Comedia mexicana "Un padre no tan padre" resiste a estrenos de Hollywood y supera los 400 000 espectadores

por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Héctor Bonilla
Con cierta gallardía se defiende la comedia familiar mexicana "Un padre no tan padre" frente a los estrenos gringos de esta temporada navideña. El film, opera prima en la ficción del cineasta publicitario Raúl Martínez Solares, escrito por Alberto Bremer y protagonizado por Héctor Bonilla, Jacqueline Bracamontes, Benny Ibarra, Sergio Mayer Mori, Camila Selser y Arturo Barba, convocó desde el día 21 hasta el día de Navidad (inclusive) a más de 407 000 espectadores, que se dejaron en las taquillas de las cerca de 700 salas donde se proyecta 19 millones de pesos (775 000 dólares).

"Un padre no tan padre" fue así la cuarta película más vista este pasado fin de semana navideño, sólo superada por "Sing Ven y Canta" (1,57 millones de espectadores), "Rogue One: Una Historia de Star Wars", con 2,8 millones (en dos semanas) y "Pasajeros", con 269 300 espectadores.

La película cuenta la historia de Don Servando (Bonilla), patriarca de ochenta y cinco años que vive tranquilamente en una residencia de ancianos, quien es expulsado de su hogar de retiro, y no sabe qué hacer con su vida. Es entonces cuando su hijo menor, Francisco, decide acogerle. Don Servando se adentrará entonces en el mundo de su hijo Francisco. Descubrirá entonces la verdad que desconocía sobre su forma de vida: vive con una comunidad de personas desconocidas y bastante extrañas para el anciano. Don Servando y su hijo Francisco deberán trabajar juntos para no acabar matándose el uno al otro.

La respuesta del público está siendo positiva, pero entre los críticos no hay unanimidad precisamente. Fausto Ponce, en Proceso, escribe: "Por momentos divierte con un mensaje positivo sobre la tercera edad y un final conmovedor (de película comercial, pero funciona), aunque en su totalidad es sumamente dispareja- Martínez tiene los elementos para haber hecho una buena cinta comercial, pero no los mezcló bien, a la edición le falta timing para la comedia, y los actores, mal dirigidos, no alcanzan a desarrollar a sus personajes de manera óptima. Al igual que la historia. Se salva Bonilla, por supuesto, pero sólo no puede hacer la película. La cinta mejora al final, pero no alcanza para salvarla. Lástima, había con qué hacer más".

Más condescendiente con la película se muestra Adrián Ruiz en Excelsior, que la califica como "Cine familiar sin ninguna complicación, ondeándose con la bandera de amor familiar, tolerancia y que no se viene con un manual sobre cómo ser padre serían las principales aristas de esta cinta que corre bien, todo en gran medida por el trabajo de Héctor Bonilla".

A medio camino se sitúa la crítica de Jesús Chavarría en Cine Première. Afirma que "la ópera prima de Raúl Martínez Solares no se salva de caer en algunos lugares comunes y evidenciar ciertas deficiencias, como el resolver de forma muy rápida ciertos conflictos que se plantean como algo mucho más grave, y que algunas escenas resultan innecesariamente lacrimógenas. Incluso, de inicio tarda un poco en encontrar el ritmo y el tono necesario, pero cuando lo consigue, las piezas van encajando sin problemas. Esto, incluyendo al resto de los actores, quienes se empeñan de una forma discreta y cumplen en términos generales con los requerimientos de una comedia ligera que se sustenta en un discurso simple, pero muy claro sobre el clásico choque generacional. El punto de vista del adulto mayor frente a la homosexualidad y el consumo de marihuana, son tratados con respeto y evitando la obviedad. Se trata de un vehículo de entretenimiento que, a pesar de todo, encuentra momentos muy divertidos, que llega a ser entrañable y puede funcionar para quien busque una película amable, sin complicaciones, que no cae en frivolidades y falsas pretensiones".

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