Crítica: "El ombligo de Guie'dani", mirada desafiante sobre el racismo en México
- por © Correcamara.com-NOTICINE.com
Por Frida Jasso
En las carteleras de los cines se puede ver estos días "El ombligo de Guie'dani" (2018), ópera prima de Xavi Sala que resulta una propuesta llamativa por su mirada sobre el mundo de las trabajadoras domésticas y que, necesariamente, se puede contrastar con "Roma" (2018), el film más reciente de Alfonso Cuarón que causó revuelo hace unos meses. Ambas películas se filmaron casi al mismo tiempo y cada una tiene sus propias virtudes y singularidades.
Es la historia de Guie'dani (Sótera Cruz), una adolescente zapoteca que se ve obligada a dejar su pueblo y viajar con su madre a la Ciudad de México, donde son contratadas como servidumbre en una casa de una familia rica, formada por un matrimonio con dos hijos adolescentes y un bebé a punto de nacer. Guie'dani se siente inconforme con ese cambio a pesar de las aparentes comodidades que le ofrece su nueva vida y el trato amable de los dueños de la casa, pero donde observa constantemente discriminación y prejuicios en contra de ellas. La amistad que traba con Claudia (Majo Alfaroh), otra empleada de una casa vecina, supone una reafirmación de su rebeldía que la llevará a una confrontación con sus patrones.
A diferencia de "Roma", donde los valores de producción son espectaculares (sobre todo en lo que se refiere a la reconstrucción de época), en "El ombligo de Guie'dani" la realización se decanta por un estilo sobrio y sencillo, no sólo en términos del decorado y los escenarios, sino también a nivel narrativo. Las acciones transcurren casi en su totalidad en el interior de una residencia y se centran en el punto de vista de la protagonista, quien espía a sus patrones y los sorprende en sus conversaciones triviales, donde sin saberse escuchados, juzgan a sus empleadas. A veces la cámara permanece con Guie'dani mientras en el fondo se escuchan las charlas familiares durante el desayuno, o en otras escenas se proponen soluciones similares a nivel visual y sonoro, desde el eje subjetivo de la protagonista.
La narrativa del film se basa en una desacelerada combinación de tiempo y espacio, a veces contemplativa, que gradualmente aumenta de ritmo hasta el punto climático de la historia. Esto se desarrolla a partir de la molestia de Guie'dani de dejar su pueblo y su vida, la escuela y su familia. Entre el ocio y la volatilidad de su temperamento adolescente (no puede ir a la escuela porque llega a medio ciclo escolar), Guie'dani cobra conciencia del trato racista que recibe junto a su madre. Se niega a ser esclava, como lo dice en cierto diálogo del film.
El trabajo actoral es bastante solvente, con un desempeño sobresaliente por parte de Sótera Cruz y Majo Alfaroh, pero igualmente con buenas notas para el resto del reparto.
La carga social de la cinta pone el foco en el mundo de las empleadas domésticas en México, la mayoría de origen indígena, que se ven obligadas a migrar de sus pueblos para instalarse en la ciudad, donde es común que sean blanco de maltratos, a veces pasivo y a veces directo. Asimismo, la película expone el conflicto del desarraigo y de la pérdida de identidad, pues en la trama se les forza a evitar hablar en su lengua zapoteca, o se desliza el desprecio de los patrones por su origen étnico. Por último, también se toca el asunto del trabajo infantil o de menores de edad, que por lo común, en el ámbito de las trabajadoras domésticas, es tolerado sin reglas ni derechos.
Sin embargo, también la trama propone la posibilidad de una cambio de convivencia, mediante un alumbramiento que permita equidad y respeto. No es una historia de buenos y malos, sino un retrato de ribetes antropológicos, sobre la necesidad de que en México cambien viejas prácticas de hipocresía, racismo y semi esclavitud, derivadas de un sistema de castas que proviene de la época colonial.
"El ombligo de Guie'dani" es una película que no compite con "Roma" pues tiene su propia perspectiva. En todo caso, ambas se complementan y contribuyen a entender mejor estos temas que representan varias asignaturas pendientes de justicia y equidad social en el país.
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En las carteleras de los cines se puede ver estos días "El ombligo de Guie'dani" (2018), ópera prima de Xavi Sala que resulta una propuesta llamativa por su mirada sobre el mundo de las trabajadoras domésticas y que, necesariamente, se puede contrastar con "Roma" (2018), el film más reciente de Alfonso Cuarón que causó revuelo hace unos meses. Ambas películas se filmaron casi al mismo tiempo y cada una tiene sus propias virtudes y singularidades.
Es la historia de Guie'dani (Sótera Cruz), una adolescente zapoteca que se ve obligada a dejar su pueblo y viajar con su madre a la Ciudad de México, donde son contratadas como servidumbre en una casa de una familia rica, formada por un matrimonio con dos hijos adolescentes y un bebé a punto de nacer. Guie'dani se siente inconforme con ese cambio a pesar de las aparentes comodidades que le ofrece su nueva vida y el trato amable de los dueños de la casa, pero donde observa constantemente discriminación y prejuicios en contra de ellas. La amistad que traba con Claudia (Majo Alfaroh), otra empleada de una casa vecina, supone una reafirmación de su rebeldía que la llevará a una confrontación con sus patrones.
A diferencia de "Roma", donde los valores de producción son espectaculares (sobre todo en lo que se refiere a la reconstrucción de época), en "El ombligo de Guie'dani" la realización se decanta por un estilo sobrio y sencillo, no sólo en términos del decorado y los escenarios, sino también a nivel narrativo. Las acciones transcurren casi en su totalidad en el interior de una residencia y se centran en el punto de vista de la protagonista, quien espía a sus patrones y los sorprende en sus conversaciones triviales, donde sin saberse escuchados, juzgan a sus empleadas. A veces la cámara permanece con Guie'dani mientras en el fondo se escuchan las charlas familiares durante el desayuno, o en otras escenas se proponen soluciones similares a nivel visual y sonoro, desde el eje subjetivo de la protagonista.
La narrativa del film se basa en una desacelerada combinación de tiempo y espacio, a veces contemplativa, que gradualmente aumenta de ritmo hasta el punto climático de la historia. Esto se desarrolla a partir de la molestia de Guie'dani de dejar su pueblo y su vida, la escuela y su familia. Entre el ocio y la volatilidad de su temperamento adolescente (no puede ir a la escuela porque llega a medio ciclo escolar), Guie'dani cobra conciencia del trato racista que recibe junto a su madre. Se niega a ser esclava, como lo dice en cierto diálogo del film.
El trabajo actoral es bastante solvente, con un desempeño sobresaliente por parte de Sótera Cruz y Majo Alfaroh, pero igualmente con buenas notas para el resto del reparto.
La carga social de la cinta pone el foco en el mundo de las empleadas domésticas en México, la mayoría de origen indígena, que se ven obligadas a migrar de sus pueblos para instalarse en la ciudad, donde es común que sean blanco de maltratos, a veces pasivo y a veces directo. Asimismo, la película expone el conflicto del desarraigo y de la pérdida de identidad, pues en la trama se les forza a evitar hablar en su lengua zapoteca, o se desliza el desprecio de los patrones por su origen étnico. Por último, también se toca el asunto del trabajo infantil o de menores de edad, que por lo común, en el ámbito de las trabajadoras domésticas, es tolerado sin reglas ni derechos.
Sin embargo, también la trama propone la posibilidad de una cambio de convivencia, mediante un alumbramiento que permita equidad y respeto. No es una historia de buenos y malos, sino un retrato de ribetes antropológicos, sobre la necesidad de que en México cambien viejas prácticas de hipocresía, racismo y semi esclavitud, derivadas de un sistema de castas que proviene de la época colonial.
"El ombligo de Guie'dani" es una película que no compite con "Roma" pues tiene su propia perspectiva. En todo caso, ambas se complementan y contribuyen a entender mejor estos temas que representan varias asignaturas pendientes de justicia y equidad social en el país.
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