Crítica: "Ballerina", la venganza avanza de puntillas, pero repetitiva

por © NOTICINE.com
Letal Ana de Armas,en "Ballerina"
Letal Ana de Armas,en "Ballerina"
Por Santiago Echeverría    
  
Hace falta -creo- ser un fan devoto de la saga de John Wick (no es el caso de este cronista) para no sentir cierto agotamiento ante la repetición de tiros, piruetas, peleas, más tiros, abundante sangre y sinopsis que no pasan de las dos líneas que hasta ahora nos han brindado las comercialmente exitosas películas protagonizadas por Keanu Reeves. Ante esta posibilidad, los productores decidieron darle aire y protagonista nuevos con "Ballerina", un spin-off que traslada la coreografía violenta de la franquicia a un nuevo terreno, el de la danza, pero sin olvidar los muertos a destajo.

Dirigida por Len Wiseman ("Underworld)", y con la siempre agradable presencia de la bella cubana Ana de Armas, la película sigue a Eve Macarro, una asesina criada en la sombría organización Ruska Roma, que combina el entrenamiento de ballet con el de un sicario. Su objetivo es claro: vengar la muerte de su padre a manos de un misterioso culto liderado por el siniestro Chancellor (Gabriel Byrne).

Ana de Armas demuestra ser una protagonista convincente, llevando consigo una furia más humana que la estoica frialdad de John Wick. Su personaje no es invencible; comete errores, sangra, y su búsqueda de venganza está teñida de vulnerabilidad. Sin embargo, el guión no siempre le hace justicia. Mientras que Wick tenía un perro asesinado como motor narrativo (simple pero efectivo), el trauma de Eve se diluye en flashbacks genéricos y un ritmo desigual. La primera media hora, cargada de exposición innecesaria, contrasta con la fluidez de las secuencias de acción posteriores, donde la película realmente brilla.



Como era de esperar, "Ballerina" no escatima en escenas de lucha. Wiseman y su equipo—posiblemente con retoques de Chad Stahelski— entregan algunas secuencias memorables: desde un tiroteo en una discoteca iluminada con neón hasta un enfrentamiento en una cocina donde los cuchillos vuelan con precisión mortal. Hay incluso un momento destacable en Praga, con granadas utilizadas de manera creativa. Sin embargo, no todo es impecable. Algunos enfrentamientos caen en la repetición de fórmulas ya vistas en la saga principal, y el consejo de "pelea como una mujer" resulta más un eslogan vacío que una filosofía de combate bien desarrollada.

La aparición de Keanu Reeves como John Wick es un guiño forzado. Su breve intervención no aporta nada sustancial, más allá de recordar al público que esto ocurre en el mismo universo. Peor aún, la mención a su historia ("¿Todo esto por un perro?") solo resalta lo poco original que resulta el conflicto de Eve en comparación. El mundo de John Wick, antes fascinante por sus reglas y jerarquías, aquí se siente desdibujado. La Ruska Roma y el Continental Hotel aparecen, pero sin la profundidad que los hacía interesantes para sus fieles.

"Ballerina" no reinventa la rueda, pero cumple con lo básico: acción bien filmada, una protagonista carismática y momentos de puro espectáculo visual. Sin embargo, carece del pulso narrativo que hizo especial al primer John Wick. Es una película entretenida, aunque fácilmente olvidable, salvo, quizás, por esa imagen de Ana de Armas empuñando un arma con la elegancia de una bailarina. Ella es indiscutiblemente lo mejor de la película, lastrada por su dependencia de un universo que ya muestra el desgaste del uso excesivo.

Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM, BLUESKY o FACEBOOK.