Celina Murga estrena su nueva colaboración con Scorsese en Tribeca, sobre "machismo y feminismo en la pareja"
- por © Jorge Orte-NOTICINE.com
La argentina Celina Murga estrena este sábado su última película, "El aroma del pasto recién cortado", en el prestigioso Festival de Cine de Tribeca, en Nueva York. Esta obra, que explora el amor, el deseo y la dinámica familiar, además de los roles de género en la pareja, cuenta con la actuación de Joaquín Furriel, la mexicana Marina de Tavira y la producción ejecutiva del renombrado Martin Scorsese, quien fue mentor de Murga y con la misma labor de producción en varios de sus previos films. La directora cuenta en una entrevista con GPS Audiovisual que la cinta busca plantear "qué es ser mujer y qué es ser hombre" dentro de las relaciones.
La historia, protagonizada por una profesora universitaria en crisis personal y un alumno-compañero, se desarrolla en paralelo con la trama de un personaje masculino, reflejando y contrastando las dinámicas de poder en las relaciones de pareja. En la que se busca subrayar la influencia de las discusiones sobre feminismo y machismo en Argentina durante la escritura del guión, y cómo estas temáticas se integran en la narrativa.
Murga expresa su alegría al enterarse de la selección de su película para Tribeca, destacando el arduo trabajo y los desafíos enfrentados, especialmente durante la pandemia: "En el momento pensé que hace un montón que venimos laburando con muchas personas. ¡Se iba a filmar en la pandemia! Y llegamos al final del camino, donde uno realmente empieza a anhelar que ese hijo que estuvo cuidando tanto tiempo dé sus primeros pasos y se encuentre con los espectadores".
La directora enfatiza que su intención no es proporcionar respuestas definitivas, sino plantear preguntas y abrir debates sobre la igualdad y el poder en las relaciones. La cineasta se inspira en la idea de que una película debe abrir sentidos y provocar reflexiones, evitando conclusiones simplistas: "En ese momento la pregunta era qué es ser mujer y qué ser hombre en relación a las dinámicas de poder y del machismo. Cómo funciona el machismo dentro de las instituciones. Qué pasa con el feminismo y el machismo y esas posturas en el marco de una pareja, cómo se dirimen esas cuestiones".
La película ha generado debates intensos entre espectadores, especialmente sobre las posiciones de género, lo cual Murga considera un logro importante. Aunque inicialmente consideraba que el tema era específico de Argentina, la cineasta reconoce que la película ha alcanzado una universalidad que permite su discusión en un contexto más amplio, como en un festival neoyorquino.
La colaboración de Martin Scorsese se remonta a 2009, cuando Murga ganó una beca de la Fundación Rolex y estableció una relación maestro-discípula con el cineasta. Scorsese ha sido un apoyo constante, ofreciendo su nombre como productor ejecutivo, lo que ha abierto muchas puertas para Murga y ha generado un mayor interés en sus trabajos. Esta última película es una coproducción internacional que involucra a productoras de Argentina, Uruguay, Alemania, México y Estados Unidos. Murga describe el proceso de producción como una adaptación constante a nuevas circunstancias, especialmente durante la pandemia, que obligó a buscar financiamiento y colaboración internacional.
Marina de Tavira, actriz mexicana, se unió al proyecto atraída por el guión y su amor por el cine argentino, aportando una perspectiva fresca a la producción. Joaquín Furriel también se incorporó al proyecto, en el que según la directora encontró en su personaje un desafío que le permitió explorar nuevas facetas actorales: "La película fue creciendo hacia lugares nuevos y yo confié en esa búsqueda."
Murga espera no tener que esperar otros diez años para su próximo largometraje y ya está trabajando en un nuevo guión de un nuevo proyecto: " Estamos en la etapa del tratamiento y empezando con unos productores interesados, dando los primeros pasos para ver hacia dónde avanza. En general, me gusta bastante enfocarme en cada proyecto: un poco por mi personalidad, los proyectos medio que me toman. No me resulta tan fácil tener muchas cosas en paralelo".
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La historia, protagonizada por una profesora universitaria en crisis personal y un alumno-compañero, se desarrolla en paralelo con la trama de un personaje masculino, reflejando y contrastando las dinámicas de poder en las relaciones de pareja. En la que se busca subrayar la influencia de las discusiones sobre feminismo y machismo en Argentina durante la escritura del guión, y cómo estas temáticas se integran en la narrativa.
Murga expresa su alegría al enterarse de la selección de su película para Tribeca, destacando el arduo trabajo y los desafíos enfrentados, especialmente durante la pandemia: "En el momento pensé que hace un montón que venimos laburando con muchas personas. ¡Se iba a filmar en la pandemia! Y llegamos al final del camino, donde uno realmente empieza a anhelar que ese hijo que estuvo cuidando tanto tiempo dé sus primeros pasos y se encuentre con los espectadores".
La directora enfatiza que su intención no es proporcionar respuestas definitivas, sino plantear preguntas y abrir debates sobre la igualdad y el poder en las relaciones. La cineasta se inspira en la idea de que una película debe abrir sentidos y provocar reflexiones, evitando conclusiones simplistas: "En ese momento la pregunta era qué es ser mujer y qué ser hombre en relación a las dinámicas de poder y del machismo. Cómo funciona el machismo dentro de las instituciones. Qué pasa con el feminismo y el machismo y esas posturas en el marco de una pareja, cómo se dirimen esas cuestiones".
La película ha generado debates intensos entre espectadores, especialmente sobre las posiciones de género, lo cual Murga considera un logro importante. Aunque inicialmente consideraba que el tema era específico de Argentina, la cineasta reconoce que la película ha alcanzado una universalidad que permite su discusión en un contexto más amplio, como en un festival neoyorquino.
La colaboración de Martin Scorsese se remonta a 2009, cuando Murga ganó una beca de la Fundación Rolex y estableció una relación maestro-discípula con el cineasta. Scorsese ha sido un apoyo constante, ofreciendo su nombre como productor ejecutivo, lo que ha abierto muchas puertas para Murga y ha generado un mayor interés en sus trabajos. Esta última película es una coproducción internacional que involucra a productoras de Argentina, Uruguay, Alemania, México y Estados Unidos. Murga describe el proceso de producción como una adaptación constante a nuevas circunstancias, especialmente durante la pandemia, que obligó a buscar financiamiento y colaboración internacional.
Marina de Tavira, actriz mexicana, se unió al proyecto atraída por el guión y su amor por el cine argentino, aportando una perspectiva fresca a la producción. Joaquín Furriel también se incorporó al proyecto, en el que según la directora encontró en su personaje un desafío que le permitió explorar nuevas facetas actorales: "La película fue creciendo hacia lugares nuevos y yo confié en esa búsqueda."
Murga espera no tener que esperar otros diez años para su próximo largometraje y ya está trabajando en un nuevo guión de un nuevo proyecto: " Estamos en la etapa del tratamiento y empezando con unos productores interesados, dando los primeros pasos para ver hacia dónde avanza. En general, me gusta bastante enfocarme en cada proyecto: un poco por mi personalidad, los proyectos medio que me toman. No me resulta tan fácil tener muchas cosas en paralelo".
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