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Liliana Mazure, expresidenta del INCAA (2008-2013), y autora de películas como "Van Van - Empezó la fiesta!" o "1973, un grito del corazón", habló con nuestra compañera Julia Montesoro, de GPS Audiovisual, sobre la actual situación del cine argentino, al poco de la aprobación de una nueva Ley de Fomento por parte del gobierno Milei, cuando el INCAA permanece cerrado, Ventana Sur se ha trasladado a Uruguay y Fernando Juan Lima ha dejado de ser presidente del Festival de Mar del Plata.

Liliana Mazure considera que el Instituto de Cine argentino "está cerrado porque en este momento los planes de fomento no funcionan", lo que afecta gravemente a la industria.

Durante su gestión, Mazure impulsó la creación del mercado Ventana Sur, atrayendo 450 producciones latinoamericanas y cerca de 300 compradores internacionales en su primera edición. "Fue un éxito brutal", señaló.

Al reflexionar sobre el futuro del INCAA, Mazure vislumbra un "escenario espantoso" en los próximos años. La falta de fomento complica la producción y coproducción, cruciales para el cine argentino. Sin este apoyo, la validación de coproducciones, esencial para proyectos con países como España, se vuelve inviable. "Yo estoy trabajando en una coproducción con España y los españoles están desesperados. Vamos a terminar con una participación mayoritaria española y no sé qué puede aportar Argentina", criticó Mazure, refiriéndose a la situación actual.



Sobre el cambio en la distribución y exhibición de contenidos, Mazure recordó su gestión, cuando se produjo la transición de lo analógico a lo digital. Aunque las plataformas no estaban plenamente establecidas en su momento, reconoció la importancia de adaptarse a estos cambios. Subrayó que "las plataformas son las distribuidoras de las producciones audiovisuales" y que el sector debe tomar conciencia de su poder, especialmente ante la falta de apoyo estatal. "Me parece que nosotros tenemos que empoderarnos", afirmó, destacando la importancia de regular derechos de autor, plataformas, exhibición y distribución para evitar la manipulación.

Mazure también mencionó la huelga de guionistas y actores en Estados Unidos como un ejemplo del poder que tienen los trabajadores de la industria audiovisual, insistiendo en la necesidad de regulación en derechos de autor, plataformas, exhibición y distribución para evitar la manipulación. "Si no van a regular las plataformas, ni la exhibición ni la distribución y si no se va a poder seguir regulando el trabajo calificado que significa la industria audiovisual, va a ser muy difícil empoderarnos", declaró.

Finalmente, Mazure habló sobre la necesidad de generar recursos económicos para el audiovisual. Recordó la lucha para declarar al audiovisual como industria, que culminó en 2013 con la aprobación de una ley. Destacó la importancia de generar circuitos comerciales, objetivo principal de Ventana Sur, y cuestionó si es más efectivo crear nuevas plataformas con poca audiencia o enfocarse en aquellas con mayor alcance. "Debemos cuestionarnos: ¿está bueno que nosotros generemos nuevas plataformas con poca audiencia? ¿O ponemos el esfuerzo en generar el circuito comercial para los productores y realizadores en las plataformas que tienen mayor audiencia?", concluyó Mazure, enfatizando la necesidad de discutir abiertamente estos temas para fortalecer la industria audiovisual argentina.

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