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Este viernes entra en vigor en España un nuevo sistema de calificación de películas, que fue adecuado a los distintos niveles de edad del sistema educativo. La modificación llega con cierto escándalo, ya que Concapa (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos) manifestó públicamente su malestar por no contar con un representante en la Comisión de Calificación.

El Ministerio de Cultura modificó el sistema de calificación de películas, presentando como principal novedad la introducción de dos nuevas categorías: No recomendada para menores de 16 años y No recomendada para menos de 12 años, y la eliminación de la categoría No recomendada para menores de 13 años. Con esas tres modificaciones, desde hoy las películas serán calificadas como Apta, 7 años, 12 años, 16 años, 18 años y película X. Se ha especificado que las películas Apta y para 7 años pueden recibir una calificación extra: Especialmente recomendada para la infancia.

Para acompañar esta modernización, el Instituto de Cine dio forma a un documento donde se explican los criterios para la designación de las diferentes calificaciones, que serán otorgadas por una Comisión de Calificación compuesta por cinco hombres y cinco mujeres, que en su mayoría son padres y madres de familia. Estos realizarán tal tarea por un período de dos años.

Fue precisamente la designación del Comité lo que generó polémica, ya que Concapa denunció que su entidad no fue invitada a formar parte de la misma. En un comunicado, especificó que tras un primer acercamiento con el Director General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans, este "sin ulterior comunicación nombró el Comité en diciembre de 2009, privando a las Confederaciones de padres de representación en un tema esencial para la formación de nuestros hijos como es el mundo audiovisual".

"Está claro que Guardans pretendió dar una imagen abierta y plural de la que carece y ha confeccionado la Comisión a su gusto, sin tener la objetividad suficiente para incluir a los representantes de los padres, que son los más interesados en la educación de los hijos, y que tienen mucha mayor representatividad social que cualquiera de los grupos que ha incluido", concluye el comunicado.

Sin embargo, Guardans ha refutado las acusaciones de la Confederación. "Nada de todo esto se corresponde con la verdad", dijo a Europa Press, detallando:  "Después de las consultas pertinentes, el nombramiento de los vocales de la Comisión le corresponde al director general del ICAA, según la normativa vigente...Entre las personas con quienes hablé estaba el presidente de la CONCAPA, que nunca hizo llegar ningún candidato. No ha existido nunca por parte de la CONCAPA ninguna propuesta de candidato o candidata, no cumplió con su obligación".

Guardans declaró haber recibido una amenaza por escrito de Concapa con denunciarle públicamente si no se incluía un representante. Como para cerrar el asunto, especificó que en la Comisión "hay personas que se reconocen católicas y que son padres y madres de familia", y que considera que "nadie tiene el monopolio de ser católico o de representar a los padres y madres".