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15-XII-03

No sólo ha sido la producción lo que ofrece este año un oscuro panorama en la industria cinematográfica mexicana. También lo ha hecho la exhibición, o lo que es lo mismo, la presencia del público en las salas. Las empresas del sector han asumido un descenso en 2003 del 12% en el número de entradas vendidas, el cual rompe con la dinámica de siete años consecutivos de aumento de espectadores en México.

Representantes de las empresas propietarias de salas atribuyen este descenso a la crisis económica que padece el país y al florecimiento de la piratería audiovisual, sobre todo en el formato DVD, que brinda a los aficionados por casi lo mismo que el precio de una entrada una copia -muchas veces de dudosa calidad- de los films más esperados, incluso antes de que lleguen a las salas. En menor medida, creen que el encarecimiento de las localidades como fruto del peso (10 centavos de dólar) de impuesto impulsado por el Gobierno también ha contribuido a la baja de audiencia.

El organismo de comercio cinematográfico Canacine anunció que esperan vender este año cerca de 134 millones de entradas, frente a los 152 del pasado 2002. El coste medio de un ticket en los cines mexicanos ronda los 35 pesos (3,14 dólares).