Argentina reconoce la autoría y los derechos económicos de los directores
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Un nutrido grupo de representantes de los diferentes sectores del cine nacional y las instituciones oficiales arroparon este jueves a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto oficial de firma del decreto reglamentario de la ley de propiedad intelectual para los directores de cine, que incluye la representatividad de la asociación profesional Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) para el cobro de los derechos de autor.
Hasta ahora, la legislación argentina sólo otorgaba los derechos económicos de autoría a los productores y guionistas de las películas, por lo que este reconocimiento se convirtió en una fiesta que contó con el apoyo de numerosos cineastas internacionales a través de comunicaciones electrónicas y telegramas.
Fernández de Kirchner, que se declaró cinéfila, aseguró que era una "conquista" de los cineastas y un actor de justicia que acaba con la idea de que la Argentina era "una gran negadora de derechos". La presidenta añadió que la nueva norma significa "el reconocimiento que los argentinos hacemos a los hombres y mujeres que durante años han aportado a la construcción de la cultura popular y nacional en nuestro país. Un director de cine no es solamente alguien que se vincula con el arte. Es alguien que también se vincula profundamente con su pueblo, con su comunidad, porque la expresa también a través de sus películas”.
Por parte de los realizadores, estuvieron presentes en la residencia presidencial de Los Olivos Carlos Galettini y Ricardo Wulicher, presidente y vice respectivamente de la DAC; Jorge Coscia, Héctor Olivera, Carlos Orgambide, Carlos Sorín, Marcelo Piñeyro, Alberto Lecchi, Juan Taratuto, Fernando Spiner, Raúl Tosso, Eduardo Calcagno, Paula de Luque, y Gustavo Postiglione, entre otros.
Galettini, en su turno de agradecimiento, recordó la fundación de DAC en 1958 como fusión de otras dos organizaciones, la Sociedad Argentina de Directores Cinematográficos (Sadir, fundada en 1945) y de la Agrupación de Directores de Películas (ADP, surgida en 1956). "En nuestros días, a medio siglo de su fundación, y gracias al decreto aquí firmado, DAC con enorme júbilo se asume cabalmente como Sociedad de Gestión para la recaudación del derecho de autor de todos los directores audiovisuales", expresó el presidente del gremio.
Posteriormente, varios otros directores mostraron su júbilo en declaraciones a Página 12. Carlos Sorín dijo que "en el cine que nosotros hacemos, el autor es el director. Por lo tanto, es lógico que tenga todas las facilidades y los beneficios que da la Ley de Propiedad Intelectual". Por su parte, Marcelo Piñeyro recordó que "son 60 años por un derecho que no estaba reconocido. Me acuerdo de que hace unos años, cuando Pino Solanas era diputado, estuvo al borde de salir, pero nuevamente había sido volteado. Y es un derecho esencial para los directores de cine".
Alberto Lecchi apuntó que el cobro de sus derechos como autores puede permitir de cara al futuro para los directores "una jubilación digna", que es algo que "en casi todo el mundo donde hay una industria cultural existe". La actriz y directora Leonor Benedetto, finalmente, opinó que estamos "ante un logro de algo que, al ser intangible, cuesta mucho pelear por eso. Si es un objeto material con peso y volumen se entiende más la lucha. Cuando es una idea, un concepto estético o filosófico que uno pone, es más difícil que sea reconocido. Y en esta época de piraterías y tecnologías, que el trabajo intelectual sea reconocido es un logro extraordinario".
Federico Luppi, sin ser realizador, quiso solidarizarse con sus compañeros de rodaje y afirmó que aunque tardía, se trata de una victoria "eficaz y coherente con la labor realizada, sobre todo porque, de alguna forma, nos sustrae por un segundo del glamour del creador y nos coloca en el mundo real del gremialismo, un factor solidario y fraterno para conseguir cosas. En este acto también nos reconocemos como trabajadores".
Hasta ahora, la legislación argentina sólo otorgaba los derechos económicos de autoría a los productores y guionistas de las películas, por lo que este reconocimiento se convirtió en una fiesta que contó con el apoyo de numerosos cineastas internacionales a través de comunicaciones electrónicas y telegramas.
Fernández de Kirchner, que se declaró cinéfila, aseguró que era una "conquista" de los cineastas y un actor de justicia que acaba con la idea de que la Argentina era "una gran negadora de derechos". La presidenta añadió que la nueva norma significa "el reconocimiento que los argentinos hacemos a los hombres y mujeres que durante años han aportado a la construcción de la cultura popular y nacional en nuestro país. Un director de cine no es solamente alguien que se vincula con el arte. Es alguien que también se vincula profundamente con su pueblo, con su comunidad, porque la expresa también a través de sus películas”.
Por parte de los realizadores, estuvieron presentes en la residencia presidencial de Los Olivos Carlos Galettini y Ricardo Wulicher, presidente y vice respectivamente de la DAC; Jorge Coscia, Héctor Olivera, Carlos Orgambide, Carlos Sorín, Marcelo Piñeyro, Alberto Lecchi, Juan Taratuto, Fernando Spiner, Raúl Tosso, Eduardo Calcagno, Paula de Luque, y Gustavo Postiglione, entre otros.
Galettini, en su turno de agradecimiento, recordó la fundación de DAC en 1958 como fusión de otras dos organizaciones, la Sociedad Argentina de Directores Cinematográficos (Sadir, fundada en 1945) y de la Agrupación de Directores de Películas (ADP, surgida en 1956). "En nuestros días, a medio siglo de su fundación, y gracias al decreto aquí firmado, DAC con enorme júbilo se asume cabalmente como Sociedad de Gestión para la recaudación del derecho de autor de todos los directores audiovisuales", expresó el presidente del gremio.
Posteriormente, varios otros directores mostraron su júbilo en declaraciones a Página 12. Carlos Sorín dijo que "en el cine que nosotros hacemos, el autor es el director. Por lo tanto, es lógico que tenga todas las facilidades y los beneficios que da la Ley de Propiedad Intelectual". Por su parte, Marcelo Piñeyro recordó que "son 60 años por un derecho que no estaba reconocido. Me acuerdo de que hace unos años, cuando Pino Solanas era diputado, estuvo al borde de salir, pero nuevamente había sido volteado. Y es un derecho esencial para los directores de cine".
Alberto Lecchi apuntó que el cobro de sus derechos como autores puede permitir de cara al futuro para los directores "una jubilación digna", que es algo que "en casi todo el mundo donde hay una industria cultural existe". La actriz y directora Leonor Benedetto, finalmente, opinó que estamos "ante un logro de algo que, al ser intangible, cuesta mucho pelear por eso. Si es un objeto material con peso y volumen se entiende más la lucha. Cuando es una idea, un concepto estético o filosófico que uno pone, es más difícil que sea reconocido. Y en esta época de piraterías y tecnologías, que el trabajo intelectual sea reconocido es un logro extraordinario".
Federico Luppi, sin ser realizador, quiso solidarizarse con sus compañeros de rodaje y afirmó que aunque tardía, se trata de una victoria "eficaz y coherente con la labor realizada, sobre todo porque, de alguna forma, nos sustrae por un segundo del glamour del creador y nos coloca en el mundo real del gremialismo, un factor solidario y fraterno para conseguir cosas. En este acto también nos reconocemos como trabajadores".