Crítica: "Cuñados", una comedia muy gallega
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Por Alvaro Juanas
El debut en la gran pantalla del cineasta Toño López ("Matalobos"), "Cuñados" (2021), dejará al público con muy buen sabor de boca en una comedia realizada completamente en gallego. La narración es bien sencilla, siguiendo a dos cuñados que deciden secuestrar al familiar de una empresaria que ha jugado con ellos pero el plan no saldrá como esperaban, pero gracias a las interpretaciones y a la forma de tratar la historia consigue ir más allá de un humor básico y facilón. Pese a que no actúan del lado correcto de la legalidad, el espectador empatizará con los recién convertidos en delincuentes, en un argumento alejado de los tópicos del narcotráfico de dicha región y con un toque de normalidad que harán parecer un poco más creíble el film.
La historia sigue a los maridos de dos hermanas, muy distintos entre sí, que son estafados por una exitosa empresaria local metiéndolos a ambos en un buen lío con su seguro. Ante tal situación deciden que lo mejor es secuestrar al cuñado de esta y pedir un rescate, por desgracia resultará ser un completo inútil por el que no pensará desembolsar ni un euro. Como no pretenden darse por vencidos, los captores se unen al raptado para dar el golpe definitivo a la despiadada dueña del negocio. Un argumento muy sencillo pero que consigue dar de sí debido a la profundidad de los personajes y a la tensión que se respira en el ambiente achacada al poco tiempo con el que cuentan los personajes para hacerse con el dinero.
Pese a ello es una narrativa en la que destaca la normalidad de los personajes, quienes llevan una vida completamente tranquila, alejada de los peligros de la delincuencia. Dista mucho de las clásicas películas de narcos a las que el público se ha acostumbrado tras obras como "Fariña" o "Quién a hierro mata", en esta se muestra a personas corrientes que cuanto más alejados se encuentren de la ilegalidad mejor para su existencia. La historia se fundamenta en la superación de la nostalgia, que se encarna sobre todo en los protagonistas, de que todo tiempo pasado fue mejor en forma de alegato para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, dónde el dinero y el éxito pasan a un segundo plano en la trama.
Una película que consigue desarrollarse de forma exitosa gracias al trío principal: Xosé A.Touriñán ("El desorden que dejas") en la piel de "Sabonis", un ex-jugador de baloncesto del Club Ourense Baloncesto (COB) venido a menos que vive de sus recuerdos pasados de gloria, Miguel de Lira ("Somos gente honrada") como Eduardo, un carpintero que está feliz con la relación con su esposa y no quiere que se desmorone por nada del mundo, y Federico Pérez Rey ("La sombra de la ley") interpretando a Modesto, el cuñado de Alicia Zamora (Paku Granxa) que está harto de estar al servicio de ella y ser tratado como un perro. Además destaca la actuación de María Vazquez ("Trote") en el papel de Peque, la mujer de Sabonis que se desespera con su actitud.
Si hay otra figura importante dentro del largometraje esa es sin duda Galicia, y más concretamente la provincia de Ourense. Ambientada en la ciudad y en su entorno rural próximo, compuesto en su mayoría por viñedos para producir el vino blanco al que tanta relevancia le otorgan en el film (el Ribeiro), logran dotar a la obra de una sensación de que las historias de los lugares no tan conocidos, en este caso de una belleza notable, también merecen ser contadas. Para ello utilizan como banda sonora canciones de Lamatumba, uno de los máximos exponentes de la música gallega, con el posible ascenso del COB a la liga ACB de fondo durante toda la película, otro ejemplo más de que las pequeñas victorias cuentan igual que las demás para sus sufridos protagonistas.
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El debut en la gran pantalla del cineasta Toño López ("Matalobos"), "Cuñados" (2021), dejará al público con muy buen sabor de boca en una comedia realizada completamente en gallego. La narración es bien sencilla, siguiendo a dos cuñados que deciden secuestrar al familiar de una empresaria que ha jugado con ellos pero el plan no saldrá como esperaban, pero gracias a las interpretaciones y a la forma de tratar la historia consigue ir más allá de un humor básico y facilón. Pese a que no actúan del lado correcto de la legalidad, el espectador empatizará con los recién convertidos en delincuentes, en un argumento alejado de los tópicos del narcotráfico de dicha región y con un toque de normalidad que harán parecer un poco más creíble el film.
La historia sigue a los maridos de dos hermanas, muy distintos entre sí, que son estafados por una exitosa empresaria local metiéndolos a ambos en un buen lío con su seguro. Ante tal situación deciden que lo mejor es secuestrar al cuñado de esta y pedir un rescate, por desgracia resultará ser un completo inútil por el que no pensará desembolsar ni un euro. Como no pretenden darse por vencidos, los captores se unen al raptado para dar el golpe definitivo a la despiadada dueña del negocio. Un argumento muy sencillo pero que consigue dar de sí debido a la profundidad de los personajes y a la tensión que se respira en el ambiente achacada al poco tiempo con el que cuentan los personajes para hacerse con el dinero.
Pese a ello es una narrativa en la que destaca la normalidad de los personajes, quienes llevan una vida completamente tranquila, alejada de los peligros de la delincuencia. Dista mucho de las clásicas películas de narcos a las que el público se ha acostumbrado tras obras como "Fariña" o "Quién a hierro mata", en esta se muestra a personas corrientes que cuanto más alejados se encuentren de la ilegalidad mejor para su existencia. La historia se fundamenta en la superación de la nostalgia, que se encarna sobre todo en los protagonistas, de que todo tiempo pasado fue mejor en forma de alegato para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, dónde el dinero y el éxito pasan a un segundo plano en la trama.
Una película que consigue desarrollarse de forma exitosa gracias al trío principal: Xosé A.Touriñán ("El desorden que dejas") en la piel de "Sabonis", un ex-jugador de baloncesto del Club Ourense Baloncesto (COB) venido a menos que vive de sus recuerdos pasados de gloria, Miguel de Lira ("Somos gente honrada") como Eduardo, un carpintero que está feliz con la relación con su esposa y no quiere que se desmorone por nada del mundo, y Federico Pérez Rey ("La sombra de la ley") interpretando a Modesto, el cuñado de Alicia Zamora (Paku Granxa) que está harto de estar al servicio de ella y ser tratado como un perro. Además destaca la actuación de María Vazquez ("Trote") en el papel de Peque, la mujer de Sabonis que se desespera con su actitud.
Si hay otra figura importante dentro del largometraje esa es sin duda Galicia, y más concretamente la provincia de Ourense. Ambientada en la ciudad y en su entorno rural próximo, compuesto en su mayoría por viñedos para producir el vino blanco al que tanta relevancia le otorgan en el film (el Ribeiro), logran dotar a la obra de una sensación de que las historias de los lugares no tan conocidos, en este caso de una belleza notable, también merecen ser contadas. Para ello utilizan como banda sonora canciones de Lamatumba, uno de los máximos exponentes de la música gallega, con el posible ascenso del COB a la liga ACB de fondo durante toda la película, otro ejemplo más de que las pequeñas victorias cuentan igual que las demás para sus sufridos protagonistas.
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