Méndez-Leite afirmó que se perdió la batalla contra Hollywood
- por © Cynthia García Calvo (Pinamar)-NOTICINE.com
12-XII-07
El Cuarto Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo, Pantalla Pinamar, fue centro de debate del mayor problema que enfrenta el cine iberoamericano, que es la dificultad de exhibición y distribución internacional, por el control férreo que tiene Hollywood del cine mundial. Ello llevó a Fernando Méndez-Leite, director de la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), a la reflexión de que la batalla ante el gigante estadounidense ya está perdida, y que sólo queda unirse para lograr la supervivencia.
"Esta es una historia muy vieja. Es la historia de una guerra entre el cine americano y el resto de los países del mundo. Es una guerra en la que los norteamericanos invirtieron todo su talento y sus medios a lo largo de muchos años, y creo que es una guerra perdida desde hace mucho tiempo", precisó Méndez-Leite acerca de la dificultad que encuentra el cine español y latino, al igual que otras cinematografías del mundo, para conseguir un lugar en el mercado que domina a placer Hollywood.
"La única posibilidad de sobrevivir es seguir luchando, y luchando con legislaciones que impidan que se hagan con el control total del cine del mundo. Creo que hay que crear legislaciones muy proteccionistas, porque el público no elige lo que quiere ver, va a ver lo que se le ofrece dentro de determinadas condiciones, y no se puede luchar en plan demócrata y permitir que se doblen las películas. Ponen la película y la sacan cuando les da gana. Esta ley que está ahora es enemiga de los exhibidores y distribuidores porque mantiene la cuota de pantalla", detalló Méndez-Leite, sintetizando: "Creo que hay un enemigo común. Los malos sé perfectamente quienes son, y los buenos tenemos que apoyarnos mutuamente. He tenido mucha relación con los grandes capos de las multinacionales, y son encantadores y listísimos, pero son halcones. La única posibilidad es dar palos en las legislaciones".
Por su parte, Carmelo Romero, director del Mercadoc del Festival de Málaga, se refirió particularmente a la dificultad de que el cine de un país pueda trascender en otro de la región iberoamericana, precisamente por la estructura armada por Hollywood: "Uno de los grandes problemas que enfrentamos son los canales de distribución, que están controlados directa o indirectamente por el cine norteamericano. Eso hace que queda muy poco espacio para las películas no norteamericanas, y las nacionales buscan -con dificultad- su forma de abrirse camino. Pero las que no son nacionales o norteamericanas tienen un margen muy pequeño. Por otro lado, las televisiones tienen cada vez más mayores dificultades y no se abren a películas no muy comerciales, salvo en horarios extrañísimos y canales muy pequeños. Entonces si no tienes el conocimiento por parte del público de la producción de esos países a través de las salas de cine y la televisión, es difícil tener una presencia constante en otros mercados, sólo es una presencia episódica, destinada a grandes películas o directores que los distribuidores piensan que pueden funcionar bien. Entonces hacemos acciones como Argencine o Madridcine, o venir a Pinamar para revertir eso. Pero si no tenemos el apoyo de las salas y televisiones, siempre seremos un producto desigual".
El Cuarto Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo, Pantalla Pinamar, fue centro de debate del mayor problema que enfrenta el cine iberoamericano, que es la dificultad de exhibición y distribución internacional, por el control férreo que tiene Hollywood del cine mundial. Ello llevó a Fernando Méndez-Leite, director de la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), a la reflexión de que la batalla ante el gigante estadounidense ya está perdida, y que sólo queda unirse para lograr la supervivencia.
"Esta es una historia muy vieja. Es la historia de una guerra entre el cine americano y el resto de los países del mundo. Es una guerra en la que los norteamericanos invirtieron todo su talento y sus medios a lo largo de muchos años, y creo que es una guerra perdida desde hace mucho tiempo", precisó Méndez-Leite acerca de la dificultad que encuentra el cine español y latino, al igual que otras cinematografías del mundo, para conseguir un lugar en el mercado que domina a placer Hollywood.
"La única posibilidad de sobrevivir es seguir luchando, y luchando con legislaciones que impidan que se hagan con el control total del cine del mundo. Creo que hay que crear legislaciones muy proteccionistas, porque el público no elige lo que quiere ver, va a ver lo que se le ofrece dentro de determinadas condiciones, y no se puede luchar en plan demócrata y permitir que se doblen las películas. Ponen la película y la sacan cuando les da gana. Esta ley que está ahora es enemiga de los exhibidores y distribuidores porque mantiene la cuota de pantalla", detalló Méndez-Leite, sintetizando: "Creo que hay un enemigo común. Los malos sé perfectamente quienes son, y los buenos tenemos que apoyarnos mutuamente. He tenido mucha relación con los grandes capos de las multinacionales, y son encantadores y listísimos, pero son halcones. La única posibilidad es dar palos en las legislaciones".
Por su parte, Carmelo Romero, director del Mercadoc del Festival de Málaga, se refirió particularmente a la dificultad de que el cine de un país pueda trascender en otro de la región iberoamericana, precisamente por la estructura armada por Hollywood: "Uno de los grandes problemas que enfrentamos son los canales de distribución, que están controlados directa o indirectamente por el cine norteamericano. Eso hace que queda muy poco espacio para las películas no norteamericanas, y las nacionales buscan -con dificultad- su forma de abrirse camino. Pero las que no son nacionales o norteamericanas tienen un margen muy pequeño. Por otro lado, las televisiones tienen cada vez más mayores dificultades y no se abren a películas no muy comerciales, salvo en horarios extrañísimos y canales muy pequeños. Entonces si no tienes el conocimiento por parte del público de la producción de esos países a través de las salas de cine y la televisión, es difícil tener una presencia constante en otros mercados, sólo es una presencia episódica, destinada a grandes películas o directores que los distribuidores piensan que pueden funcionar bien. Entonces hacemos acciones como Argencine o Madridcine, o venir a Pinamar para revertir eso. Pero si no tenemos el apoyo de las salas y televisiones, siempre seremos un producto desigual".