Suiza y Argentina estrechan vínculos en Pantalla Pinamar
- por © Cynthia M. García (Pinamar)-NOTICINE.com
13-XII-06
El tercer encuentro argentino-europeo Pantalla Pinamar tiene como una suerte de país invitado a Suiza, cinematografía que ha desembarcado en el certamen a través de tres películas, dos estrenos ("Endiabladamente enamorado" y "Cuando llegue mi hombre") y un clásico que ha sido nominado al Oscar ("El barco está lleno"), que ha resultado una grata sorpresa para el público local, ya que sus films son lo mejor que se ha visto hasta el momento en este Festival.
El cine suizo está representado aquí por medio de Francine Bruchner, directora de Swiss Films, entidad cultural que se encarga del fomento y divulgación de esta cinematografía. "Suiza es un país muy pequeño con 7 millones de habitantes. Para complicarlo aún más hay tres regiones con distintos idiomas. Entonces cada región tiene las películas de su propio idioma", explica Bruchner, agregando que "la producción más importante de cine se encuentra en Zurich, que es donde se habla alemán".
Como muchos países de Europa, Suiza cuenta con el apoyo de instituciones como la European Film Promotion, a lo que se agrega la ayuda del estado para la realización de películas. "En Suiza los fondos vienen del Fondo de cultura que se encuentra en Berna. El fondo total es de 42 millones de francos suizos, pero el dinero que se usa para la producción de películas es de 37 millones. El resto está subvencionado por instituciones culturales como Swiss Films. También se usa para apoyar o financiar los festivales de Suiza".
El país tiene una producción anual que oscila entre las 15 y 18 películas, de las cuales tres "son bien caras". Este 2006, esas cintas bien caras fueron dos títulos con temas de interés local: la historia de la línea aérea Swiss Air y la adaptación de un libro infantil. La primera tuvo un presupuesto de 6 millones, atrayendo a 200.000 espectadores; mientras que la segunda tuvo un coste de 8 millones, siendo vista por unas 500.000 personas.
Una de las medidas que ha tomado Suiza en los últimos tiempos para atraer al público local fue volcarse al género de la comedia, que ha demostrado ser de gran demanda. "En todas partes de Europa prevalece el cine americano. Pero cada vez más, en países grandes como Francia o Alemania, se nota que el público prefiere ver las películas locales. Sólo que esas películas son siempre grandes comedias", dice Bruchner, quien afirma que gracias a ello el porcentaje del cine nacional creció del 2 % al 6 %, aumentado en este año al 8 %.
No tan esperanzador es el panorama para Peter Luisi, realizador de "Endiabladamente enamorado", que afirma que "no es rentable hacer cine en Suiza porque hay solamente siete millones de habitantes y si uno hace una película no gana dinero". Sin embargo, el realizador ha encontrado en estas tierras motivos para ser feliz, ya que ha sido la película más ovacionada del Festival e incluso generó el interés de una distribuidora de origen estadounidense para su estreno local. Es que esta historia tiene bastante conexión con la Argentina, ya que la misma sigue a un estudiante argentino que es confundido con un director de cine y entonces decide aprovechar la situación para conquistar a la actriz de la que se enamoró.
Pablo Aguilar es el actor de "Endiabladamente enamorado", quien se está forjando su carrera en el cine suizo, a pesar de tener deseos de volver al país. "Lo que más quiero es que mi carrera se divida entre Suiza y la Argentina. Mi familia pudo ver mi última película en cine y no en DVD como está acostumbrados desde que viajé. Quiero probarme en casa y para eso tengo un proyecto para filmar una película con personajes que se interrelacionan estando uno en Suiza y otro en la Argentina", detalla.
Quizá el proyecto de Aguilar pueda ser el primero de esa alianza entre el cine suizo y el argentino que parece estar destinada a acontecer, luego de estrechar vínculos a orillas del mar.
El tercer encuentro argentino-europeo Pantalla Pinamar tiene como una suerte de país invitado a Suiza, cinematografía que ha desembarcado en el certamen a través de tres películas, dos estrenos ("Endiabladamente enamorado" y "Cuando llegue mi hombre") y un clásico que ha sido nominado al Oscar ("El barco está lleno"), que ha resultado una grata sorpresa para el público local, ya que sus films son lo mejor que se ha visto hasta el momento en este Festival.
El cine suizo está representado aquí por medio de Francine Bruchner, directora de Swiss Films, entidad cultural que se encarga del fomento y divulgación de esta cinematografía. "Suiza es un país muy pequeño con 7 millones de habitantes. Para complicarlo aún más hay tres regiones con distintos idiomas. Entonces cada región tiene las películas de su propio idioma", explica Bruchner, agregando que "la producción más importante de cine se encuentra en Zurich, que es donde se habla alemán".
Como muchos países de Europa, Suiza cuenta con el apoyo de instituciones como la European Film Promotion, a lo que se agrega la ayuda del estado para la realización de películas. "En Suiza los fondos vienen del Fondo de cultura que se encuentra en Berna. El fondo total es de 42 millones de francos suizos, pero el dinero que se usa para la producción de películas es de 37 millones. El resto está subvencionado por instituciones culturales como Swiss Films. También se usa para apoyar o financiar los festivales de Suiza".
El país tiene una producción anual que oscila entre las 15 y 18 películas, de las cuales tres "son bien caras". Este 2006, esas cintas bien caras fueron dos títulos con temas de interés local: la historia de la línea aérea Swiss Air y la adaptación de un libro infantil. La primera tuvo un presupuesto de 6 millones, atrayendo a 200.000 espectadores; mientras que la segunda tuvo un coste de 8 millones, siendo vista por unas 500.000 personas.
Una de las medidas que ha tomado Suiza en los últimos tiempos para atraer al público local fue volcarse al género de la comedia, que ha demostrado ser de gran demanda. "En todas partes de Europa prevalece el cine americano. Pero cada vez más, en países grandes como Francia o Alemania, se nota que el público prefiere ver las películas locales. Sólo que esas películas son siempre grandes comedias", dice Bruchner, quien afirma que gracias a ello el porcentaje del cine nacional creció del 2 % al 6 %, aumentado en este año al 8 %.
No tan esperanzador es el panorama para Peter Luisi, realizador de "Endiabladamente enamorado", que afirma que "no es rentable hacer cine en Suiza porque hay solamente siete millones de habitantes y si uno hace una película no gana dinero". Sin embargo, el realizador ha encontrado en estas tierras motivos para ser feliz, ya que ha sido la película más ovacionada del Festival e incluso generó el interés de una distribuidora de origen estadounidense para su estreno local. Es que esta historia tiene bastante conexión con la Argentina, ya que la misma sigue a un estudiante argentino que es confundido con un director de cine y entonces decide aprovechar la situación para conquistar a la actriz de la que se enamoró.
Pablo Aguilar es el actor de "Endiabladamente enamorado", quien se está forjando su carrera en el cine suizo, a pesar de tener deseos de volver al país. "Lo que más quiero es que mi carrera se divida entre Suiza y la Argentina. Mi familia pudo ver mi última película en cine y no en DVD como está acostumbrados desde que viajé. Quiero probarme en casa y para eso tengo un proyecto para filmar una película con personajes que se interrelacionan estando uno en Suiza y otro en la Argentina", detalla.
Quizá el proyecto de Aguilar pueda ser el primero de esa alianza entre el cine suizo y el argentino que parece estar destinada a acontecer, luego de estrechar vínculos a orillas del mar.