Creadores de "Soy Frankelda" confían en que desempeño en streaming les permita seguir haciendo películas
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Pese a su estimable comportamiento en salas comerciales mexicanas, donde se estrenó el pasado octubre hasta convertirse en el tercer mejor estreno nacional del año, los creadores de "Soy Frankelda", los hermanos Arturo y Roy Ambriz, reconocen que dados los altos costos de la técnica de animación "stop motion", será el desempeño de la cinta en su próximo estreno en HBO Max el que decidirá la posibilidad de hacer su segundo largometraje.
Paralelamente, el universo de la película se materializa en una exposición en la Cineteca Nacional titulada "Frankelda: Creación y Pesadillas", que permite al público adentrarse en el minucioso trabajo artesanal detrás de cada fotograma.
El camino hasta aquí no fue sencillo. Durante años, los Ambriz cargaron con la advertencia repetida por diversos sectores de la industria. "Durante años nos dijeron que este tipo de películas no se podían hacer en México y que no eran negocio", explica Roy Ambriz en El Universal. El proyecto, una película larga, oscura y realizada completamente en la técnica de animación cuadro por cuadro, parecía condenado al fracaso comercial antes de siquiera existir. Sin embargo, persistieron y lograron concluirla, convirtiendo a "Soy Frankelda" en la primera película mexicana realizada íntegramente en "stop motion".
El éxito en taquilla fue una sorpresa incluso para ellos. La cinta superó los 50 millones de pesos en recaudación, rebasó los 800 000 espectadores y se colocó como la tercera película mexicana más taquillera de 2025. Un comportamiento que desafiaba toda lógica del mercado. "Lo más impactante fue que en la segunda semana, cuando normalmente a las películas les quitan salas, a nosotros nos pasó todo lo contrario: nos subieron pantallas. Fue un comportamiento completamente fuera de lo normal", relata Arturo Ambriz. Este resultado, señalan, rompió un prejuicio arraigado: "Esa excusa ya no debería existir para que más cineastas puedan contar sus propias historias".
En ese proceso crítico, el apoyo del cineasta Guillermo del Toro fue fundamental. No solo ofreció asesoría en la edición y motivó la realización de nuevas tomas, sino que también les dio una lección sobre la tenacidad necesaria. "Guillermo no sólo nos ayudó a reeditar la película... también nos fue aclarando cuál era el camino de distribución tanto en México como en el mundo", cuenta Arturo Ambriz. Y les transmitió un consejo clave: "Nadie les puede decir que no. Hasta un día antes de entregar la película pueden seguir ajustando todo". Esa frase los impulsó a refinar el filme hasta el último minuto, pese al cansancio y las presiones.
Ahora, con la exposición en la Cineteca como testimonio físico del laborioso proceso creativo, la mirada está puesta en el mundo digital. Los altos costos inherentes a la técnica "stop motion" hacen que el rendimiento económico de la película en streaming sea una variable decisiva. El estreno en HBO Max no es, por tanto, un simple trámite, sino la evaluación que permitirá o no la continuidad de la historia. "El streaming va a definir realmente si la historia continúa", afirman los hermanos Ambriz. La taquilla en cines demostró que existe un público receptivo; el siguiente paso es comprobar que ese interés se traslada y consolida en las plataformas, donde la película tendrá una vida prolongada y acceso a nuevas audiencias.
La esperanza de los creadores es que el viaje de Frankelda no termine aquí. Confían en que el mismo público que llenó las salas y que ahora visita la exposición para ver las marionetas y los sets en persona, también active la película en sus dispositivos. En ese desempeño se jugará la posibilidad de un segundo largometraje, de seguir contando historias con esta técnica artesanal y de consolidar un camino que, hasta hace poco, muchos insistían en que era imposible transitar en México.
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Paralelamente, el universo de la película se materializa en una exposición en la Cineteca Nacional titulada "Frankelda: Creación y Pesadillas", que permite al público adentrarse en el minucioso trabajo artesanal detrás de cada fotograma.
El camino hasta aquí no fue sencillo. Durante años, los Ambriz cargaron con la advertencia repetida por diversos sectores de la industria. "Durante años nos dijeron que este tipo de películas no se podían hacer en México y que no eran negocio", explica Roy Ambriz en El Universal. El proyecto, una película larga, oscura y realizada completamente en la técnica de animación cuadro por cuadro, parecía condenado al fracaso comercial antes de siquiera existir. Sin embargo, persistieron y lograron concluirla, convirtiendo a "Soy Frankelda" en la primera película mexicana realizada íntegramente en "stop motion".
El éxito en taquilla fue una sorpresa incluso para ellos. La cinta superó los 50 millones de pesos en recaudación, rebasó los 800 000 espectadores y se colocó como la tercera película mexicana más taquillera de 2025. Un comportamiento que desafiaba toda lógica del mercado. "Lo más impactante fue que en la segunda semana, cuando normalmente a las películas les quitan salas, a nosotros nos pasó todo lo contrario: nos subieron pantallas. Fue un comportamiento completamente fuera de lo normal", relata Arturo Ambriz. Este resultado, señalan, rompió un prejuicio arraigado: "Esa excusa ya no debería existir para que más cineastas puedan contar sus propias historias".
En ese proceso crítico, el apoyo del cineasta Guillermo del Toro fue fundamental. No solo ofreció asesoría en la edición y motivó la realización de nuevas tomas, sino que también les dio una lección sobre la tenacidad necesaria. "Guillermo no sólo nos ayudó a reeditar la película... también nos fue aclarando cuál era el camino de distribución tanto en México como en el mundo", cuenta Arturo Ambriz. Y les transmitió un consejo clave: "Nadie les puede decir que no. Hasta un día antes de entregar la película pueden seguir ajustando todo". Esa frase los impulsó a refinar el filme hasta el último minuto, pese al cansancio y las presiones.
Ahora, con la exposición en la Cineteca como testimonio físico del laborioso proceso creativo, la mirada está puesta en el mundo digital. Los altos costos inherentes a la técnica "stop motion" hacen que el rendimiento económico de la película en streaming sea una variable decisiva. El estreno en HBO Max no es, por tanto, un simple trámite, sino la evaluación que permitirá o no la continuidad de la historia. "El streaming va a definir realmente si la historia continúa", afirman los hermanos Ambriz. La taquilla en cines demostró que existe un público receptivo; el siguiente paso es comprobar que ese interés se traslada y consolida en las plataformas, donde la película tendrá una vida prolongada y acceso a nuevas audiencias.
La esperanza de los creadores es que el viaje de Frankelda no termine aquí. Confían en que el mismo público que llenó las salas y que ahora visita la exposición para ver las marionetas y los sets en persona, también active la película en sus dispositivos. En ese desempeño se jugará la posibilidad de un segundo largometraje, de seguir contando historias con esta técnica artesanal y de consolidar un camino que, hasta hace poco, muchos insistían en que era imposible transitar en México.
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