Antonio Banderas, galardonado en el Festival de Turín, habla sobre su biopic de Bourdain
- por © Redacción-NOTICINE.com
El actor español Antonio Banderas, reconocido con un premio a la trayectoria en el Festival de Cine de Turín, aprovechó su presencia en la ciudad italiana para ofrecer nuevos detalles sobre "Tony", la próxima película biográfica del chef Anthony Bourdain dirigida por Matt Johnson y producida por A24. El rodaje de la cinta, centrada en los años de formación del cocinero mediático y trotamundos, le sumió en una experiencia visceral que le conectó con la realidad del oficio culinario.
Banderas relató con humor las singulares condiciones de la filmación: "Pasamos un mes y medio rodando en Cape Cod y Newport, constantemente rodeados por el olor a pescado", comentó. El actor describió el rigor diario que implicaba su papel: "¡Cada vez que volvía al hotel, tenía que ducharme porque apestaba por completo; estaba limpiando pescado todos los días!".
La película "Tony" se aparta de la imagen que el público pudo tener del carismático personaje de televisión. En su lugar, presenta al chef, interpretado en su juventud por Dominic Sessa, de la película "The Holdovers", como un joven sin rumbo. Banderas explicó que la cinta explora una etapa difícil: "Después de terminar la universidad, Bourdain originalmente quería convertirse en escritor", dijo. "Pero casi de inmediato, comenzó a luchar contra la depresión y la drogadicción, por lo que la película explora los primeros años, muy difíciles, de su vida".
El papel de Banderas es el de un restaurador de origen brasileño que acoge al joven Tony bajo su tutela. Banderas describió a su personaje como una figura compuesta, a diferencia del Ciro Cozzi de la vida real, con quien Bourdain comenzó su carrera como lavaplatos en Provincetown. Lo definió como "un hombre de Brasil que trabaja en Estados Unidos y ha viajado por el mundo". Esta relación con el mentor es crucial para la narrativa: "A través de esta relación, Tony comienza a aprender verdaderamente a cocinar", explicó Banderas. "Así que la película no trata solo sobre cocina o técnicas culinarias; trata sobre su vida, su identidad y su forma de ser, moldeadas por este mentor singular".
El restaurador que interpreta Banderas es un hombre formado en la élite gastronómica que opta por un camino alternativo. "Mi personaje estudió en las mejores instituciones, se graduó en las mejores escuelas de gastronomía, sin embargo, siempre siguió siendo un outsider", añadió el actor. "Creó su propio restaurante fuera del mundo tradicional de los chefs de élite, desarrollando sus propios platos con ingredientes accesibles para las comunidades ordinarias: comida sencilla para el día a día".
Durante su estancia en Turín, para recibir el premio Stella della Mole, el actor español hizo gran hincapié en la figura de los mentores y en la naturaleza fortuita de su propia carrera. Banderas se considera a sí mismo un actor de teatro cuya entrada al cine fue un golpe de suerte. "Yo soy un actor de teatro", aclaró. "El cine llegó por casualidad, gracias a Pedro Almodóvar; una 'casualidad' que me llevó a 130 películas, pero aun así, fue casualidad. El teatro fue mi primer amor, y durante los últimos siete u ocho años, he regresado a mi casa en Málaga y a mi verdadero hogar en el escenario. Mi vida ha cambiado, y ahora por fin estoy haciendo lo que el proyecto de mi vida siempre estuvo destinado a ser".
Banderas también recordó su conexión con otra figura central del festival, Paul Newman, a quien el evento dedica una retrospectiva de 24 películas, y cuyo rostro preside el cartel. El actor rememoró su fascinación por el intérprete estadounidense: "Trabajé durante un año en Nueva York haciendo un musical", recordó Banderas. "Un día estaba en el escenario, cantando, y en cierto momento vi a Paul Newman con esos ojos mirándome. Me congelé por completo, fue increíblemente poderoso. Hicimos un par de películas juntos, y trabajé con su esposa, Joanne Woodward, en 'Philadelphia'".
La relación se extendió fuera de los platós: "Le caía bien, así que a menudo salíamos a cenar en Nueva York. Tenía este hábito peculiar: siempre pedía una cerveza muy específica y le decía al camarero: ‘¡En exactamente 2 minutos y 45 segundos, por favor, tráigame otra!’ Todavía pienso en eso".
La entrega de premios en la ceremonia inaugural del festival estuvo marcada por la camaradería, cuando Banderas y el cineasta estadounidense Spike Lee se arrodillaron mutuamente para entregarse el trofeo Stella della Mole. Ambos estuvieron entre las doce personalidades del cine honradas, entre ellas los cineastas Claude Lelouch y Alexander Sokurov, y los actores Jacqueline Bisset, Daniel Brühl y Hanna Schygulla. El festival comenzó con la proyección de "Eternity", dirigida por David Freyne.
Dirigiéndose a la audiencia en el Teatro Regio de la ópera de Turín, Banderas compartió una profunda reflexión en italiano: "La actuación me ha hecho quien soy", expresó. "Esta historia comenzó en el teatro, y ahora estoy volviendo a encontrar mi camino. Sigo haciendo películas, por supuesto, pero el teatro sigue siendo un club maravilloso, mi hogar. Hoy vivimos rodeados de inteligencia artificial, pero el teatro nos recuerda la inteligencia natural".
La edición 43 del Festival de Turín, que se extiende del 21 al 29 de noviembre, acoge 104 largometrajes y 16 cortometrajes, incluyendo 23 estrenos mundiales y 11 debuts internacionales. En su apertura, el festival rindió un tributo musical a Paul Newman, con la interpretación del tema "Raindrops Keep Fallin' on My Head" de "Butch Cassidy and the Sundance Kid", a cargo de un coro juvenil local, culminando con un mensaje en video de Clea Newman. El director artístico del festival, Giulio Base, destacó la misión del evento: "Buscamos fomentar conversaciones entre generaciones", dijo. "Quiero que Turín sea un lugar para descubrir nuevas voces, revisitar a los maestros y enamorarse del cine una vez más, sin distracciones, solo la luz compartida de la pantalla".
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Banderas relató con humor las singulares condiciones de la filmación: "Pasamos un mes y medio rodando en Cape Cod y Newport, constantemente rodeados por el olor a pescado", comentó. El actor describió el rigor diario que implicaba su papel: "¡Cada vez que volvía al hotel, tenía que ducharme porque apestaba por completo; estaba limpiando pescado todos los días!".
La película "Tony" se aparta de la imagen que el público pudo tener del carismático personaje de televisión. En su lugar, presenta al chef, interpretado en su juventud por Dominic Sessa, de la película "The Holdovers", como un joven sin rumbo. Banderas explicó que la cinta explora una etapa difícil: "Después de terminar la universidad, Bourdain originalmente quería convertirse en escritor", dijo. "Pero casi de inmediato, comenzó a luchar contra la depresión y la drogadicción, por lo que la película explora los primeros años, muy difíciles, de su vida".
El papel de Banderas es el de un restaurador de origen brasileño que acoge al joven Tony bajo su tutela. Banderas describió a su personaje como una figura compuesta, a diferencia del Ciro Cozzi de la vida real, con quien Bourdain comenzó su carrera como lavaplatos en Provincetown. Lo definió como "un hombre de Brasil que trabaja en Estados Unidos y ha viajado por el mundo". Esta relación con el mentor es crucial para la narrativa: "A través de esta relación, Tony comienza a aprender verdaderamente a cocinar", explicó Banderas. "Así que la película no trata solo sobre cocina o técnicas culinarias; trata sobre su vida, su identidad y su forma de ser, moldeadas por este mentor singular".
El restaurador que interpreta Banderas es un hombre formado en la élite gastronómica que opta por un camino alternativo. "Mi personaje estudió en las mejores instituciones, se graduó en las mejores escuelas de gastronomía, sin embargo, siempre siguió siendo un outsider", añadió el actor. "Creó su propio restaurante fuera del mundo tradicional de los chefs de élite, desarrollando sus propios platos con ingredientes accesibles para las comunidades ordinarias: comida sencilla para el día a día".
Durante su estancia en Turín, para recibir el premio Stella della Mole, el actor español hizo gran hincapié en la figura de los mentores y en la naturaleza fortuita de su propia carrera. Banderas se considera a sí mismo un actor de teatro cuya entrada al cine fue un golpe de suerte. "Yo soy un actor de teatro", aclaró. "El cine llegó por casualidad, gracias a Pedro Almodóvar; una 'casualidad' que me llevó a 130 películas, pero aun así, fue casualidad. El teatro fue mi primer amor, y durante los últimos siete u ocho años, he regresado a mi casa en Málaga y a mi verdadero hogar en el escenario. Mi vida ha cambiado, y ahora por fin estoy haciendo lo que el proyecto de mi vida siempre estuvo destinado a ser".
Banderas también recordó su conexión con otra figura central del festival, Paul Newman, a quien el evento dedica una retrospectiva de 24 películas, y cuyo rostro preside el cartel. El actor rememoró su fascinación por el intérprete estadounidense: "Trabajé durante un año en Nueva York haciendo un musical", recordó Banderas. "Un día estaba en el escenario, cantando, y en cierto momento vi a Paul Newman con esos ojos mirándome. Me congelé por completo, fue increíblemente poderoso. Hicimos un par de películas juntos, y trabajé con su esposa, Joanne Woodward, en 'Philadelphia'".
La relación se extendió fuera de los platós: "Le caía bien, así que a menudo salíamos a cenar en Nueva York. Tenía este hábito peculiar: siempre pedía una cerveza muy específica y le decía al camarero: ‘¡En exactamente 2 minutos y 45 segundos, por favor, tráigame otra!’ Todavía pienso en eso".
La entrega de premios en la ceremonia inaugural del festival estuvo marcada por la camaradería, cuando Banderas y el cineasta estadounidense Spike Lee se arrodillaron mutuamente para entregarse el trofeo Stella della Mole. Ambos estuvieron entre las doce personalidades del cine honradas, entre ellas los cineastas Claude Lelouch y Alexander Sokurov, y los actores Jacqueline Bisset, Daniel Brühl y Hanna Schygulla. El festival comenzó con la proyección de "Eternity", dirigida por David Freyne.
Dirigiéndose a la audiencia en el Teatro Regio de la ópera de Turín, Banderas compartió una profunda reflexión en italiano: "La actuación me ha hecho quien soy", expresó. "Esta historia comenzó en el teatro, y ahora estoy volviendo a encontrar mi camino. Sigo haciendo películas, por supuesto, pero el teatro sigue siendo un club maravilloso, mi hogar. Hoy vivimos rodeados de inteligencia artificial, pero el teatro nos recuerda la inteligencia natural".
La edición 43 del Festival de Turín, que se extiende del 21 al 29 de noviembre, acoge 104 largometrajes y 16 cortometrajes, incluyendo 23 estrenos mundiales y 11 debuts internacionales. En su apertura, el festival rindió un tributo musical a Paul Newman, con la interpretación del tema "Raindrops Keep Fallin' on My Head" de "Butch Cassidy and the Sundance Kid", a cargo de un coro juvenil local, culminando con un mensaje en video de Clea Newman. El director artístico del festival, Giulio Base, destacó la misión del evento: "Buscamos fomentar conversaciones entre generaciones", dijo. "Quiero que Turín sea un lugar para descubrir nuevas voces, revisitar a los maestros y enamorarse del cine una vez más, sin distracciones, solo la luz compartida de la pantalla".
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