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Santiago Mohar , en Rotterdam con "Una historia de amor y de guerra": "Estoy cansado del cine que demandan los festivales"

por © Miguel Cabeza (Rotterdam)-NOTICINE.com
"Una historia de amor y de guerra"
"Una historia de amor y de guerra"
El cineasta mexicano Santiago Mohar Volkow, conocido por su obra "Los Muertos", llegó con su cuarta creación cinematográfica, "Una historia de amor y de guerra" a la 53 edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, dentro del apartado Harbour, dedicado a narrativas contemporáneas. La cinta es un repaso visualmente impactante que relaciona el presente de corrupción y ambiciones con la historia colonial de México. En el certamen holandés, NOTICINE.com habló en exclusiva con Mohar.

- ¿Por qué eligió la comedia como género de esta historia?
Sin duda es una comedia, pero un tanto extraña. Mi interés tiene que ver con la exploración tonal que puede haber en la comedia. Por otro lado, la historia de México está llena de acontecimientos trágicos  y absurdos que a menudo son transmitidos en la educación y que se prestan para una sátira. La sátira podrá causar gracia y risa pero también es seria, entonces la comedia es un acercamiento nuevo a temas muy tratados en otros tonos.

- En lo que sería el cine mexicano más actual, su cinta es una rara avis. ¿Lo admite?
Sí. Está completamente descontextualizada del cine mexicano actual, pero no de una tradición de estética mexicana. El cine actual está muy colonizado por las demandas de festivales internacionales que exigen un determinado tipo de tono dramático y realista que ha ido formando lo que conocemos como cine latinoamericano. Para mí es una reacción en contra de esto, ya que como espectador estoy cansado.



- ¿Cuáles fueron sus referencias estilísticas para el diseño de la película?
La idea era hacer un barroco posmoderno, una Nueva España neoliberal. Si de por sí la Nueva España era barroca, aquí la idea era hacerla más barroca con un universo de referencias que parecían contrarias a las originales. Puede estar iluminada como pinturas barrocas del siglo XVI o XVII, pero mezclado con cosas del México de ahora, y el vestuario está a medio camino entre estas épocas. Como referencias usamos mucho expresionismo alemán, como Fritz Lang o Murnau, pero también Buñuel por "El discreto encanto de la burguesía". La inspiración fue más de pintura que de cine, y el  guión está muy inspirado en la historia de Maximiliano de Habsburgo, como está interpretada en la novela "Noticias del imperio", de Fernando del Paso,  que es una novela muy famosa en México.

- Al colocar la frase de James Baldwin en la cinta, ¿trata de reflejar el aspecto cíclico que caracteriza a la historia mexicana?
Exactamente, esa es la intención de colocarla. En la película está aplicada a la manera en la que las personas de la actualidad representan de igual manera hechos históricos anteriores del siglo XIX.

- ¿Esta ficción tiene como objetivo atraer más público especialmente de México?
Digamos que pretende poder acercarse a la audiencia contemporánea, pero sin sacrificar la profundidad o sofisticación de ese mensaje.

- Usted muestra una clase burguesa corrupta pero también en decadencia…
Esa decadencia está llevada a lo grotesco para que podamos volver a verla. Está tan normalizada que la tenemos que exagerar para que sea notable, como con las sirvientas que se pasan el teléfono. Hay un gesto de repetición y exageración pero que no está tan desconectado de la realidad.

- ¿Qué significa para usted estrenar la película en este Festival de Rotterdam, sobre todo representando un cine latinoamericano diferente?
Me da mucho gusto que, ya desde el momento en el que seleccionaron la película, se menciona que es una película mexicana diferente. Me da gusto que la película pruebe que se puede llegar aquí (al Festival) sin tener que seguir esas fórmulas que todo el mundo obedece.

Transcripción: Alejandro González

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