Crítica: "Búfalo", "Maravilla" Martínez y la clásica metáfora del luchador
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Emiliano Basile
El argentino Nicanor Loreti ("Kryptonita", "Diablo") estrenó la historia real del peleador de artes marciales mixtas Alejandro Búfalo Ortiz, casi dos años después de mostrarla en Mar del Plata.
El exboxeador Sergio "Maravilla" Martínez, que ya había incurrido en el cine en "Pistolero" (2019), compone a Alejandro "Búfalo" Ortiz, un luchador de artes marciales mixtas (MMA) recién salido de la cárcel que quiere rehacer su vida y recuperar a su hijo, pero las deudas lo acosan y deberá levantarse una y otra vez para salir adelante.
"Búfalo" (2022) muestra el mundo del MMA en el conurbano bonaerense compuesto por personajes en permanente crisis económica, para luego trasladarse a un pueblo del interior del país, filmado en la localidad de Azul de la Provincia de Buenos Aires. Entran muy bien en escena el resto del elenco que acompaña al exboxeador, Oliver Kolker, Moro Anghileri, Jazmín Briguez, Demian Salomon y Pablo Pinto, colaboradores habituales del realizador.
Loreti filma un guión de Lourdes Prado Mendes que cumple con todas las características de la fábula moral del luchador en un film sobre la superación personal y la redención, mediante una estructura narrativa clásica. Y lo hace con varios recursos visuales (primeros planos de gestos en plena lucha, cámaras lentas y suaves movimientos de cámara) que generan un efecto sensorial sobre las percepciones sufridas por el protagonista en cada pelea/obstáculo que se le presenta.
Esta forma de narrar puntualiza la mirada en el derrotero interno del luchador y deja fuera de campo las luchas cuerpo a cuerpo en el ring (jaulas en este caso). Justo los momentos de mayor despliegue coreográfico en este tipo de relatos deportivos. Sin embargo, de esta manera también logra prescindir del diálogo en exceso para contar la historia de vida con imágenes y sonidos.
También es una historia de redención personal, con la muerte a cuestas que debe superar el guerrero a través de su sacrificio corporal en cada pelea cuerpo a cuerpo. Pagar las deudas (económicas y espirituales) se convierte de esta forma en una acción simbólica y sanadora.
"Búfalo" es una película correcta que, sin deslumbrar, cumple con la tradicional fábula de superación (con los golpes de la vida que van en paralelo a los recibidos en el ring), para transmitir así su aleccionador mensaje.
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El argentino Nicanor Loreti ("Kryptonita", "Diablo") estrenó la historia real del peleador de artes marciales mixtas Alejandro Búfalo Ortiz, casi dos años después de mostrarla en Mar del Plata.
El exboxeador Sergio "Maravilla" Martínez, que ya había incurrido en el cine en "Pistolero" (2019), compone a Alejandro "Búfalo" Ortiz, un luchador de artes marciales mixtas (MMA) recién salido de la cárcel que quiere rehacer su vida y recuperar a su hijo, pero las deudas lo acosan y deberá levantarse una y otra vez para salir adelante.
"Búfalo" (2022) muestra el mundo del MMA en el conurbano bonaerense compuesto por personajes en permanente crisis económica, para luego trasladarse a un pueblo del interior del país, filmado en la localidad de Azul de la Provincia de Buenos Aires. Entran muy bien en escena el resto del elenco que acompaña al exboxeador, Oliver Kolker, Moro Anghileri, Jazmín Briguez, Demian Salomon y Pablo Pinto, colaboradores habituales del realizador.
Loreti filma un guión de Lourdes Prado Mendes que cumple con todas las características de la fábula moral del luchador en un film sobre la superación personal y la redención, mediante una estructura narrativa clásica. Y lo hace con varios recursos visuales (primeros planos de gestos en plena lucha, cámaras lentas y suaves movimientos de cámara) que generan un efecto sensorial sobre las percepciones sufridas por el protagonista en cada pelea/obstáculo que se le presenta.
Esta forma de narrar puntualiza la mirada en el derrotero interno del luchador y deja fuera de campo las luchas cuerpo a cuerpo en el ring (jaulas en este caso). Justo los momentos de mayor despliegue coreográfico en este tipo de relatos deportivos. Sin embargo, de esta manera también logra prescindir del diálogo en exceso para contar la historia de vida con imágenes y sonidos.
También es una historia de redención personal, con la muerte a cuestas que debe superar el guerrero a través de su sacrificio corporal en cada pelea cuerpo a cuerpo. Pagar las deudas (económicas y espirituales) se convierte de esta forma en una acción simbólica y sanadora.
"Búfalo" es una película correcta que, sin deslumbrar, cumple con la tradicional fábula de superación (con los golpes de la vida que van en paralelo a los recibidos en el ring), para transmitir así su aleccionador mensaje.
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