OPINION: El cine argentino, un éxito que no es casual
- por © NOTICINE.com
21-X-05
Por Jorge Coscia *
En los últimos tiempos se ha incrementado en los medios el espacio que ocupa el cine nacional. Gran cantidad de films producidos y estrenados. Presencia en festivales internacionales con logros importantísimos en lo que hace a premios y reconocimiento a su calidad.
Del mismo modo, se ha incrementado la valoración de nuestro cine en el imaginario colectivo. Notable asistencia de público a las salas en las que se exhiben películas argentinas. Proyección de estrenos a precios accesibles para todos. Permanencia en cartel de las producciones nacionales.
Hoy se habla del "boom" del cine nacional. Se piensa en este fenómeno casi como si fuese azaroso y, por lo tanto, imprevisible. No creo en el azar. Desde mi punto de vista no hay tal "boom". Por el contrario, los resultados exitosos son el fruto de varios factores que, sostenidos en el tiempo, han puesto al cine argentino en la posición de relevancia de la que hoy goza tanto en el país como en el exterior.
Tras los aplausos, los premios y las críticas favorables hay talento. Hay perseverancia y voluntad de trabajo. Hay coraje para afrontar las dificultades. Hay deseo de expresarse y hay contenidos para expresar.
Hay, también, una política pública que sostiene e impulsa la actividad no solo desde el punto de vista económico, otorgando subsidios, sino también difundiendo, creando espacios para la expresión artística y teniendo muy en cuenta el lugar de una actividad como la cinematográfica en el desarrollo de las industrias culturales.
El cine es un mundo complejo, fascinante y mucho mas poblado de lo que la mayoría de las personas recuerda cuando ve una película. El espectador medio suele apreciar, por lo general, el trabajo de los actores y el desarrollo de la historia. Una franja mas pequeña resalta el trabajo del director. Sólo unos pocos reconocen en un film la calidad de la fotografía, la selección de locaciones, el trabajo de iluminación, el sonido, el vestuario, el maquillaje, la ambientación o la cantidad de planos que se realizan en una escena. Y estos son solo algunos de los factores que influyen en el resultado final. Detrás de cada rubro hay decenas de personas que brindan su capacidad, su talento y su esfuerzo.
Si pensamos que, por ejemplo, sólo en lo que hace a largometrajes la industria cinematográfica generó durante el año 2004 casi 7.000 puestos de trabajo, es fácil comprender la insoslayable necesidad de privilegiar no sólo el cine de autor, tal como algunos proclaman, sino también de concebir el mundo del cine como una totalidad en la cual los aspectos comerciales revisten importancia porque se traducen en ocupación para los trabajadores del sector.
Este es el concepto que guía la tarea del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales. Por eso, desde allí, hemos defendido y apoyado la creación y el crecimiento de las industrias culturales relacionadas con el cine, considerándolas como un importante factor en la generación de puestos de trabajo.
En la actualidad se producen en la Argentina entre cincuenta y sesenta largometrajes por año. Del mismo modo, se ha incrementado notablemente la cantidad de comerciales realizados tanto para el país como para el exterior. También refleja el crecimiento de esta industria el aumento de la producción de videos musicales de artistas nacionales y extranjeros.
¿Cuáles serían los efectos de implementar estas mismas políticas públicas para fomentar otras actividades relacionadas con la cultura, como por ejemplo, la producción editorial? ¿Cómo incidiría en la lucha contra el desempleo? ¿Qué nuevas áreas de capacitación tendrían que desarrollarse para poder dar respuesta a la necesidad de trabajadores calificados?
Apuntar al desarrollo de las industrias culturales es una alternativa para poner en marcha el aparato productivo. Si, como dice Jorge Lanata, lo del cine es una isla, trabajemos entonces para que las islas se multipliquen.
* Jorge Coscia es realizador y actual presidente del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (INCAA). Es también candidato a Diputado Nacional por el Frente para la Victoria en las elecciones que tienen lugar el 23 de octubre.
Por Jorge Coscia *
En los últimos tiempos se ha incrementado en los medios el espacio que ocupa el cine nacional. Gran cantidad de films producidos y estrenados. Presencia en festivales internacionales con logros importantísimos en lo que hace a premios y reconocimiento a su calidad.
Del mismo modo, se ha incrementado la valoración de nuestro cine en el imaginario colectivo. Notable asistencia de público a las salas en las que se exhiben películas argentinas. Proyección de estrenos a precios accesibles para todos. Permanencia en cartel de las producciones nacionales.
Hoy se habla del "boom" del cine nacional. Se piensa en este fenómeno casi como si fuese azaroso y, por lo tanto, imprevisible. No creo en el azar. Desde mi punto de vista no hay tal "boom". Por el contrario, los resultados exitosos son el fruto de varios factores que, sostenidos en el tiempo, han puesto al cine argentino en la posición de relevancia de la que hoy goza tanto en el país como en el exterior.
Tras los aplausos, los premios y las críticas favorables hay talento. Hay perseverancia y voluntad de trabajo. Hay coraje para afrontar las dificultades. Hay deseo de expresarse y hay contenidos para expresar.
Hay, también, una política pública que sostiene e impulsa la actividad no solo desde el punto de vista económico, otorgando subsidios, sino también difundiendo, creando espacios para la expresión artística y teniendo muy en cuenta el lugar de una actividad como la cinematográfica en el desarrollo de las industrias culturales.
El cine es un mundo complejo, fascinante y mucho mas poblado de lo que la mayoría de las personas recuerda cuando ve una película. El espectador medio suele apreciar, por lo general, el trabajo de los actores y el desarrollo de la historia. Una franja mas pequeña resalta el trabajo del director. Sólo unos pocos reconocen en un film la calidad de la fotografía, la selección de locaciones, el trabajo de iluminación, el sonido, el vestuario, el maquillaje, la ambientación o la cantidad de planos que se realizan en una escena. Y estos son solo algunos de los factores que influyen en el resultado final. Detrás de cada rubro hay decenas de personas que brindan su capacidad, su talento y su esfuerzo.
Si pensamos que, por ejemplo, sólo en lo que hace a largometrajes la industria cinematográfica generó durante el año 2004 casi 7.000 puestos de trabajo, es fácil comprender la insoslayable necesidad de privilegiar no sólo el cine de autor, tal como algunos proclaman, sino también de concebir el mundo del cine como una totalidad en la cual los aspectos comerciales revisten importancia porque se traducen en ocupación para los trabajadores del sector.
Este es el concepto que guía la tarea del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales. Por eso, desde allí, hemos defendido y apoyado la creación y el crecimiento de las industrias culturales relacionadas con el cine, considerándolas como un importante factor en la generación de puestos de trabajo.
En la actualidad se producen en la Argentina entre cincuenta y sesenta largometrajes por año. Del mismo modo, se ha incrementado notablemente la cantidad de comerciales realizados tanto para el país como para el exterior. También refleja el crecimiento de esta industria el aumento de la producción de videos musicales de artistas nacionales y extranjeros.
¿Cuáles serían los efectos de implementar estas mismas políticas públicas para fomentar otras actividades relacionadas con la cultura, como por ejemplo, la producción editorial? ¿Cómo incidiría en la lucha contra el desempleo? ¿Qué nuevas áreas de capacitación tendrían que desarrollarse para poder dar respuesta a la necesidad de trabajadores calificados?
Apuntar al desarrollo de las industrias culturales es una alternativa para poner en marcha el aparato productivo. Si, como dice Jorge Lanata, lo del cine es una isla, trabajemos entonces para que las islas se multipliquen.
* Jorge Coscia es realizador y actual presidente del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (INCAA). Es también candidato a Diputado Nacional por el Frente para la Victoria en las elecciones que tienen lugar el 23 de octubre.