Crítica: "La hija", un conflicto a tres, muy humano
- por © NOTICINE.com
Por Carolina G. Guerrero
Este fin de semana llega el esperado estreno de "La hija" (2021), el último trabajo del director Manuel Martín Cuenca, que participó dentro de la Sección Oficial en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. De nuevo, Martín Cuenca repite con Javier Gutiérrez después de la exitosa "El autor". En esta cinta, le da la réplica Patricia López Arnaiz y se estrena la debutante Irene Virgüez.
La película se ha rodado casi íntegramente en la sierra de Jaén, que es donde transcurre prácticamente toda esta historia: en una casa de campo alejada de todo y de todos. Una trama bastante asfixiante y que, sin lugar a dudas, consigue retener e interesar al espectador a lo largo y ancho de todo el metraje. Aunque por momentos esta pueda resultar algo ralentizada, pero todo tiene su porqué.
Sin embargo, no dejan de resultar chocantes y sorprendentes las intenciones que tiene a priori su protagonista, Javier, que es trabajador en un centro de menores y tutor de una adolescente embarazada. Todo parece indicar que la joven se escapa del centro, pero lo cierto es que todo forma parte de un plan, aparentemente muy bien estructurado.
Irene irá a esconderse voluntariamente en casa de su tutor y su mujer Adela, un matrimonio sin descendencia que pretende adoptar a la criatura que la joven lleva en su vientre y de la que esta no quiere hacerse cargo en un principio.
La película está contada de una manera austera, seca y algo fría. La relación entre las dos mujeres es complicada desde el comienzo; la desconfianza mutua crea aún más tensión en este thriller gris, que se intuye que no acabará bien para alguna de las dos partes.
Estamos ante un fin que no parece que justifique demasiado los medios, aunque el meollo de la cuestión es precisamente cuestionarse quién es realmente el bueno y quién el malo en esta historia. Ese es, sin duda, otro de los logros de Martín Cuenca, al hacer cómplice en grado máximo al espectador, que por momentos vive en carne propia y hace suyo todo lo que sucede en la pantalla, aunque la coherencia esté ausente y algunas de las circunstancias que se irán dando lleguen a resultar desmesuradas.
Según nos contó su director, disfrutó mucho escribiendo muchas de las escenas, se lo pasó bien premeditando un juego y una cierta manipulación, que está claro ha conseguido con creces.
Se ha dicho por ahí en alguna que otra crítica que la película es más que predecible, y si algo tiene aparte de muchísimos momentos de tensión, muy bien resueltos, es que nadie sabe cómo va a terminar realmente esta retorcida historia. El final es inesperado y brutal, aunque al espectador se le pasen por la cabeza varios posibles desenlaces.
También algunas malas lenguas han criticado el trabajo de la joven debutante Irene Virgüez, y hemos de decir, en honor a la verdad, que a pesar de ser su primer papel y de lo complejo del mismo, la actriz está absolutamente a la altura, y no descartamos alguna nominación en los próximos Goya como actriz revelación.
Por supuesto, lo borda el resto del reparto, en unas interpretaciones que no dejan lugar a duda: Javier Gutiérrez, en un personaje que se debate en la ambivalencia, y por supuesto la desgarradora y visceral puesta en escena de esa gran actriz que es Patricia López Arnaiz, que ganó un Goya el año pasado por su interpretación en "Anne".
El guion lo firma Martin Cuenca junto con Alejandro Hernández, basado en el argumento de Félix Vidal, sin olvidarnos de la banda sonora compuesta por Vetusta Morla y una fotografía que también subyuga por momentos, a cargo de Marc Gómez del Moral. Estamos seguros de que "La hija", llenará las salas, y dejará clavados en la butaca a la mayoría de los espectadores.
Estamos claramente ante una cinta que merece la pena ver, en un momento aún delicado de la industria del cine, que todavía continua malherida, creativamente hablando, después de los peores momentos de la pandemia.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Este fin de semana llega el esperado estreno de "La hija" (2021), el último trabajo del director Manuel Martín Cuenca, que participó dentro de la Sección Oficial en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. De nuevo, Martín Cuenca repite con Javier Gutiérrez después de la exitosa "El autor". En esta cinta, le da la réplica Patricia López Arnaiz y se estrena la debutante Irene Virgüez.
La película se ha rodado casi íntegramente en la sierra de Jaén, que es donde transcurre prácticamente toda esta historia: en una casa de campo alejada de todo y de todos. Una trama bastante asfixiante y que, sin lugar a dudas, consigue retener e interesar al espectador a lo largo y ancho de todo el metraje. Aunque por momentos esta pueda resultar algo ralentizada, pero todo tiene su porqué.
Sin embargo, no dejan de resultar chocantes y sorprendentes las intenciones que tiene a priori su protagonista, Javier, que es trabajador en un centro de menores y tutor de una adolescente embarazada. Todo parece indicar que la joven se escapa del centro, pero lo cierto es que todo forma parte de un plan, aparentemente muy bien estructurado.
Irene irá a esconderse voluntariamente en casa de su tutor y su mujer Adela, un matrimonio sin descendencia que pretende adoptar a la criatura que la joven lleva en su vientre y de la que esta no quiere hacerse cargo en un principio.
La película está contada de una manera austera, seca y algo fría. La relación entre las dos mujeres es complicada desde el comienzo; la desconfianza mutua crea aún más tensión en este thriller gris, que se intuye que no acabará bien para alguna de las dos partes.
Estamos ante un fin que no parece que justifique demasiado los medios, aunque el meollo de la cuestión es precisamente cuestionarse quién es realmente el bueno y quién el malo en esta historia. Ese es, sin duda, otro de los logros de Martín Cuenca, al hacer cómplice en grado máximo al espectador, que por momentos vive en carne propia y hace suyo todo lo que sucede en la pantalla, aunque la coherencia esté ausente y algunas de las circunstancias que se irán dando lleguen a resultar desmesuradas.
Según nos contó su director, disfrutó mucho escribiendo muchas de las escenas, se lo pasó bien premeditando un juego y una cierta manipulación, que está claro ha conseguido con creces.
Se ha dicho por ahí en alguna que otra crítica que la película es más que predecible, y si algo tiene aparte de muchísimos momentos de tensión, muy bien resueltos, es que nadie sabe cómo va a terminar realmente esta retorcida historia. El final es inesperado y brutal, aunque al espectador se le pasen por la cabeza varios posibles desenlaces.
También algunas malas lenguas han criticado el trabajo de la joven debutante Irene Virgüez, y hemos de decir, en honor a la verdad, que a pesar de ser su primer papel y de lo complejo del mismo, la actriz está absolutamente a la altura, y no descartamos alguna nominación en los próximos Goya como actriz revelación.
Por supuesto, lo borda el resto del reparto, en unas interpretaciones que no dejan lugar a duda: Javier Gutiérrez, en un personaje que se debate en la ambivalencia, y por supuesto la desgarradora y visceral puesta en escena de esa gran actriz que es Patricia López Arnaiz, que ganó un Goya el año pasado por su interpretación en "Anne".
El guion lo firma Martin Cuenca junto con Alejandro Hernández, basado en el argumento de Félix Vidal, sin olvidarnos de la banda sonora compuesta por Vetusta Morla y una fotografía que también subyuga por momentos, a cargo de Marc Gómez del Moral. Estamos seguros de que "La hija", llenará las salas, y dejará clavados en la butaca a la mayoría de los espectadores.
Estamos claramente ante una cinta que merece la pena ver, en un momento aún delicado de la industria del cine, que todavía continua malherida, creativamente hablando, después de los peores momentos de la pandemia.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.