50 aniversario de la pionera huelga de intérpretes en España
- por © Angela Pérez Torres-NOTICINE.com
Van a cumplirse 5 décadas de la primera movilización histórica de actores y actrices, que sacudió el país en las postrimerías del franquismo para denunciar las condiciones laborales de los intérpretes y reconocer la actuación como un oficio de pleno derecho. Con motivo del aniversario, el 24 de febrero, la Fundación de artistas intérpretes AISGE convocará un acto en la sede madrileña de Comisiones Obreras para conmemorar el evento. Con este motivo, el presidente de la entidad, Emilio Gutiérrez Caba, escribió una carta abierta en la que asegura que aquella lucha continúa, medio siglo después.
El 4 de febrero de 1975 dio comienzo la oleada de protestas del colectivo teatral que, entre otras reivindicaciones, pedía una reducción de la jornada laboral para los actores, el cobro de las horas de ensayos y un día de descanso a la semana o la función única. El día señalado, los actores madrileños se negaron a salir al escenario, obligando a 15 teatros madrileños a suspender la sesión. Este parón escénico recibió el respaldo de directores de escena y dramaturgos que prohibieron expresamente la representación de sus obras, así como de la escuela de arte dramático y numerosos artistas plásticos de todo el país. A pesar de las detenciones de algunos de los integrantes de los comités de negociación, la huelga se extendió durante una semana. Siete días en los que se suspendieron ensayos, se interrumpieron las actuaciones (muchas veces con el apoyo del público, que aplaudía al conocer las razones de la interrupción) y se detuvieron los rodajes de cine y televisión, así como las actividades en los estudios de doblaje de toda España.
"Aquella fue la ocasión para reivindicarnos como trabajadores de pleno derecho y no esos meros ‘comediantes’ o ‘titiriteros’ con los que las élites y las clases dirigentes querían caricaturizarnos y minusvalorarnos", decía en un artículo el presidente de la Fundación AISGE, Emilio Gutiérrez Caba, sobre la movilización. Para él, el motivo de las protestas tuvo su origen en la gestión del Sindicato del Espectáculo, que aún por entonces estaba muy vinculado al régimen.
Cuando en enero de 1975, en el marco de las elecciones a vocales de las actrices y actores del sindicato, se rechazó la propuesta de lista de 11 intérpretes (pese a que contaban con el apoyo de todas las organizaciones democráticas), saltó la chispa. El reemplazo de estos 11 miembros por una lista oficial del sindicato franquista fue la gota que colmó el vaso, y así se decidió el cierre de las principales sedes, teatros y distintas salas de cine. Con todo,Gutiérrez Caba lanzaba un aviso porque, según alertaba, a pesar de que ha pasado casi medio siglo de esas primeras reivindicaciones, el menosprecio a la cultura del espectáculo no ha desaparecido del todo. Por eso es preciso recordar, a día de hoy, aquella primera huelga de actores en la Historia de España.
Para conmemorar la fecha, en el mismo comunicado el presidente de AISGE pedía, a aquellos que quieran recordar a esos valientes pioneros, que el 24 de febrero acudan a la sede de Comisiones Obreras en la capital, en el auditorio Marcelino Camacho de la calle Lope de Vega. "Si ese lunes andan ustedes por Madrid, anótenselo en la agenda y hónrenos con su presencia, porque instituciones como la Unión de Actores celebrarán, con el respaldo de la Fundación AISGE, un acto conmemorativo y reivindicativo para celebrar el 50 aniversario de la histórica huelga de 1975 protagonizada por las actrices y actores de este país", informaba Caba, quien, después del anuncio, no se olvidaba de lanzar su propia reivindicación y remataba así su alegato: "Conviene también, más allá del homenaje y la memoria histórica, seguir apretando puños y dientes para que nunca, nunca, demos un solo paso atrás. Porque la lucha continúa, a diario y para todos nosotros".
El texto íntegro de Emilio Gutérrez Caba puede leerse aquí.
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El 4 de febrero de 1975 dio comienzo la oleada de protestas del colectivo teatral que, entre otras reivindicaciones, pedía una reducción de la jornada laboral para los actores, el cobro de las horas de ensayos y un día de descanso a la semana o la función única. El día señalado, los actores madrileños se negaron a salir al escenario, obligando a 15 teatros madrileños a suspender la sesión. Este parón escénico recibió el respaldo de directores de escena y dramaturgos que prohibieron expresamente la representación de sus obras, así como de la escuela de arte dramático y numerosos artistas plásticos de todo el país. A pesar de las detenciones de algunos de los integrantes de los comités de negociación, la huelga se extendió durante una semana. Siete días en los que se suspendieron ensayos, se interrumpieron las actuaciones (muchas veces con el apoyo del público, que aplaudía al conocer las razones de la interrupción) y se detuvieron los rodajes de cine y televisión, así como las actividades en los estudios de doblaje de toda España.
"Aquella fue la ocasión para reivindicarnos como trabajadores de pleno derecho y no esos meros ‘comediantes’ o ‘titiriteros’ con los que las élites y las clases dirigentes querían caricaturizarnos y minusvalorarnos", decía en un artículo el presidente de la Fundación AISGE, Emilio Gutiérrez Caba, sobre la movilización. Para él, el motivo de las protestas tuvo su origen en la gestión del Sindicato del Espectáculo, que aún por entonces estaba muy vinculado al régimen.
Cuando en enero de 1975, en el marco de las elecciones a vocales de las actrices y actores del sindicato, se rechazó la propuesta de lista de 11 intérpretes (pese a que contaban con el apoyo de todas las organizaciones democráticas), saltó la chispa. El reemplazo de estos 11 miembros por una lista oficial del sindicato franquista fue la gota que colmó el vaso, y así se decidió el cierre de las principales sedes, teatros y distintas salas de cine. Con todo,Gutiérrez Caba lanzaba un aviso porque, según alertaba, a pesar de que ha pasado casi medio siglo de esas primeras reivindicaciones, el menosprecio a la cultura del espectáculo no ha desaparecido del todo. Por eso es preciso recordar, a día de hoy, aquella primera huelga de actores en la Historia de España.
Para conmemorar la fecha, en el mismo comunicado el presidente de AISGE pedía, a aquellos que quieran recordar a esos valientes pioneros, que el 24 de febrero acudan a la sede de Comisiones Obreras en la capital, en el auditorio Marcelino Camacho de la calle Lope de Vega. "Si ese lunes andan ustedes por Madrid, anótenselo en la agenda y hónrenos con su presencia, porque instituciones como la Unión de Actores celebrarán, con el respaldo de la Fundación AISGE, un acto conmemorativo y reivindicativo para celebrar el 50 aniversario de la histórica huelga de 1975 protagonizada por las actrices y actores de este país", informaba Caba, quien, después del anuncio, no se olvidaba de lanzar su propia reivindicación y remataba así su alegato: "Conviene también, más allá del homenaje y la memoria histórica, seguir apretando puños y dientes para que nunca, nunca, demos un solo paso atrás. Porque la lucha continúa, a diario y para todos nosotros".
El texto íntegro de Emilio Gutérrez Caba puede leerse aquí.
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