Guillermo del Toro habla sobre el acuerdo con Netflix y la escuela Gobelins para crear un estudio stop motion en Francia
- por © Redacción-NOTICINE.com
El cineasta Guillermo del Toro y jefe de Netflix, Ted Sarandos, anunciaron el acuerdo con la escuela francesa Gobelins para crear un estudio de animación stop-motion que funcionará como un laboratorio vivo dentro de esa institución, cuyos pasillos han formado a talentos como Pierre Buffin, director de "Gru-Mi villano favorito / Despicable Me".
El proyecto, concebido en conjunto por Del Toro y la plataforma, no pretende ser solo un centro de formación. Lo describieron como un espacio para la experimentación, la colaboración y la investigación, un intento por empujar los límites de un arte que consideran esencialmente humano. En sus palabras, se trata de dar a las nuevas generaciones la oportunidad de aprender un oficio que reúne en sí mismo todas las disciplinas del cine.
La iniciativa sirve, a la vez, como un homenaje a la memoria de Mark Gustafson, cuyo trabajo en la animación marco por marco fue una inspiración fundamental para Del Toro. Fue el propio director quien recordó los orígenes de esta colaboración. Relató que todo comenzó cuando Sarandos le preguntó qué tenía en su lista de deseos. "Le dije: 'Eres un multimillonario. Si te quedas conmigo, te convertiré en millonario'", confesó Del Toro con ironía. "Creo que es imperativo mirar las cosas que necesitan ser preservadas, incluso si a corto plazo no ves claramente por qué, excepto que para algunas personas son muy importantes. Cuando él apoyó 'Pinocchio' después de casi 20 años de perseguirlo, eso fue importante".
Ese apoyo previo allanó el camino para una nueva aventura. El director confirmó que ya está embarcado con Netflix en una segunda producción stop-motion, basada en la novela "The Buried Giant" del premio Nobel Kazuo Ishiguro. "El momento para esta escuela es perfecto porque podemos integrar a personas que entren o salgan de ella en ese proyecto como aprendices, o gente que aprenda el arte de crear escenarios o títeres", explicó.
Para Ted Sarandos, el atractivo de esta forma de animación reside en su naturaleza tangible. "Lo que realmente me gusta del stop-motion en un entorno educativo es que lo que aprendí de este hombre es que el stop-motion es cine. Es diseño de vestuario, es diseño de escenarios, es iluminación, es cámara, es todo. Cada disciplina que usas para hacer una película, la haces en la animación stop-motion. El toque humano es algo que la gente percibe", afirmó.
La visión de Del Toro, sin embargo, trasciende las paredes del estudio en París. Expresó su deseo de que este espacio construya futuros puentes entre creadores europeos y latinoamericanos. "En México, particularmente, el stop-motion siempre está en terrible necesidad de apoyo. No reciben mucho apoyo del gobierno allí. Creo que lo importante es que Europa y América Latina estén conectadas, eso abre todo un camino de esperanza", señaló.
La conversación derivó, casi inevitablemente, hacia el debate actual sobre la inteligencia artificial. Del Toro fue categórico al hacer una distinción. "Hay que diferenciar el término IA como herramienta y la IA como una propuesta de generar creatividad", argumentó. "Si miras un sistema de partículas que se ha usado en animación por más de 15 años, ese sistema contiene elementos que podrían verse como IA. La IA generativa es una conversación diferente".
El director compartió una anécdota que dejó clara su postura. "Hace unos meses, alguien que ocupa un alto cargo me escribió. Me dijo: '¿Cuál es tu postura sobre la IA?'. Y respondí al correo diciendo: 'Prefiero morir'". Bromeó sobre el valor del tiempo en la animación, un lujo que la industria no siempre permite. "Me encanta hacer 'Pinocchio' porque tengo más de dos años para cambiar de opinión. Es como ver un accidente en cámara lenta. Tienes tiempo para salir del coche". Para él, el stop-motion es el equivalente a la "comida lenta" en la industria culinaria, y sentenció: "En una era en la que puedes tener la IA invadiendo cualquier otra forma de animación, el stop-motion es a prueba de IA".
Por su parte, Sarandos, en declaraciones posteriores a Variety, matizó su perspectiva. "Veo la IA como una herramienta del creador, no como una herramienta creativa por sí sola", afirmó. "Creo que la idea de que la IA vaya a imaginar cosas por encima de los humanos es bastante improbable. Es todo lo contrario de para lo que está construida". El co-CEO de Netflix añadió: "La IA está diseñada para tomar todas las cosas que se han hecho nunca y darte el resultado más predecible, que es lo opuesto a lo que los escritores intentan hacer cuando escriben un guion o lo que un cineasta intenta hacer cuando cuenta una historia. Así que no me pongo muy nervioso por que desplace la creatividad".
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El proyecto, concebido en conjunto por Del Toro y la plataforma, no pretende ser solo un centro de formación. Lo describieron como un espacio para la experimentación, la colaboración y la investigación, un intento por empujar los límites de un arte que consideran esencialmente humano. En sus palabras, se trata de dar a las nuevas generaciones la oportunidad de aprender un oficio que reúne en sí mismo todas las disciplinas del cine.
La iniciativa sirve, a la vez, como un homenaje a la memoria de Mark Gustafson, cuyo trabajo en la animación marco por marco fue una inspiración fundamental para Del Toro. Fue el propio director quien recordó los orígenes de esta colaboración. Relató que todo comenzó cuando Sarandos le preguntó qué tenía en su lista de deseos. "Le dije: 'Eres un multimillonario. Si te quedas conmigo, te convertiré en millonario'", confesó Del Toro con ironía. "Creo que es imperativo mirar las cosas que necesitan ser preservadas, incluso si a corto plazo no ves claramente por qué, excepto que para algunas personas son muy importantes. Cuando él apoyó 'Pinocchio' después de casi 20 años de perseguirlo, eso fue importante".
Ese apoyo previo allanó el camino para una nueva aventura. El director confirmó que ya está embarcado con Netflix en una segunda producción stop-motion, basada en la novela "The Buried Giant" del premio Nobel Kazuo Ishiguro. "El momento para esta escuela es perfecto porque podemos integrar a personas que entren o salgan de ella en ese proyecto como aprendices, o gente que aprenda el arte de crear escenarios o títeres", explicó.
Para Ted Sarandos, el atractivo de esta forma de animación reside en su naturaleza tangible. "Lo que realmente me gusta del stop-motion en un entorno educativo es que lo que aprendí de este hombre es que el stop-motion es cine. Es diseño de vestuario, es diseño de escenarios, es iluminación, es cámara, es todo. Cada disciplina que usas para hacer una película, la haces en la animación stop-motion. El toque humano es algo que la gente percibe", afirmó.
La visión de Del Toro, sin embargo, trasciende las paredes del estudio en París. Expresó su deseo de que este espacio construya futuros puentes entre creadores europeos y latinoamericanos. "En México, particularmente, el stop-motion siempre está en terrible necesidad de apoyo. No reciben mucho apoyo del gobierno allí. Creo que lo importante es que Europa y América Latina estén conectadas, eso abre todo un camino de esperanza", señaló.
La conversación derivó, casi inevitablemente, hacia el debate actual sobre la inteligencia artificial. Del Toro fue categórico al hacer una distinción. "Hay que diferenciar el término IA como herramienta y la IA como una propuesta de generar creatividad", argumentó. "Si miras un sistema de partículas que se ha usado en animación por más de 15 años, ese sistema contiene elementos que podrían verse como IA. La IA generativa es una conversación diferente".
El director compartió una anécdota que dejó clara su postura. "Hace unos meses, alguien que ocupa un alto cargo me escribió. Me dijo: '¿Cuál es tu postura sobre la IA?'. Y respondí al correo diciendo: 'Prefiero morir'". Bromeó sobre el valor del tiempo en la animación, un lujo que la industria no siempre permite. "Me encanta hacer 'Pinocchio' porque tengo más de dos años para cambiar de opinión. Es como ver un accidente en cámara lenta. Tienes tiempo para salir del coche". Para él, el stop-motion es el equivalente a la "comida lenta" en la industria culinaria, y sentenció: "En una era en la que puedes tener la IA invadiendo cualquier otra forma de animación, el stop-motion es a prueba de IA".
Por su parte, Sarandos, en declaraciones posteriores a Variety, matizó su perspectiva. "Veo la IA como una herramienta del creador, no como una herramienta creativa por sí sola", afirmó. "Creo que la idea de que la IA vaya a imaginar cosas por encima de los humanos es bastante improbable. Es todo lo contrario de para lo que está construida". El co-CEO de Netflix añadió: "La IA está diseñada para tomar todas las cosas que se han hecho nunca y darte el resultado más predecible, que es lo opuesto a lo que los escritores intentan hacer cuando escriben un guion o lo que un cineasta intenta hacer cuando cuenta una historia. Así que no me pongo muy nervioso por que desplace la creatividad".
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