Crítica Morelia: "Mistura", con Bárbara Mori y Christian Meier, una receta insípida
- por © NOTICINE.com
Por José Romero Carrillo
La aún breve filmografia de Ricardo de Montreuil (Lima, 1974) es consecuente con la vocación de internacionalización que de ellas se desprende. Al parecer su modelo más cercano -en cuanto a nacionalidad- podría ser Luis Llosa, quien tras una exitosa carrera de telenovelas, series y unas cuantas películas filmadas en Perú en la década de los ochenta dio el salto a Hollywood dirigiendo tres populares films: "Sniper", "El Especialista" y "Anaconda". En cambio, De Montreuil eligió como su opera prima, la adaptación cinematográfica de la exitosa novela de su compatriota Jaime Bayli "La mujer de mi hermano" (2005), de producción mayoritariamente mexicana. Aquella cinta fue protagonizada por Barbara Mori, Manolo Cardona y Christian Meier.
Para su segundo film "Mancora" (2008) eligió a la española Elsa Pataki y al peruano Jason Day como protagonistas. Su tercer largometraje es "Lowriders" (2016) producción independiente norteamericana que pasó con más pena que gloria por los circuitos de festivales, y que como dato anecdótico, nunca llegó a exhibirse en salas peruanas.
Ocho años después, Ricardo de Montreuil regresa a la dirección con "Mistura", la más "peruana" de sus producciones y en algunos sentidos la mejor de sus películas.
"Mistura" cuenta la historia de Norma, una señora de clase alta limeña del año de 1965. Su vida da un vuelco inesperado al enterarse que su esposo la ha abandonado y se ha ido del país con su joven amante. Este es el punto de partida, de un proceso de sanación, recuperación, y como pueden intuir, una lección de empoderamiento femenimo con el ingrediente de la gastronomía peruana como excusa argumental.
El papel central recae sobre la uruguayo-mexicana Barbara Mori, quién con solvencia encarna a una señora limeña con el acento pertinente y una faceta actoral que no habiamos visto previamente. Los años transcurridos para director y actriz han servido para encontrarlos más cuajados, dejar de lado el ingrediente erótico que caracterizó las dos primeras películas de Montreuil, y el afán de levantar polémica a partir de ciertas secuencias.
En esta ocasión, nos encontramos con una "feel good movie" en toda regla. Está claro el aprovechamiento de la popularidad de cocina peruana a nivel mundial, como estrategia de marketing pero esta se encuentra perfectamente integrada a la historia, tanto que no molesta ni indigna. También está el otro filón promocional que es el discurso de "empoderamiento femenino" en un entorno donde el clasismo y el racismo estaban mucho más enraizadas en la alta sociedad limeña.
El aliento de "cuento" que rodea a "Mistura" juega a su favor. Intencional o no, la estructura de telenovela, patente desde la creación de sus personajes o desarrollo de las tramas, permiten digerir sus propositos e intenciones tan directas como bien intencionadas. La "artificialidad" de sus efectos especiales utilizados -en teoría- para recrear la Lima de 1965. refuerzan la idea de irrealidad, de atemporalidad, que transita a esta moderna fábula donde el chofer encarnado por el debutante Cesar Ballumbrosio sería el equivalente al "hada madrina" que rescata de la profunda crisis emocional a Norma.
"Mistura", que se estrenó mundialmente en el Mill Valley Festival, es por lejos, la más lograda de las producciones de Ricardo de Montreuil, sin que ello constituya un mérito en sí. Solo afirmo que podría ser la mejor recibida de sus películas. Tanto por los factores ya mencionados como por lo básico de su receta. Y he ahí está el mayor de mis reparos. "Mistura" es precaria si uno se permite procesarla. Bajo ningún argumento resiste un segundo visionado o una profunda reflexión.
Con buen olfato comercial, Ricardo de Montreuil convoca a Christian Meier, propiciando el reencuentro de la popular dupla, y dándole el papel del "malo" de la historia, que cualquier otro interprete podría haber asumido.
Sobre la gastronomía peruana se han filmado más documentales que ficciones. Por ello todavía seguimos en espera de aquella película que utilice con mejor criterio el variopinto potencial de la reputada cocina del país, para que perdure en nuestra memoria; porque siendo honestos esta "Mistura" sabe a poco.
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La aún breve filmografia de Ricardo de Montreuil (Lima, 1974) es consecuente con la vocación de internacionalización que de ellas se desprende. Al parecer su modelo más cercano -en cuanto a nacionalidad- podría ser Luis Llosa, quien tras una exitosa carrera de telenovelas, series y unas cuantas películas filmadas en Perú en la década de los ochenta dio el salto a Hollywood dirigiendo tres populares films: "Sniper", "El Especialista" y "Anaconda". En cambio, De Montreuil eligió como su opera prima, la adaptación cinematográfica de la exitosa novela de su compatriota Jaime Bayli "La mujer de mi hermano" (2005), de producción mayoritariamente mexicana. Aquella cinta fue protagonizada por Barbara Mori, Manolo Cardona y Christian Meier.
Para su segundo film "Mancora" (2008) eligió a la española Elsa Pataki y al peruano Jason Day como protagonistas. Su tercer largometraje es "Lowriders" (2016) producción independiente norteamericana que pasó con más pena que gloria por los circuitos de festivales, y que como dato anecdótico, nunca llegó a exhibirse en salas peruanas.
Ocho años después, Ricardo de Montreuil regresa a la dirección con "Mistura", la más "peruana" de sus producciones y en algunos sentidos la mejor de sus películas.
"Mistura" cuenta la historia de Norma, una señora de clase alta limeña del año de 1965. Su vida da un vuelco inesperado al enterarse que su esposo la ha abandonado y se ha ido del país con su joven amante. Este es el punto de partida, de un proceso de sanación, recuperación, y como pueden intuir, una lección de empoderamiento femenimo con el ingrediente de la gastronomía peruana como excusa argumental.
El papel central recae sobre la uruguayo-mexicana Barbara Mori, quién con solvencia encarna a una señora limeña con el acento pertinente y una faceta actoral que no habiamos visto previamente. Los años transcurridos para director y actriz han servido para encontrarlos más cuajados, dejar de lado el ingrediente erótico que caracterizó las dos primeras películas de Montreuil, y el afán de levantar polémica a partir de ciertas secuencias.
En esta ocasión, nos encontramos con una "feel good movie" en toda regla. Está claro el aprovechamiento de la popularidad de cocina peruana a nivel mundial, como estrategia de marketing pero esta se encuentra perfectamente integrada a la historia, tanto que no molesta ni indigna. También está el otro filón promocional que es el discurso de "empoderamiento femenino" en un entorno donde el clasismo y el racismo estaban mucho más enraizadas en la alta sociedad limeña.
El aliento de "cuento" que rodea a "Mistura" juega a su favor. Intencional o no, la estructura de telenovela, patente desde la creación de sus personajes o desarrollo de las tramas, permiten digerir sus propositos e intenciones tan directas como bien intencionadas. La "artificialidad" de sus efectos especiales utilizados -en teoría- para recrear la Lima de 1965. refuerzan la idea de irrealidad, de atemporalidad, que transita a esta moderna fábula donde el chofer encarnado por el debutante Cesar Ballumbrosio sería el equivalente al "hada madrina" que rescata de la profunda crisis emocional a Norma.
"Mistura", que se estrenó mundialmente en el Mill Valley Festival, es por lejos, la más lograda de las producciones de Ricardo de Montreuil, sin que ello constituya un mérito en sí. Solo afirmo que podría ser la mejor recibida de sus películas. Tanto por los factores ya mencionados como por lo básico de su receta. Y he ahí está el mayor de mis reparos. "Mistura" es precaria si uno se permite procesarla. Bajo ningún argumento resiste un segundo visionado o una profunda reflexión.
Con buen olfato comercial, Ricardo de Montreuil convoca a Christian Meier, propiciando el reencuentro de la popular dupla, y dándole el papel del "malo" de la historia, que cualquier otro interprete podría haber asumido.
Sobre la gastronomía peruana se han filmado más documentales que ficciones. Por ello todavía seguimos en espera de aquella película que utilice con mejor criterio el variopinto potencial de la reputada cocina del país, para que perdure en nuestra memoria; porque siendo honestos esta "Mistura" sabe a poco.
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