Colaboración: Compra de Warner Bros. por Netflix, ¿Y ahora qué?
- por © NOTICINE.com
Por Santiago Echeverría
Se diría que la rápida compra de Warner Bros. por parte de Netflix ha pillado a contrapié a mucha gente en Hollywood. Sindicatos, dueños de salas y no pocos productores independientes han mostrado sus temores sobre el alcance del negocio, que amenaza con cambiar el modelo de la industria fílmica tal y como la conocíamos hasta ahora.
Algunos quieren confiar en que las entidades regulatorias nacionales e internacionales frenen el acuerdo, pero Netflix confía ciegamente en que el éxito final será suyo.
Si Ted Sarantos, el coCEO de Netflix acierta, estará más cerca de hacer realidad su visión del entretenimiento: algo que se consume en casa. Nunca ha ocultado que su idea es que algunas películas puedan verse en salas (las menos) y cuando esto ocurra será durante poco más de dos semanas, para inmediatamente saltar a su servicio de streaming.
Para Netflix, el plan representará un avance evolutivo de la industria. Para el resto, hay muchas reticencias y el miedo a un descenso en última instancia de la producción. La plataforma ya ha avanzado cifras tentativas de lo que se va a "ahorrar" con la compra. Y sabemos por otros sectores de la economía que menos competencia significa recortes. Basta con ver como por ejemplo en la banca la compra de entidades implica un rápido despido de personal y cierre de oficinas.
Incluso si las entidades federales aprueban la adquisición, los cambios serán paulatinos, pero -según observadores de Hollywood apuntan este viernes- no deberían durar más de cinco años.
Sarantos ha dicho que Warner Bros. seguirá operando en su modelo tradicional (con ventanas más cortas para la exhibición en salas), pero no ha detallado por cuánto tiempo sería.
¿El resto de los estudios y productoras más o menos independientes serán capaces de sustentar entonces el negocio de la exhibición? ¿Los grandes cineastas podrán seguir contando sus historias con medios y estrellas? ¿Se refugiarán en otros países? ¿Veremos una emigración opuesta a la de los creadores de hace casi un siglo que salieron de Europa para cimentar la industria de Hollywood? Hablando del Viejo Continente, donde nació el cine, ¿Sus autoridades autorizarán que Netflix y Warner.Bros operen conjuntamente en su territorio?
Son muchas preguntas para las que sólo el tiempo dará respuestas seguras...
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Se diría que la rápida compra de Warner Bros. por parte de Netflix ha pillado a contrapié a mucha gente en Hollywood. Sindicatos, dueños de salas y no pocos productores independientes han mostrado sus temores sobre el alcance del negocio, que amenaza con cambiar el modelo de la industria fílmica tal y como la conocíamos hasta ahora.
Algunos quieren confiar en que las entidades regulatorias nacionales e internacionales frenen el acuerdo, pero Netflix confía ciegamente en que el éxito final será suyo.
Si Ted Sarantos, el coCEO de Netflix acierta, estará más cerca de hacer realidad su visión del entretenimiento: algo que se consume en casa. Nunca ha ocultado que su idea es que algunas películas puedan verse en salas (las menos) y cuando esto ocurra será durante poco más de dos semanas, para inmediatamente saltar a su servicio de streaming.
Para Netflix, el plan representará un avance evolutivo de la industria. Para el resto, hay muchas reticencias y el miedo a un descenso en última instancia de la producción. La plataforma ya ha avanzado cifras tentativas de lo que se va a "ahorrar" con la compra. Y sabemos por otros sectores de la economía que menos competencia significa recortes. Basta con ver como por ejemplo en la banca la compra de entidades implica un rápido despido de personal y cierre de oficinas.
Incluso si las entidades federales aprueban la adquisición, los cambios serán paulatinos, pero -según observadores de Hollywood apuntan este viernes- no deberían durar más de cinco años.
Sarantos ha dicho que Warner Bros. seguirá operando en su modelo tradicional (con ventanas más cortas para la exhibición en salas), pero no ha detallado por cuánto tiempo sería.
¿El resto de los estudios y productoras más o menos independientes serán capaces de sustentar entonces el negocio de la exhibición? ¿Los grandes cineastas podrán seguir contando sus historias con medios y estrellas? ¿Se refugiarán en otros países? ¿Veremos una emigración opuesta a la de los creadores de hace casi un siglo que salieron de Europa para cimentar la industria de Hollywood? Hablando del Viejo Continente, donde nació el cine, ¿Sus autoridades autorizarán que Netflix y Warner.Bros operen conjuntamente en su territorio?
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