Crítica / Cinélatino: "Fauna", original y poco más

por © NOTICINE.com
"Fauna"
"Fauna"
Por Lucía Martín Muñoz   

El film "Fauna", coproducido entre México y Canadá, y dirigido por Nicolás Pereda, participa en la actual edición del Festival CinéLatino de Toulouse, Francia, tras pasar por los festivales de Toronto, Morelia o Berlín, entre otros. Estamos ante un título de ficción creativo pero que quiso abarcar más de lo que podía materializar.

La cinta narra la historia de dos hermanos: Gabino y Luisa, que junto con Paco, el prometido de esta, se desplazan hasta un pequeño pueblo de México donde residen sus padres. Allí se desarrollan escenas de lo que sería la vida cotidiana en el lugar; un buen relato si no fuese porque en el "midpoint" del film, se abre un mundo paralelo en la trama. El hermano se encuentra leyendo un libro cuando al ser preguntado sobre su sinopsis, la obra de la que habla comienza a narrarse en pantalla a través de esos mismos personajes que se ven involucrados en una historia policíaca poco clara.

Al comienzo del largometraje, se nos presenta un universo muy verosímil: una visita a casa de unos padres a modo de reunión familiar y que parecía que iba a servir como narración para hacer una crítica social a los roles de género muy patentes en esta primera parte de la obra. Mientras que las mujeres se quedaban en casa y se encargaban de las labores del hogar, los hombres no tenían reparo en desentenderse de las mismas ni en salir de borrachera hasta altas horas de la madrugada, esperando ser recibidos cordialmente y con el desayuno preparado. Sin embargo, a la mitad del título, la historia más que dar un vuelco, derrapa completamente con una especie de thriller que rompe con el universo y el tono mostrados hasta ese momento.

Cualquier narración audiovisual siempre esconde un tema, algo intrínseco a la historia que debe definirse con tan solo una palabra y que afecta a todos y cada uno de los personajes. Sin embargo, el hecho de que haya dos tramas tan diferenciadas, provoca que no haya cohesión y que puedan discernirse hasta dos temas diferentes, dejando patente que algo no funciona. Mientras que en los primeros 35 minutos aquello que envuelve a los actores son los roles, aquello que tienen que seguir a rajatabla como la manera de actuar o expresarse solo por pertenecer a un género determinado; en la segunda parte, el tema es el secreto, aquello que todo el mundo sabe, pero no se puede contar. Este es encubierto también a un espectador que necesita respuestas a las innumerables preguntas que se hace pero que, lamentablemente, no son respondidas en ningún momento, ni siquiera al final.

El problema principal es que no existe cohesión; aunque se trate de los mismos personajes, las tramas son extremadamente desiguales y no comparten el mismo universo. Ambas ideas son muy correctas y hubiesen funcionado si se hubiesen llevado a cabo en su totalidad; es decir, podrían haber sido dos buenas propuestas para dos películas diferentes.

Bien es cierto, que es original usar narraciones distintas con los mismos personajes a modo de alter ego de los primeros, y es indiscutible la gran labor de los actores y del director, pero el que sea un cambio tan drástico y que suceda a mitad de la película, descoloca a un espectador que se pierde intentando saber qué sucede en pantalla. En definitiva, una propuesta original que no acaba de funcionar y que acaba rozando la serie B.

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