Crítica: "El hilo rojo", previsible drama amoroso... con poco amor

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El cuarteto del "Hilo rojo"
Por Edurne Sarriegui    

"El hilo rojo" (2016), tercer trabajo de la directora argentina Daniela Coggi, se estrenará esta semana en Argentina y la próxima en Chile. En esta ocasión, buscando tal vez repetir el éxito de taquilla obtenido el año pasado con "Abzurdah", la realizadora repite actriz protagónica, con Eugenia "China" Suárez a la que acompaña el chileno Benjamín Vicuña.
 
Este drama romántico escrito por Coggi, Alejandro Montiel y Milagros Roque Pitt, promete altas dosis de erotismo y viene precedido por la publicidad obtenida de la vida privada de sus protagonistas durante el rodaje. Coproducción argentino-chilena, de ningún modo cumple con la trascendencia sugerida por su título, inspirado en una leyenda oriental que asegura que un invisible hilo rojo une a las personas destinadas a amarse.

La acción comienza en el pasado, cuando Abril (China Suárez), una joven azafata, conoce a Manuel (Benjamín Vicuña), un enólogo en viaje a Madrid, durante un vuelo. Manuel no puede evitar flirtear con Abril y proponerle encontrarse en tierra. A pesar de sus intenciones, un operativo de emergencia en el aeropuerto impedirá el encuentro. Siete años después vuelven a encontrarse durante otro viaje, esta vez en Colombia, cuando coinciden en un hotel en Cartagena de Indias. Ambos formaron una familia. Abril vive con Bruno (Hugo Silva) y tiene un hijo. Manuel está casado con Laura (Guillermina Valdés) y tiene una hija. Sin embargo, parece imposible ignorar la atracción entre ambos.

El principal problema de "El Hilo Rojo" es que la prometida historia de amor nunca aparece. La trascendencia del vínculo previsto por el título nunca se deja sentir y en su lugar lo que se aprecia es un juego de sexo e infidelidad que sus protagonistas son incapaces de ocultar.

El enamoramiento profundo aquí no pasa de calentura, la pasión se sustituye por un "aquí te pillo, aquí te mato" y la resolución de los protagonistas no pasa de un "¿y ahora qué hacemos con esto?".

"El Hilo Rojo" es correcta en lo formal y saca buen partido de las locaciones en las que se desarrolla, pero la historia tiene un desarrollo bastante torpe y previsible. No evita caer en clichés, incluso remarcados por los propios protagonistas, y trata superficialmente temas que pretenden ser profundos. Probablemente esté destinado a ser más recordado por todos los condimentos extra cinematográficos que rodearon su filmación que por sus propios méritos.

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