Pueblo vizcaíno de Ortuella, contra Netflix por produccción sobre tragedia infantil narrada por Fernando Aramburu
- por © Redacción-NOTICINE.com
La localidad vizcaína de Ortuella, en el País Vasco, fue el escenario trágico la muerte de medio centenar de niños y tres trabajadores el 23 de octubre de 1980, como consecuencia una explosión de gas propano en el colegio público Marcelino Ugalde. 44 años después, el escritor vasco Fernando Aramburu ("Patria") ha publicado "El niño", una de las novelas más vendidas en España este 2024. Netflix anunció a principios de este mes la compra de los derechos y se propone filmar, con dirección de Mariano Barroso, una adaptación en forma de largometraje. A finales de la pasada semana el Ayuntamiento de Ortuella, con los votos de todos sus concejales, pidió públicamente a la plataforma que desista: "Instamos a considerar la sensibilidad de nuestra situación y la importancia de nuestro derecho a decidir sobre nuestra historia y sobre su difusión pública".
La novela narra la historia desde la perspectiva de un jubilado que visita la tumba de su nieto, una de las víctimas de la explosión. Aramburu ha señalado que, aunque la novela está basada en hechos reales, se trata de un producto literario. "Es una historia trágica, dolorosa, y transcurre a menudo por senderos de una alta intensidad emocional", dijo a Onda Cero, asegurando que trató el tema con cuidado para no herir sensibilidades: "Estuve sometido al temor de reactualizar un acontecimiento que podría reproducir el dolor que algunas familias tuvieron".
Ahora, el escritor donostiarra -antes de que el consistorio ortelano se manifestara al respecto- apoyó el proyecto de Netflix: "A lo largo de los años el accidente de Ortuella me interpeló con fuerza. Sentía como si reclamara un espacio propio en la serie de historias titulada 'Gentes vascas' que me propongo contar. El proyecto de adaptación al cine por parte de Netflix me complace sobremanera y al mismo tiempo me afianza en el convencimiento de que los niños fallecidos en aquella tragedia de 1980 merecen un lugar digno en nuestra memoria".
No lo piensan así en la localidad vizcaína. En el manifiesto firmado por todas las fuerzas políticas de su Ayuntamiento (PNV, EH Bildu, PSE-EE y Borobil-Podemos-IU), se insta a Netflix "de manera respetuosa y enfática", que no realice ninguna película o producción audiovisual "que trate sobre el drama que nuestro pueblo vivió en el pasado. Esta decisión ha sido adoptada de manera unánime por nuestra comunidad, reflejando nuestro deseo colectivo de salvaguardar nuestra historia y privacidad", afirman.
Los crímenes o tragedias reales llenan hoy, con documentales o ficciones, las parrillas de casi todas las plataformas y cadenas de TV, destacando en sus índices de audiencia. Eduard Blasi, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, explica que "cuando se trata de un hecho noticiable y de relevancia pública, queda amparado por el derecho a la libertad de expresión e información". Sin embargo, advierte que el contenido sensacionalista o morboso queda excluido porque impacta sobre la vida íntima de los individuos. Blasi también señala que el derecho a la protección de datos es un derecho inter vivos, desapareciendo en el momento de la muerte.
Sylvie Pérez, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, comenta sobre el impacto psicológico en las familias: "Es la revictimización total, porque los padres y los niños son víctimas. Con toda esta exposición se vuelven a victimizar porque pasan por el mismo dolor".
El debate sobre la ética en la producción de contenidos basados en crímenes reales o sucesos trágicos sigue abierto. Elena Neira, investigadora del grupo GAME de la UOC, menciona que la protección de los menores puede burlarse cambiando nombres, lugares y situaciones. Sin embargo, Blasi subraya que "la víctima siempre tiene una especial protección, fundamentalmente cuando estamos hablando de situaciones comprometidas que atentan aún más contra la intimidad".
Por el momento, Netflix no se ha manifestado sobre el proyecto de "El niño", que previsiblemente no contará con facilidades para filmarse en Ortuella.
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La novela narra la historia desde la perspectiva de un jubilado que visita la tumba de su nieto, una de las víctimas de la explosión. Aramburu ha señalado que, aunque la novela está basada en hechos reales, se trata de un producto literario. "Es una historia trágica, dolorosa, y transcurre a menudo por senderos de una alta intensidad emocional", dijo a Onda Cero, asegurando que trató el tema con cuidado para no herir sensibilidades: "Estuve sometido al temor de reactualizar un acontecimiento que podría reproducir el dolor que algunas familias tuvieron".
Ahora, el escritor donostiarra -antes de que el consistorio ortelano se manifestara al respecto- apoyó el proyecto de Netflix: "A lo largo de los años el accidente de Ortuella me interpeló con fuerza. Sentía como si reclamara un espacio propio en la serie de historias titulada 'Gentes vascas' que me propongo contar. El proyecto de adaptación al cine por parte de Netflix me complace sobremanera y al mismo tiempo me afianza en el convencimiento de que los niños fallecidos en aquella tragedia de 1980 merecen un lugar digno en nuestra memoria".
No lo piensan así en la localidad vizcaína. En el manifiesto firmado por todas las fuerzas políticas de su Ayuntamiento (PNV, EH Bildu, PSE-EE y Borobil-Podemos-IU), se insta a Netflix "de manera respetuosa y enfática", que no realice ninguna película o producción audiovisual "que trate sobre el drama que nuestro pueblo vivió en el pasado. Esta decisión ha sido adoptada de manera unánime por nuestra comunidad, reflejando nuestro deseo colectivo de salvaguardar nuestra historia y privacidad", afirman.
Los crímenes o tragedias reales llenan hoy, con documentales o ficciones, las parrillas de casi todas las plataformas y cadenas de TV, destacando en sus índices de audiencia. Eduard Blasi, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, explica que "cuando se trata de un hecho noticiable y de relevancia pública, queda amparado por el derecho a la libertad de expresión e información". Sin embargo, advierte que el contenido sensacionalista o morboso queda excluido porque impacta sobre la vida íntima de los individuos. Blasi también señala que el derecho a la protección de datos es un derecho inter vivos, desapareciendo en el momento de la muerte.
Sylvie Pérez, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, comenta sobre el impacto psicológico en las familias: "Es la revictimización total, porque los padres y los niños son víctimas. Con toda esta exposición se vuelven a victimizar porque pasan por el mismo dolor".
El debate sobre la ética en la producción de contenidos basados en crímenes reales o sucesos trágicos sigue abierto. Elena Neira, investigadora del grupo GAME de la UOC, menciona que la protección de los menores puede burlarse cambiando nombres, lugares y situaciones. Sin embargo, Blasi subraya que "la víctima siempre tiene una especial protección, fundamentalmente cuando estamos hablando de situaciones comprometidas que atentan aún más contra la intimidad".
Por el momento, Netflix no se ha manifestado sobre el proyecto de "El niño", que previsiblemente no contará con facilidades para filmarse en Ortuella.
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