¿He tenido también sintonía con otros cineastas?
He encontrado otras, algunas profundas y muy disfrutables, e igualmente enriquecedoras, pero es verdad que con Manolo hay una especie de adivinación. Nos leemos el pensamiento. Cuando estamos en el set nos miramos y yo ya sé lo que me quiere decir. Si estamos lejos le digo "Sí,sí", o cuando yo tengo una duda solo le miro y en enseguida me responde sin hacerle la pregunta. Cuando estamos en ese proceso nuestro mundo creativo se encuentra.
- ¿Cuándo y por qué decidió mudarse a España?
Hace cuatro años, y fue por varias razones. Tenía ganas de emigrar, ya lo había sido antes y es una experiencia que atesoro, pero además vinimos para hacer "Alguien tiene que morir", que Manolo quiso hacer acá, y en ese proceso me propusieron hacer una obra de teatro en Madrid, la cual se frustró por la pandemia diez días antes del estreno, por el confinamiento. Pero eso hizo que me quedara en España y luego vinieron otras cosas, una serie en Galicia, y luego más series y películas.
- Fue al final decisión propia...
Sí, yo tenía muchas ganas, México estaba entrando en un momento complicado, del que aún no ha salido, y tenía ganas de intentar otras sensaciones. Creo además que ha sido la decisión acertada. Todo se acomodó de manera perfecta. Venía por un año, pero me quedé.
-¿El acento mexicano no ha sido una dificultad para usted?
"El castellano, cuando lo tengo que tomar lo tomo" (lo dice con acento español). El asunto de los acentos no es tan dificultoso para las actores. Yo creo que en el caso de los hispanohablantes tiene más que ver con presupuestos. Yo estudié y trabajé en Estados Unidos, y allí las producciones tienen presupuesto para contratar "coachs" que te persiguen día y noche para que hables así. Hay que mencionarlo, eso cuesta dinero y si no hay tanto mejor contratan a alguien nativo que lo habla sin dificultad.
- Ahora que encandena un proyecto tras otro, ¿qué le gustaría hacer que no le hayan ofrecido nunca?
¡Huy!... un montón de cosas, muchísimas, muchísimas... Si algo he buscado a lo largo de los años ha sido cambiar de un personaje a otro, no quedarme en un lugar de confort para mí. Ha sido importante buscar eso, y que vaya cambiando, que vaya siendo desconocido, incómodo para mí. Todavía me falta muchísimo por hacer. Y ahora estoy entrando a una edad -o más bien ya estoy sólidamente ahí- interesante, bien interesante...
- ...Hay actrices que la temen porque pueden bajar las ofertas...
Yo la sonrío. Me interesa mucho la madurez y lo que trae consigo. Así que estoy anhelando ver de qué se trata.
- ¿Cómo la están tratando en Huelva?
Bueno,,, De entrada el espíritu andaluz para mí es muy particular y es un mundo al que me conecto desde siempre. Me siento muy cómoda aquí, y de hecho cuando tenga vacaciones vengo a Andalucía. Además esta ciudad es preciosa. La calidez de la gente y el cariño que le tienen a este festival me parecen también especiales.
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