Crítica Locarno: "Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois", revisión contemplativa de un clásico

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"Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois"
"Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois"
por Giorgia Del Don / Cineuropa   

Los portugueses João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra da Mata unen fuerzas para actualizar uno de los hitos del cine portugués: "Os verdes anos", de Paulo Rocha, en un remake ahora titulado "Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois" (2022).

El reconocido director portugués João Pedro Rodrigues, que nos regaló joyas del cine gay europeo como "El ornitólogo" -presentada en Locarno 2016 y premiada como mejor dirección director- y la muy reciente "Fogo-Fátuo", presentada en la Quincena de Cannes, colaboró con João Rui Guerra da Mata para presentar un desestabilizador remake del clásico portugués de Paulo Rocha "Os verdes anos" (Los años verdes), fuera de concurso, en el mismo Festival de Cine de Locarno.

Pero mientras "Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois" definitivamente obliga a Rodrigues a salir de su zona de confort, el sensual y elegante universo artístico del cineasta nunca está demasiado lejos. "Os verdes anos" -película de culto de 1963 y verdadera abanderada del Nuevo Cine Portugués- se eleva a través de la sensibilidad del director (también compartida por Guerra da Mata), besos fugaces entre hombres, manos colocadas lascivamente en la entrepierna de los pantalones, repartidores de Uber, aseo de perros y la inevitable pandemia de Covid.

La tarea emprendida por los dos codirectores es especialmente ambiciosa: revisitan las localizaciones emblemáticas (casi fotograma a fotograma) y los temas de la primera película (de Rocha, quien fue efectivamente el mentor de Rodrigues), es decir, el amor inquieto que sentían los dos jóvenes protagonistas y la dificultad y la emoción que implica integrarse en un mundo urbano alienante. El punto de partida de esta reflexión estética es la vista a la calle desde el apartamento de Rodrigues, que heredó de sus abuelos, y que da directamente a uno de los sets de la mítica película. Como versiones portuguesas de Gilbert y Georges, a mitad de la película Rodrigues y da Mata emergen de esta famosa ventana para observar a la protagonista de la película de Rocha, Isabel Ruth, que ahora tiene ochenta años, mientras se abre camino, con su eterna elegancia de marca, por las mismas calles que ella recorrió sesenta años antes. Convertida en una especie de personaje de un musical, Ruth se transforma en el alma misma de la ciudad que los dos directores recuperan, una ciudad vista a través de una mirada amorosa: elegantemente decadente, sofisticada y traviesa.

Si bien esta empresa en particular sin duda requiere que el público conozca "Os verdes anos" casi de memoria, la película también permite a los novatos que están dispuestos y son capaces de perderse en una forma de contemplación visual y, en algunos aspectos, mística, deambular por una ciudad vacía de sus habitantes. Con la intención de leerse más como una partitura de jazz libre (compuesta por extractos de la música original de la película de Rocha) en lugar de una agradable canción pop, "Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois" probablemente merecía ser proyectada en un espacio de museo, idealmente en paralelo con su película antecesora.

Además de revisitar los lugares que hizo famosos la cinta original,  que -libres de aglomeraciones urbanas- adquieren un sabor aún más antonioniano, "Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois" también convierte la opresión que viven los jóvenes protagonistas de Rocha en una versión de Lisboa asfixiada por la dictadura, en malestar pandémico y miedo claustrofóbico ante un futuro altamente incierto. No son solo las ubicaciones las que se cambian; también es la sociedad a la que se acomodan la que está fundamentalmente alterada. ¿Qué queda, pues, de Lisboa -ciudad muy querida por los directores- y de su espíritu tranquilo pero rebelde?

Hay que decir que "Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois" es una película de culto y de autor, que solo se puede apreciar con paciencia y una mentalidad atrevidamente contemplativa, pero quizás ahí es donde reside realmente su fuerza subversiva…

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