Rodajes en México: Cuando el cine también sufre la extorsión y la violencia

por © J. M. Badillo/Correcámara-NOTICINE.com
Rodar en México puede ser peligroso...
Rodar en México puede ser peligroso...
El gobierno mexicano ha hecho notables esfuerzos -incluidos los económicos y fiscales- para que el país siga siendo escenario privilegiado de grandes producciones estadounidenses y de otros países, pero con frecuencia las locales, sin presupuesto para altas medidas de seguridad, chocan con la realidad del país, en el que carteles del narcotráfico y otros delincuentes dictan su propia ley. He aquí algunos testimonios de cineastas como Gerardo Naranjo, Carlos Carrera o Roberto Fiesco.

Naranjo dijo que pagó "derecho de piso" en Tijuana, para poder rodar su película "Miss Bala": "No nos pidieron mucho dinero, creo que eran como mil pesos semanales (menos de 100 dólares)" , dijo el director. Por si fuera poco, los "cobradores", amenazaron al cineasta para que no pagara impuesto al grupo criminal contrario.   

La película que se inspiró en la detención de Miss Sinaloa, Laura Zúñiga, en el 2008, iba a ser filmada en esa ciudad fronteriza, pero luego del acoso se decidió trasladar la locación a Aguascalientes para hacer las escenas de acción. Al final, en Tijuana solamente se rodaron algunas imágenes y dadas la circunstancias, Naranjo tuvo que tomar medidas para la seguridad de su equipo, por ejemplo, realizar escenas cortas y filmarlas lo más rápido posible, no utilizar armas, trabajar de día e informar lo menos posible a las autoridades.   

La denuncia pública de Naranjo evidenció lo que cineasta y productores saben, pero no hacen público: que filmar en México se ha convertido en una actividad peligrosa.   

Uno de los primeros que denunció a la prensa la violencia y extorsión en un rodaje fue Carlos Carrera, durante la filmación de "Backyard/Traspatio" en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde gente extraña en camionetas vigilaban de cerca las labores. Carrera tuvo que detener algunos días la filmación y tomar medidas para proteger a su gente. Terminó la película, que interpretó Ana de la Reguera, pero ya no le quedaron ganas de regresar a esa ciudad.   

Productores, como Roberto Fiesco, han reconocido que los abusos en rodajes en el interior del país son muchos más de los que se denuncian. Fiesco recomienda detectar las zonas rojas para filmar, mantener vigilado el set, tratar de mantener al equipo reunido y no permitir que el personal salga de las áreas de trabajo y si lo hacen, que sea bajo su propia responsabilidad.   

La inseguridad es otro tema. El cineasta Arturo Ripstein, por ejemplo, comprobó que la ciudad de México no es la más segura para filmar, luego de haber sufrir el robo de equipo durante la filmación de su nueva película, "Las razones del corazón", basada en la novela Madame Bovary, de Gustave Flaubert.  

También trabajadores del equipo de "Restos", la nueva película del cineasta Alfonso Pineda, sufrieron un "secuestro express" en Acapulco. Cuatro delincuentes les asaltaron pistola en mano en la playa de Caleta tras un día de rodaje. Les robaron cámaras y dinero, y se llevaron la camioneta en la que viajaban. El previo pedido de apoyo a las autoridades no fue atendido, y la productora no podía pagar seguridad privada.

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