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28-VI-07

Otrora "enfant terrible" del cine galo, Luc Besson se ha transformado en todo un empresario. Hace ocho años que fundó su productora Europacorp, convertida desde entonces en una de las más exitosas de Francia y la que más exporta al extranjero, a pesar de haberse embarcado en aventuras cinematográficas de altos presupuestos. Ahora, aunque otros sectores económicos siempre han mirado al cine como negocio "de alto riesgo", Besson lanza Europacorp en Bolsa, para ampliar sus posibilidades de producción. Pretende doblar su cifra de negocio en cuatro años.

Para ello, Europacorp llega a la bolsa con más de cinco millones de acciones a la venta, que se ofrecen entre 14 y 16,25 euros cada una. "No buscamos americanizar el cine francés sino internacionalizarlo. De checho, mis mayores éxitos, como "El quinto elemento", han funcionado relativamente mejor en el resto del mundo que en Estados Unidos. Yo dirijo y produzco películas internacionales, no norteamericanas", ha declarado Besson.

El cineasta francés, lanzado al estrellato gracias a aquel "Gran azul" que también descubrió a su amigo actor Jean Reno, no se zambulle en el océano de las altas y bajas, las OPAs y las fusiones, a lo loco. Por el contrario, como su "Juana de Arco", llega acorazado. Europacorp en sus ocho ejercicios pasados nunca ha estado en números rojos. De la mano de un cine comercial, de acción, comedia o animación, dialogado casi siempre en inglés, y con un presupuesto medio de 25 millones de euros, Besson es hoy uno de los productores más poderosos del país más cinéfilo de Europa.

¿El secreto de su éxito? Una visión del cine como producto vendible. Dicen los entendidos que cada proyecto que pone en marcha la compañía es analizado hasta sus últimas consecuencias. Entre ocho meses y un año son empleados para gestionar ayudas oficiales, preventas en diferentes países, derechos de antena, DVDs, video-juegos, juguetes... El departamento de marketing estudia acuerdos publicitarios compartidos con diferentes empresas (su último suceso "Arthur y los Minimoys" colocó personajes desde en productos alimenticios a una entidad bancaria...). En resumen: una película de Europacorp llega a las salas de cine francesas ya amortizada como poco en un 80 % (y a veces por el encima del 120 %), de manera que la taquilla sólo pone la guinda del negocio.

Por otro lado, su empresa, que el año pasado obtuvo unos beneficios de 8,2 millones de euros, con una cifra de negocio en torno a 158, se ha embarcado en otro ambicioso proyecto, la construcción de unos estudios en Seine-Saint-Denis, cerca de París, y la explotación de un complejo de 13 salas en Marsella.

Este "savoir faire" empresarial es el principal atractivo de la compañía creada por Besson, que quiere tutear a la mayoría de las producciones hollywoodienses que compiten con las suyas en los cines, y que por supuesto también cotizan en Wall Street. Espera vender suficientes acciones para financiar más rapidamente sus proyectos y hacerlos cada vez más ambiciosos. Los mercados tienen ahora la palabra.