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El productor y ocasional realizador Roberto Fiesco ha confesado que el cine no es una actividad empresarial rentable en México, a pesar de la amplitud teórica de su mercado si lo comparamos con otros países iberoamericanos, y que si no fuera por la ayuda del Estado, sería difícil que siguiera existiendo. "No hay un círculo de recuperación real, no hay una expectativa de recuperación de las películas y ninguna ventana por los costos que tienen. ¿Por qué se siguen produciendo películas? Porque hay dinero en la producción", dijo a CNN Expansión el productor de los dramas gays de Julián Hernández y él mismo director del documental "Quebranto", con el que ganó el Ariel.

Fiesco se expresó así en un reportaje de la publicación económica en torno a las dificultades de amortización de las películas mexicanas en su propio mercado, con salvo contadas excepciones de títulos apoyados por Televisa, una distribución muy limitada primero en salas y luego en los mercados domésticos vía DVD o VoD. Hollywood de una u otra forma domina el negocio inundando el mercado de productos y controlando distribución y exhibición.

Como ejemplo  de que las películas no tienen el alcance que deberían, del total de film estrenados, solo ocho títulos  lograron rebasar la meta del millón de espectadores en las salas de cine en 2014. Todas las películas que alcanzaron esta cifra se encuentran en DVD: "La dictadura perfecta", "Cásese quien pueda", "Cantinflas", "La leyenda de las momias de Guanajuato", "¿Qué le dijiste a Dios?", "El crimen del Cácaro Gumaro", "Más negro que la noche" y "Guten tag Ramón", pero para el resto es económicamente inviable lanzar una versión "legal" en DVD o Blu-ray.

El proceso  de una película luego de su producción consiste en estrenarse, ya sea en las pantallas de los cines comerciales o de los festivales y muestras cinematográficas, para después ser lanzada por vías como el DVD, la televisión o las actuales plataformas digitales. Pero en México, solo 33% de las cintas que se estrenaron en complejos comerciales o festivales llegó a DVD; este y el Blu-Ray son los formatos más importante de exhibición, después de la pantalla grande. Pero sin embargo,  si se trata de una producción nacional,  en el último año casi 70% de las cintas estrenadas en salas no llegaron a este formato.

Mientras que en 2014 se estrenaron 68 cintas mexicanas, pero solo 22 llegaron a DVD y Blu-Ray, por lo que 46 películas "murieron" en las salas de cine, ya que estas películas corren con la misma suerte en otros canales de exhibición, como la televisión y las plataformas digitales. Según datos del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), y la razón para que los film no lleguen a formato DVD es porque no tienen suficiente atractivos.

Lo del internet es otra historia, que como puede ayudar al cine en cierto modo, también tiene un efecto contrario, pues muchos usuarios encuentran la manera de descargar las películas de manera ilegal, lo cual es una perdida para los productores. Aunque  todavía, en México el canal de exhibición más importante, después de los cines, es el DVD. Pues más del 80% de los mexicanos cuentan con un reproductor de este formato, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi). Pero la tecnología avanza y el cine no es la excepción y el consumo del DVD disminuye año con año; por el contrario, la penetración de las plataformas digitales como Netflix o Claro Video es algo inminente.

Como muestra del auge de estas plataformas digitales, la película mexicana más taquillera del año pasado, "La dictadura perfecta", se estrenó en la plataforma digital Netflix tan solo cinco meses después de su llegada a las salas de cine. El tiempo normal de lanzamiento, como explica Domínguez director de  investigación del Anuario Estadístico de Cine Mexicano, es de 6 meses después del estreno para un DVD y 6 meses más para la llegada a televisión de paga.

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