Hablamos con Celina Murga sobre "La tercera orilla": "Scorsese me guió, pero dejó que encontrase mi camino"

Celina Murga
La argentina Celina Murga estrena su nuevo film de ficción, "La tercera orilla", un drama paternofilial que rodó en su provincia natal, Entre Ríos, y para la que contó con el apoyo de Martin Scorsese, el cineasta que se convirtió en su mentor dentro de una beca internacional patrocinada por Rolex que les unió hace cerca de un lustro. Esa vinculación personal entre ambos se ha prolongado en el tiempo, y como ya ocurrió con su anterior trabajo de ficción, el autor de "El lobo de Wall Street" figura como productor ejecutivo de "La tercera orilla".

- "La tercera orilla" es un proyecto largamente gestado del que ya nos habló en conversaciones anteriores. ¿Cuál ha sido el resultado final de esta historia?
“La tercera orilla” es una película que habla del vínculo entre un padre y un hijo en un contexto social particular ya que el padre tiene dos familias. De esta manera, la película está hablando de una situación social y de un problema identitario para el personaje principal.

- El suyo es un drama familiar y sobre todo masculino, entre un padre y un hijo. ¿Qué le inspiró?
Durante algunos años estuve escuchando varias situaciones similares sobre casos reales que giran, todos, alrededor de la idea de llevar familias paralelas, de hombres que han simultaneado relaciones digamos estables y a veces con hijos con dos o más mujeres de forma paralela. Esto fue el disparador inicial, pero esa fue la idea y a partir de ahí todo lo creado es ficción.

- Entre los cineastas independientes, la búsqueda de financiación es algo que a veces dura años. Creo que eso ocurrió también con este film a pesar de que usted ya posee una trayectoria y un reconocimiento internacional...
Es un proceso trabajoso, pero en realidad para lo que es el cine argentino no fue mucho tiempo. Se tardó en conseguir la financiación cinco años, que es relativamente normal para nosotros. Evidentemente, los esquemas de producción nos implica no sólo conseguir dinero en Argentina, sino también fuera de el país y eso implica un recorrido de búsqueda de financiación mayor. Pero afortunadamente soy una persona de tiempos lentos en lo creativo, así que uso ese tiempo como parte del proceso de trabajo. Aprovecho la espera de la búsqueda de la financiación para yo, en paralelo, poder ir adelantando trabajo de localización y así poder ir viendo qué elementos añaden esos lugares al guión. Pasa lo mismo con el casting, que es un momento de reinterpretación del guión y en el que hacerte preguntas sobre él y yo aprovecho esos momentos como una instancia de reescritura muy positiva. De esta manera, la búsqueda de financiación es un tiempo que va pasando pero no es un tiempo muerto, sino un tiempo en el que la película y el proyecto se sigue nutriendo.

- ¿Por qué filmar en Entre Ríos, donde usted nació?

Desde lo personal, es una manera de seguir volviendo a mi lugar de origen. Además, todas las historias y todos los personajes que creo tienen que ver con ese espacio, con los colores, las texturas y los sonidos de ese ambiente, que siento muy propio e inspirador. A parte, desde un punto de vista racional, me interesa contar una historia que no esté necesariamente ligada al centralismo de Buenos Aires. Creo que también se puede ver otras idiosincrasias, otras zonas culturales y sociales de Argentina.

- Usted, como informamos en su día, fue "becaria" de Martin Scorsese, y de esa relación profesional surgió que él se convirtiera en productor ejecutivo de "La tercera orilla". ¿Fue algo puramente protocolario y amistoso, en beneficio de su promoción, o realmente tuvo que ver algo en el proceso creativo y de producción?
Nos conocimos cuando yo estaba trabajando en el guión. Fue durante la grabación de “Shutter Island / La isla siniestra” mi beca Rolex con él, y en ese tiempo yo estaba desarrollando el guión. De alguna manera, el vínculo se creó al hablar sobre la historia y los personajes, pero siempre lo hizo desde un punto de vista muy abierto. No intentando imponer su mirada sobre la mía, sino como un mentor, que me acompañó y guió pero permitiendo que encontrase mi camino. Una vez terminada la escritura del guión, fue él quien nos propuso ser el productor ejecutivo de la película y ayudarnos a completar la financiación. Después también fue un gran apoyo personal al poder conversar sobre la película una vez rodada y con un primer montaje. Fue una nueva posibilidad de reescritura pero, esta vez, con las imágenes montadas.

- Hace rato que aquella beca terminó. ¿Cree que existe la posibilidad de futuras colaboraciones entre ambos?

No se como serán las cosas a partir de ahora. Esta relación fue algo que surgió de forma natural donde los dos quisimos extender la relación más allá de la beca. Claro que todo comenzó en relación a ella, pero una vez finalizada hemos seguido viéndonos aunque siempre por causas relacionadas con este proyecto. Yo, por supuesto, estoy abierta a todas las posibilidades que se puedan ir dando.

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