Crítica: "Estepa", Agustín Sullivan en un viaje a las profundidades de la corrupción policial

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Agustín Sullivan, en "Estepa"
Agustín Sullivan, en "Estepa"
Por Juan Pablo Russo     
       
En "Estepa" (2024), Mariano Benito nos sumerge en un paisaje desolador tanto física como moralmente, explorando temas oscuros y urgentes a través de la mirada de un joven oficial de policía, interpretado con una intensidad contenida por Agustín Sullivan. La película se despliega en la vasta y austera Patagonia, donde el viento y el frío no solo marcan el clima sino también la narrativa, impregnada de tensiones y secretos inconfesables.

En el día de su cumpleaños, Francisco Revenga es asignado como castigo a una guardia en medio de la estepa, un paraje tan aislado como las conciencias de los personajes. Durante su trayecto, se detiene en el Mustang, un establecimiento que combina la función de almacén y prostíbulo. Aquí es donde se desata el conflicto central de la trama. Alguien graba en su celular imágenes comprometedoras relacionadas con la trata de personas, y Francisco, al descubrirlas, se enfrenta a una encrucijada moral que cambiará el curso de su vida.

El guion y la dirección de Benito abordan sin concesiones temas como la trata de personas, el abuso a menores y la corrupción policial. Estos elementos, aunque perturbadores, son presentados con una crudeza que busca incitar a la reflexión y al debate sobre estas realidades latentes en nuestra sociedad.



La actuación de Sullivan es un punto fuerte del film. Su evolución de un joven policía que simplemente cumple con su deber a alguien que debe enfrentarse a una decisión trascendental está marcada por una sutileza y un realismo que capturan la lucha interna del personaje. Jorge Prado, como el Comisario Navarro, ofrece una interpretación que encarna la corrupción y el cinismo, mientras que Ariadna Asturuzzi y Emanuel Gallardo, en los roles de Alicia y Nahuel, aportan una humanidad y vulnerabilidad que contrasta con la brutalidad del entorno.

La puesta visual de Estepa es digna de mención. Las vastas extensiones de la Patagonia no solo sirven como un telón de fondo, sino que también refuerzan la sensación de aislamiento y desamparo que sienten los personajes. La elección de la región no es solo estética, sino que añade una capa de autenticidad y simbolismo a la narrativa. El entorno inhóspito refleja el estado emocional de Francisco y la dureza de las decisiones que debe tomar.

Benito utiliza el espacio y el silencio de la estepa de manera efectiva, permitiendo que el paisaje hable tanto como los diálogos. La forma en que la cámara captura la inmensidad de la Patagonia contrasta con la claustrofobia moral que aprisiona a los personajes, creando una atmósfera que es tanto expansiva como opresiva.

"Estepa" es una película que desafía al espectador, destacándose por su valentía al abordar temas profundos y complejos. Mariano Benito ha creado un thriller que, más allá de su trama, ofrece una exploración profunda de las sombras que acechan en los márgenes de nuestra sociedad.

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