Anahí Berneri habla sobre el estreno de "Alanís"
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
La directora argentina Anahí Berneri, estrena "Alanís", que tuvo su première mundial en Toronto y en pocos días concursará en San Sebastián. La película relata tres días en la vida de una prostituta y su pequeño hijo, personajes retratados por Sofía Gala Castiglione y su hijo Dante Della Paolera, de un año y medio. "No hago militancia a través de mis películas pero sí expongo realidades", confiesa en una charla exclusiva con nuestros compañeros de EscribiendoCine.
- ¿Cómo fue que se interesó por el tema de la prostitución?
Me llamaron de SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) con la idea de hacer un cortometraje llamado Alanisse. Cuando lo leí me di cuenta que existían dos temas separados: la trata y la prostitución, que para mí son dos cosas muy distintas. Como yo quería hablar de prostitución, nos metimos en la reescritura del corto. Me puse a investigar porqué como sociedad argentina mezclamos tanto estos dos conceptos y empecé a notar que existen políticas gubernamentales que buscan un tratante detrás de toda mujer que ejerce la prostitución. Cuando comencé a hablar con las instituciones de distintas campanas y miradas, encontré que hay muchas mujeres que son denunciadas como tratantes por el simple hecho de ejercer la prostitución con cierta edad. También que era una práctica muy común que los organismos gubernamentales entraran en los privados, los allanaran y pidieran coima para habilitar los lugares como casas de masajes. La prostitución no puede ser perseguida ni penalizada pero no es legal ejercerla en ningún lugar. En esa contradicción legal es que trabajé con la película.
- ¿Cómo fue que pasó de ser un corto a la película que es hoy?
Cuando filmamos el corto enseguida con Sofía nos dimos cuenta de que teníamos un largo, que lo queríamos. Yo digo que "Alanís" es una película un poco urgente y amorosa, intimista. Yo no hago militancia a través de mis películas pero sí expongo realidades.
- ¿Por qué pensó en Sofía Gala Castiglione para el personaje?
Yo quería que el personaje fuera una mujer que ejerciera la prostitución y que fuera madre, quería que estuviera amamantando. Con Laura Huberman nos pusimos a pensar en quién lo podría interpretar y surgió el nombre de Sofía Gala Castiglione. Ella acababa de tener un bebé y era perfecta. Por suerte ella quiso. Su relación tan carnal, erótica y sexual con su hijo Dante ha hecho crecer muchísimo el personaje y la película.
- ¿Cuánto cambió en el guion el hecho de trabajar con ella y Dante?
Había improvisación y yo también pedía que ese imprevisto aparezca, porque justamente ahí es donde aparece la verdad con el trabajo con los chicos. Dante todo el tiempo sentía el ritmo de la escena. Si Sofía estaba interpretando su angustia o su llanto, él la miraba, le tocaba la cara, le pedía teta, repetía las palabras que decía. Esos aportes de él hicieron que se resignifiquen las escenas por completo. Hay cosas que nunca las podría haber escrito, ni nunca podría haber forzado a un nene de un año y medio que diga algo determinado. Eso tiene que ver con estimular a que esas situaciones ocurran, había una relación y un juego con él. Sofía es súper generosa y concentrada, sino la película tampoco podría haber tenido esa puesta.
- Hay organizaciones sociales que militan por la legalización de la prostitución y piden por los derechos laborales. ¿La película apoya esa legalización?
En la película lo que se expone es la persecución hacia la prostitución. Creo que el mayor tratante es el Estado, que no permite que quien no quiera prostituirse no se prostituya. La pelicula no hace militancia para que la prostitución sea tomada como trabajo, y no sé si esa es la solución o no, pero no puede ser que se las persiga, que se las siga discriminando y marginando de esta forma, que no se las proteja. Confundir la trata con la prostitución es negar la falta de posibilidades, y a la pobreza esconderla debajo de la alfombra. Si se debe legalizar como trabajo o no, no lo sé. Escucho una campana que lucha por la abolición y habla de las miserias que traería su legalización, y escucho la otra campana que habla de la libertad y denuncian una desprotección total. ¿Cómo no estar de acuerdo con ambas? La película es una denuncia sobre una problemática de la que no se quiere hablar. Es como la papa caliente, ni el feminismo lo quiere tratar, y en el medio hay mujeres expuestas a una violencia tremenda. No quiero parecer tibia pero eso es lo que sucede...
- Hay una escena en la película en la que Alanís charla con un asistente social y él le pregunta qué hace con el nene cuando está trabajando. ¿La respuesta de ella fue su manera de hacer un paralelismo entre su trabajo y todos los demás?
El mayor miedo que tienen las mujeres que ejercen la prostitución es que le quiten a los hijos. Esa escena es la que para mí cuenta más al personaje. Cuando ella le responde y le pregunta "¿y vos? ¿no tenés hijos? ¿quién te los está cuidando?" Es lo mismo, ella también trabaja para vivir. Hay marginación por supuesto, pero el otro la ve más monstruosa aún por ese trabajo que realiza. Eso es lo maravilloso del cine, que a través de un proceso de identificación uno logra humanizar hasta al personaje más marginal.
- La manera en que eligió mostrarla teniendo sexo con un cliente no fue tradicional...
Es una escena que es más violenta desde la palabra que desde el cuerpo. Uno está viendo una película de prostitutas y espera el momento en el que coge. Y ese momento lo que te impresiona está puesto en la palabra. La humillación cuando se la pone en palabras es mucho más fuerte. La violencia no está solamente en los cuerpos, la discriminación está en lo dicho.
- ¿Cuáles son sus expectativas para el estreno?
Yo creo que "Alanís" es muy redonda desde lo narrativo, estoy contenta por eso y también por el proceso de producción. Pero uno nunca sabe qué es lo que puede suceder con las películas, son una hipótesis. Tengo expectativas, siento que puede funcionar. Sofía está genial, le dio un lugar picaresco que me ayudó con el guion y le dio su impronta. Yo estaba segura de la dignidad del personaje pero ella fue más allá, lo expuso como alguien que tiene recursos y que te puede mentir, ser infiel, que es non-santa. Todo eso fue un aporte muy de ella. Fue un proceso que hicimos juntas, ella ya era el personaje en el momento de escribir el largo. Ahora quiero hacer siempre películas así...
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- ¿Cómo fue que se interesó por el tema de la prostitución?
Me llamaron de SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) con la idea de hacer un cortometraje llamado Alanisse. Cuando lo leí me di cuenta que existían dos temas separados: la trata y la prostitución, que para mí son dos cosas muy distintas. Como yo quería hablar de prostitución, nos metimos en la reescritura del corto. Me puse a investigar porqué como sociedad argentina mezclamos tanto estos dos conceptos y empecé a notar que existen políticas gubernamentales que buscan un tratante detrás de toda mujer que ejerce la prostitución. Cuando comencé a hablar con las instituciones de distintas campanas y miradas, encontré que hay muchas mujeres que son denunciadas como tratantes por el simple hecho de ejercer la prostitución con cierta edad. También que era una práctica muy común que los organismos gubernamentales entraran en los privados, los allanaran y pidieran coima para habilitar los lugares como casas de masajes. La prostitución no puede ser perseguida ni penalizada pero no es legal ejercerla en ningún lugar. En esa contradicción legal es que trabajé con la película.
- ¿Cómo fue que pasó de ser un corto a la película que es hoy?
Cuando filmamos el corto enseguida con Sofía nos dimos cuenta de que teníamos un largo, que lo queríamos. Yo digo que "Alanís" es una película un poco urgente y amorosa, intimista. Yo no hago militancia a través de mis películas pero sí expongo realidades.
- ¿Por qué pensó en Sofía Gala Castiglione para el personaje?
Yo quería que el personaje fuera una mujer que ejerciera la prostitución y que fuera madre, quería que estuviera amamantando. Con Laura Huberman nos pusimos a pensar en quién lo podría interpretar y surgió el nombre de Sofía Gala Castiglione. Ella acababa de tener un bebé y era perfecta. Por suerte ella quiso. Su relación tan carnal, erótica y sexual con su hijo Dante ha hecho crecer muchísimo el personaje y la película.
- ¿Cuánto cambió en el guion el hecho de trabajar con ella y Dante?
Había improvisación y yo también pedía que ese imprevisto aparezca, porque justamente ahí es donde aparece la verdad con el trabajo con los chicos. Dante todo el tiempo sentía el ritmo de la escena. Si Sofía estaba interpretando su angustia o su llanto, él la miraba, le tocaba la cara, le pedía teta, repetía las palabras que decía. Esos aportes de él hicieron que se resignifiquen las escenas por completo. Hay cosas que nunca las podría haber escrito, ni nunca podría haber forzado a un nene de un año y medio que diga algo determinado. Eso tiene que ver con estimular a que esas situaciones ocurran, había una relación y un juego con él. Sofía es súper generosa y concentrada, sino la película tampoco podría haber tenido esa puesta.
- Hay organizaciones sociales que militan por la legalización de la prostitución y piden por los derechos laborales. ¿La película apoya esa legalización?
En la película lo que se expone es la persecución hacia la prostitución. Creo que el mayor tratante es el Estado, que no permite que quien no quiera prostituirse no se prostituya. La pelicula no hace militancia para que la prostitución sea tomada como trabajo, y no sé si esa es la solución o no, pero no puede ser que se las persiga, que se las siga discriminando y marginando de esta forma, que no se las proteja. Confundir la trata con la prostitución es negar la falta de posibilidades, y a la pobreza esconderla debajo de la alfombra. Si se debe legalizar como trabajo o no, no lo sé. Escucho una campana que lucha por la abolición y habla de las miserias que traería su legalización, y escucho la otra campana que habla de la libertad y denuncian una desprotección total. ¿Cómo no estar de acuerdo con ambas? La película es una denuncia sobre una problemática de la que no se quiere hablar. Es como la papa caliente, ni el feminismo lo quiere tratar, y en el medio hay mujeres expuestas a una violencia tremenda. No quiero parecer tibia pero eso es lo que sucede...
- Hay una escena en la película en la que Alanís charla con un asistente social y él le pregunta qué hace con el nene cuando está trabajando. ¿La respuesta de ella fue su manera de hacer un paralelismo entre su trabajo y todos los demás?
El mayor miedo que tienen las mujeres que ejercen la prostitución es que le quiten a los hijos. Esa escena es la que para mí cuenta más al personaje. Cuando ella le responde y le pregunta "¿y vos? ¿no tenés hijos? ¿quién te los está cuidando?" Es lo mismo, ella también trabaja para vivir. Hay marginación por supuesto, pero el otro la ve más monstruosa aún por ese trabajo que realiza. Eso es lo maravilloso del cine, que a través de un proceso de identificación uno logra humanizar hasta al personaje más marginal.
- La manera en que eligió mostrarla teniendo sexo con un cliente no fue tradicional...
Es una escena que es más violenta desde la palabra que desde el cuerpo. Uno está viendo una película de prostitutas y espera el momento en el que coge. Y ese momento lo que te impresiona está puesto en la palabra. La humillación cuando se la pone en palabras es mucho más fuerte. La violencia no está solamente en los cuerpos, la discriminación está en lo dicho.
- ¿Cuáles son sus expectativas para el estreno?
Yo creo que "Alanís" es muy redonda desde lo narrativo, estoy contenta por eso y también por el proceso de producción. Pero uno nunca sabe qué es lo que puede suceder con las películas, son una hipótesis. Tengo expectativas, siento que puede funcionar. Sofía está genial, le dio un lugar picaresco que me ayudó con el guion y le dio su impronta. Yo estaba segura de la dignidad del personaje pero ella fue más allá, lo expuso como alguien que tiene recursos y que te puede mentir, ser infiel, que es non-santa. Todo eso fue un aporte muy de ella. Fue un proceso que hicimos juntas, ella ya era el personaje en el momento de escribir el largo. Ahora quiero hacer siempre películas así...
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