Banderas, Premio Donostia: "Quisiera trabajar menos y mejor"
- por © Carolina G.Guerrero (San Sebastián)-NOTICINE.com
Antonio Banderas, que en la noche de este viernes recibió en el escenario de la sala principal del Kursaal el Premio Donostia de manos de uno de sus mentores, Pedro Almodóvar, cree que su carrera es un árbol de Navidad "al que todavía hay unas cuantas bolas que poner".
El astro andaluz afincado en Hollywood se mostró feliz de ser reconocido en un festival como el de San Sebastián al que llegó por primera vez hace más de 25 años "con 350 pesetas (menos de tres dólares) en el bolsillo y del que me fui en auto-stop".
"San Sebastián fue el primer festival al que acudí, con la película de Pedro Almodóvar "Laberinto de pasiones", y montamos una gran polvareda. Había gente que nos quería crucificar... En aquel momento, a principios de los 80, eramos el sentir de una parte nueva de la sociedad española".
Asume el protagonista de "El Zorro" y "Evita" que nunca ha temido los desafíos: "En mi carrera me he ido dejando llevar, pero también he tomado decisiones y creo que he asumido riesgos, como el introducirme en la cinematografía norteamericana, el ser el pionero en ir allí. Yo creo que el Premio Donostia me lo dan por eso, por abrir camino en Norteamerica y haber aportado mi granito de arena a esa expansión, a quitarnos ese complejo de inferioridad, y también por mi trayectoria como actor".
Una andadura que el malagueño crea tiene aún muchos pasos por recorrer: "La veo como un árbol de Navidad en el que quiero colgar más bolas. Quiero crecer como director, estoy produciendo a gente joven de Málaga, dándoles oportunidades que yo no tuve... En general me apetece entrar en un mundo cinematográfico más profundo; me apetece trabajar en el teatro, quisiera trabajar menos y trabajar mejor".
Entre esos proyectos está un film sobre el último rey musulmán de Granada, Boabdil, pero no es inmediato, "porque nos va a costar mucho tiempo encontrar la financiación. Pero me interesa mucho dirigir esa historia sobre la confrontación de culturas entre el mundo musulmán y el cristiano, desde la visión que nos dan 500 años".
Cree Antonio Banderas que Hollywood es ahora un mundo más abierto que cuando él llegó. "Entonces no había precedentes. A los hispanos sólo se les daban papeles de delincuentes. Lo más duro fue la soledad con la que di mis primeros pasos allí, cuatro años de una soledad impresionante...", recuerda.
El astro andaluz afincado en Hollywood se mostró feliz de ser reconocido en un festival como el de San Sebastián al que llegó por primera vez hace más de 25 años "con 350 pesetas (menos de tres dólares) en el bolsillo y del que me fui en auto-stop".
"San Sebastián fue el primer festival al que acudí, con la película de Pedro Almodóvar "Laberinto de pasiones", y montamos una gran polvareda. Había gente que nos quería crucificar... En aquel momento, a principios de los 80, eramos el sentir de una parte nueva de la sociedad española".
Asume el protagonista de "El Zorro" y "Evita" que nunca ha temido los desafíos: "En mi carrera me he ido dejando llevar, pero también he tomado decisiones y creo que he asumido riesgos, como el introducirme en la cinematografía norteamericana, el ser el pionero en ir allí. Yo creo que el Premio Donostia me lo dan por eso, por abrir camino en Norteamerica y haber aportado mi granito de arena a esa expansión, a quitarnos ese complejo de inferioridad, y también por mi trayectoria como actor".
Una andadura que el malagueño crea tiene aún muchos pasos por recorrer: "La veo como un árbol de Navidad en el que quiero colgar más bolas. Quiero crecer como director, estoy produciendo a gente joven de Málaga, dándoles oportunidades que yo no tuve... En general me apetece entrar en un mundo cinematográfico más profundo; me apetece trabajar en el teatro, quisiera trabajar menos y trabajar mejor".
Entre esos proyectos está un film sobre el último rey musulmán de Granada, Boabdil, pero no es inmediato, "porque nos va a costar mucho tiempo encontrar la financiación. Pero me interesa mucho dirigir esa historia sobre la confrontación de culturas entre el mundo musulmán y el cristiano, desde la visión que nos dan 500 años".
Cree Antonio Banderas que Hollywood es ahora un mundo más abierto que cuando él llegó. "Entonces no había precedentes. A los hispanos sólo se les daban papeles de delincuentes. Lo más duro fue la soledad con la que di mis primeros pasos allí, cuatro años de una soledad impresionante...", recuerda.