El cine colombiano se enfrenta al desinterés de su público
- por © Alvaro Juanas-NOTICINE.com
La industria cinematográfica colombiana ha ido incrementando el número de producciones desde 2003 con la implementación de la conocida Ley del Cine, sin embargo, esto no se ha visto traducido en la cantidad de espectadores que acuden a visualizar las películas nacionales. Pese a que el coronavirus ha influido negativamente en la asistencia a los teatros, cerrados durante meses, esto viene de antes de la pandemia, algo que preocupa al Ministerio de Cultura del país, que no sabe exactamente a qué achacar la falta de éxito. Se le ha echado la culpa a la ausencia de publicidad de los largometrajes o la escasa difusión de los mismos, pero no se ha podido demostrar lo que hace que la población no vaya igual que a las obras de Hollywood.
Las cifras no mienten, demostrando que el número de personas que van al cine a ver producciones extranjeras es muy superior a las que acuden a las nacionales. El curso 2019, que batió el récord de espectadores con más de 73 millones de usuarios, tan sólo 2,5 millones acudieron a visualizar películas colombianas, únicamente un 3,4 % del total. Algo que se repitió en 2020, un año atípico debido a las restricciones pero con la misma tendencia que en pasadas ediciones, en las que 12,5 millones decidieron acudir a los teatros, de los cuales 853 000 en obras del país, un 6,8 %. Por suerte se ve un ligero aumento respecto a otras temporadas, pero no es lo suficiente significativa para revertir esta situación.
Algo que se cree que es debido a la difícil competencia que tiene con las producciones de Hollywood, mucho más asentadas por la trayectoria que tienen a través de los años y con una publicidad mejor debido a sus recursos. Como apunta Jerónimo Rivera, desde el Ministerio de Cultura de la nación, lo que el público demanda viene marcado desde la meca del cine y "a esto se suma que los exhibidores no dan una ventana suficientemente amplia a las películas y a que la difusión de las mismas es bastante insuficiente". Debido a este hecho, la solución a la que apuntan desde el gobierno colombiano es la de crear campañas de producción más fuertes y "permitir así que los colombianos conozcan de una manera amplia la cinematografía local".
El Estado de Colombia siempre se ha mostrado preocupado por fomentar la industria del cine nacional, sobre todo con la implementación de la Ley del Cine en el año 2003. Gracias a ella nació el Fondo de Desarrollo Cinematográfico, el cual recibe recursos de la cuota que pagan los exhibidores, distribuidores y productores, del que saca dinero de las entradas a las salas. Además se crearon los conocidos como certificados de inversión audiovisual o donación, mediante los que se han conseguido ampliar el capital del que disponen las producciones. Para comprender la importancia de estas dos fórmulas hay que destacar que en 2019 se " emitieron certificados por más de 50 000 millones de pesos (13 700 millones de dólares)" según el Ministerio de Cultura.
Esto ha repercutido positivamente a la industria del país, hasta tal punto que más de la mitad de las películas de la nación se han rodado después de la aprobación de dicha normativa. Tanto es así que el productor colombiano Andrés Lopera ha afirmado que "la diferencia del 2003 al 2019 de la industria del cine en Colombia es del día y la noche... Al ver el crecimiento exponencial que se ha logrado gracias a la Ley de Cine y gracias a pensar cómo desarrollar más y de mejores formas el sector, serían interminables los beneficios que se han traído". Se espera que poco a poco los títulos vayan creciendo tanto en número como en calidad, haciendo que los ciudadanos se interesen por ellos, llenando las salas para ver a sus compatriotas en un futuro próximo.
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Las cifras no mienten, demostrando que el número de personas que van al cine a ver producciones extranjeras es muy superior a las que acuden a las nacionales. El curso 2019, que batió el récord de espectadores con más de 73 millones de usuarios, tan sólo 2,5 millones acudieron a visualizar películas colombianas, únicamente un 3,4 % del total. Algo que se repitió en 2020, un año atípico debido a las restricciones pero con la misma tendencia que en pasadas ediciones, en las que 12,5 millones decidieron acudir a los teatros, de los cuales 853 000 en obras del país, un 6,8 %. Por suerte se ve un ligero aumento respecto a otras temporadas, pero no es lo suficiente significativa para revertir esta situación.
Algo que se cree que es debido a la difícil competencia que tiene con las producciones de Hollywood, mucho más asentadas por la trayectoria que tienen a través de los años y con una publicidad mejor debido a sus recursos. Como apunta Jerónimo Rivera, desde el Ministerio de Cultura de la nación, lo que el público demanda viene marcado desde la meca del cine y "a esto se suma que los exhibidores no dan una ventana suficientemente amplia a las películas y a que la difusión de las mismas es bastante insuficiente". Debido a este hecho, la solución a la que apuntan desde el gobierno colombiano es la de crear campañas de producción más fuertes y "permitir así que los colombianos conozcan de una manera amplia la cinematografía local".
El Estado de Colombia siempre se ha mostrado preocupado por fomentar la industria del cine nacional, sobre todo con la implementación de la Ley del Cine en el año 2003. Gracias a ella nació el Fondo de Desarrollo Cinematográfico, el cual recibe recursos de la cuota que pagan los exhibidores, distribuidores y productores, del que saca dinero de las entradas a las salas. Además se crearon los conocidos como certificados de inversión audiovisual o donación, mediante los que se han conseguido ampliar el capital del que disponen las producciones. Para comprender la importancia de estas dos fórmulas hay que destacar que en 2019 se " emitieron certificados por más de 50 000 millones de pesos (13 700 millones de dólares)" según el Ministerio de Cultura.
Esto ha repercutido positivamente a la industria del país, hasta tal punto que más de la mitad de las películas de la nación se han rodado después de la aprobación de dicha normativa. Tanto es así que el productor colombiano Andrés Lopera ha afirmado que "la diferencia del 2003 al 2019 de la industria del cine en Colombia es del día y la noche... Al ver el crecimiento exponencial que se ha logrado gracias a la Ley de Cine y gracias a pensar cómo desarrollar más y de mejores formas el sector, serían interminables los beneficios que se han traído". Se espera que poco a poco los títulos vayan creciendo tanto en número como en calidad, haciendo que los ciudadanos se interesen por ellos, llenando las salas para ver a sus compatriotas en un futuro próximo.
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