Crítica: "Alma", comedia con vocación de sitcom pero sin gracia
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Por Edurne Sarriegui
El argentino radicado en Chile Diego Rougier estrena en su país de origen "Alma", su segundo largometraje después de "Sal" (2011). Conocido en Argentina por sus trabajos televisivos, Rougier dirige y coescribe junto a Rodrigo Vergara Tampe esta coproducción argentino-chilena que se presenta como una comedia romántica. O eso intenta.
Alma (Javiera Contador) y Fernando (Fernando Larraín) se enamoraron siendo niños y compañeros de colegio. Llevan diecisiete años casados y a esta altura Fernando está un poco cansado del comportamiento bastante peculiar de su esposa. Alma se autodefine como bipolar y maniaco-depresiva. Con ese diagnóstico y su poca disciplina para tomar la medicación, su conducta es a menudo errática, absurda y un tanto infantil. Cuando un día, por casualidad, Alma se entera de lo que su marido siente y piensa de ella, le pedirá que se vaya de casa sin mayores preámbulos.
A partir de ese momento Fernando tratará infructuosamente de volver con su esposa, mientras Alma, empeñada en vengarse de su marido, viajará a Buenos Aires con Gaspar (Nicolás Cabré), un argentino que se enamora perdidamente de sus excentricidades. Fernando la seguirá hasta allí en su afán por recuperarla.
Las situaciones alocadas a las que se ven arrastrados los personajes se suceden una tras otra en un intento vano por arrancar alguna carcajada del público, situación ésta que no se llega a producir.
La cinta cuenta con un buen número de personajes secundarios den los que no se sabe muy bien qué papel cumplen en la historia, como no sea aumentar el desquicio con una sucesión incansable de gags que no terminan de encontrar el tono necesario para divertir y sorprender.
La tragedia que supone la enfermedad mental de Alma se trata de una manera bastante superficial y banal. A pesar de la seriedad del diagnóstico no se consigue alcanzar la más mínima empatía con la insoportable Alma. Ni la comedia ni el drama terminan de definirse en este film.
La historia que cuenta es bastante previsible en su desarrollo, los personajes poco profundos y los chistes nunca terminan de cuajar. "Alma" está interpretada por buena parte del elenco de la serie "Casados con hijos" en su versión chilena que a su vez está basada en la sitcom de EEUU "Married with Children". Parece obvio que la intención ha sido repetir el éxito televisivo en las taquillas cinematográficas. Lástima que el resultado final sea un tanto pobre y probablemente poco memorable.
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El argentino radicado en Chile Diego Rougier estrena en su país de origen "Alma", su segundo largometraje después de "Sal" (2011). Conocido en Argentina por sus trabajos televisivos, Rougier dirige y coescribe junto a Rodrigo Vergara Tampe esta coproducción argentino-chilena que se presenta como una comedia romántica. O eso intenta.
Alma (Javiera Contador) y Fernando (Fernando Larraín) se enamoraron siendo niños y compañeros de colegio. Llevan diecisiete años casados y a esta altura Fernando está un poco cansado del comportamiento bastante peculiar de su esposa. Alma se autodefine como bipolar y maniaco-depresiva. Con ese diagnóstico y su poca disciplina para tomar la medicación, su conducta es a menudo errática, absurda y un tanto infantil. Cuando un día, por casualidad, Alma se entera de lo que su marido siente y piensa de ella, le pedirá que se vaya de casa sin mayores preámbulos.
A partir de ese momento Fernando tratará infructuosamente de volver con su esposa, mientras Alma, empeñada en vengarse de su marido, viajará a Buenos Aires con Gaspar (Nicolás Cabré), un argentino que se enamora perdidamente de sus excentricidades. Fernando la seguirá hasta allí en su afán por recuperarla.
Las situaciones alocadas a las que se ven arrastrados los personajes se suceden una tras otra en un intento vano por arrancar alguna carcajada del público, situación ésta que no se llega a producir.
La cinta cuenta con un buen número de personajes secundarios den los que no se sabe muy bien qué papel cumplen en la historia, como no sea aumentar el desquicio con una sucesión incansable de gags que no terminan de encontrar el tono necesario para divertir y sorprender.
La tragedia que supone la enfermedad mental de Alma se trata de una manera bastante superficial y banal. A pesar de la seriedad del diagnóstico no se consigue alcanzar la más mínima empatía con la insoportable Alma. Ni la comedia ni el drama terminan de definirse en este film.
La historia que cuenta es bastante previsible en su desarrollo, los personajes poco profundos y los chistes nunca terminan de cuajar. "Alma" está interpretada por buena parte del elenco de la serie "Casados con hijos" en su versión chilena que a su vez está basada en la sitcom de EEUU "Married with Children". Parece obvio que la intención ha sido repetir el éxito televisivo en las taquillas cinematográficas. Lástima que el resultado final sea un tanto pobre y probablemente poco memorable.
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