Crítica: "Papeles", Megan Montaner los pierde en Panamá
- por © NOTICINE.com
Por Santiago Echeverría
La irrupción del escándalo de los Papeles de Panamá en la ficción cinematográfica llega con "Papeles" (2025), una obra -coproducida por Panamá y España- que opta por un enfoque sorprendentemente íntimo y personal para abordar una de las filtraciones financieras más significativas de la historia reciente. Dirigida por Arturo Montenegro y protagonizada por la española Megan Montaner, la película no busca ser una exposición exhaustiva sobre la mecánica de la evasión fiscal global, sino un drama centrado en el impacto humano de una crisis que hoy parece conscientemente olvidada sin apenas secuelas legales.
La trama se desarrolla alrededor de Ana Méndez, directora jurídica del bufete Shubbert Fassano (nombre ficticio que alude a la firma real Mossack Fonseca), quien se encuentra atrapada en el ojo del huracán cuando una filtración masiva de documentos saca a la luz el funcionamiento de las sociedades offshore gestionadas por la empresa. La película retrata cómo esta mujer, y sus socios —interpretados por actores como Carlos Bardem y Antonio Dechent—, deben enfrentar el colapso reputacional, la ruina económica y la presión mediática y judicial.
Uno de los aciertos de la película es su decisión de evitar el juicio moral directo. El guion, en lugar de señalar culpables de manera simplista, se esfuerza por mostrar la complejidad del sistema: las sociedades offshore no son inherentemente ilegales, pero se convierten en vehículos para el blanqueo de capitales y la corrupción. Al renombrar la firma y centrarse en un personaje ficticio como Ana Méndez, el director consigue humanizar la caída de los profesionales anónimos que, si bien trabajaban en la maquinaria financiera, terminaron pagando un alto precio personal y profesional.
El film pone el foco en el derrumbe psicológico de la protagonista. La actuación de Megan Montaner ha sido destacada como el pilar central del relato, una interpretación que transmite con eficacia la tensión, la vulnerabilidad y la desconfianza que asfixian a Ana. Se percibe en su actuación la ruina personal, el acoso de la prensa y la presión sobre su familia, elementos que la película acentúa al narrar incluso su huida a la selva para evadir la cárcel. La cámara, en varias ocasiones, prioriza esta fractura emocional, dejando que el mundo colapse alrededor de Ana, mostrando una mujer que no es representada como villana o heroína, sino como alguien que fue devorada por el mismo sistema en el que se movía con aparente éxito.
No obstante, esta elección narrativa, si bien logra una cercanía emocional, también se convierte en el punto más discutido de la cinta. Al centrarse casi exclusivamente en la experiencia personal de la directora legal, la película se queda corta en abordar la magnitud del escándalo global. Puede dar laimpresión de que "Papeles" limita su potencial al ser demasiado sobria y contenida, rehuyendo un análisis más profundo y mordaz de la estructura offshore y de los verdaderos beneficiarios de la opacidad financiera.
En lo técnico, "Papeles" brilla por su sobriedad estética. La película utiliza una paleta de colores apagados, grises y azules, junto a una música tensa, para reforzar el tono dramático y la sensación de agobio burocrático. Los planos capturan la constante presión sobre la protagonista en despachos de cristal y pasillos interminables. Sin embargo, en el apartado del guion, la estructura presenta problemas notables: el ritmo se ve afectado por la inclusión de escenas que no contribuyen de manera directa al conflicto central, lo que genera una narrativa que, a pesar de la intensidad del tema, se percibe en algunos tramos como lenta o excesivamente repetitiva.
"Papeles" funciona de manera más efectiva como un drama psicológico sobre los "caídos desde arriba" y el costo emocional de la culpa y el miedo, que como un thriller judicial o político. Es una película valiosa por su intento de poner rostro a los personajes anónimos afectados por la filtración, pero esa misma decisión de priorizar lo íntimo sobre lo estructural le impide alcanzar la complejidad y el impacto que la historia de los Papeles de Panamá merecía. Su mayor acierto es el retrato humano que logra gracias al desempeño de su protagonista.
Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM, BLUESKY o FACEBOOK.
La irrupción del escándalo de los Papeles de Panamá en la ficción cinematográfica llega con "Papeles" (2025), una obra -coproducida por Panamá y España- que opta por un enfoque sorprendentemente íntimo y personal para abordar una de las filtraciones financieras más significativas de la historia reciente. Dirigida por Arturo Montenegro y protagonizada por la española Megan Montaner, la película no busca ser una exposición exhaustiva sobre la mecánica de la evasión fiscal global, sino un drama centrado en el impacto humano de una crisis que hoy parece conscientemente olvidada sin apenas secuelas legales.
La trama se desarrolla alrededor de Ana Méndez, directora jurídica del bufete Shubbert Fassano (nombre ficticio que alude a la firma real Mossack Fonseca), quien se encuentra atrapada en el ojo del huracán cuando una filtración masiva de documentos saca a la luz el funcionamiento de las sociedades offshore gestionadas por la empresa. La película retrata cómo esta mujer, y sus socios —interpretados por actores como Carlos Bardem y Antonio Dechent—, deben enfrentar el colapso reputacional, la ruina económica y la presión mediática y judicial.
Uno de los aciertos de la película es su decisión de evitar el juicio moral directo. El guion, en lugar de señalar culpables de manera simplista, se esfuerza por mostrar la complejidad del sistema: las sociedades offshore no son inherentemente ilegales, pero se convierten en vehículos para el blanqueo de capitales y la corrupción. Al renombrar la firma y centrarse en un personaje ficticio como Ana Méndez, el director consigue humanizar la caída de los profesionales anónimos que, si bien trabajaban en la maquinaria financiera, terminaron pagando un alto precio personal y profesional.
El film pone el foco en el derrumbe psicológico de la protagonista. La actuación de Megan Montaner ha sido destacada como el pilar central del relato, una interpretación que transmite con eficacia la tensión, la vulnerabilidad y la desconfianza que asfixian a Ana. Se percibe en su actuación la ruina personal, el acoso de la prensa y la presión sobre su familia, elementos que la película acentúa al narrar incluso su huida a la selva para evadir la cárcel. La cámara, en varias ocasiones, prioriza esta fractura emocional, dejando que el mundo colapse alrededor de Ana, mostrando una mujer que no es representada como villana o heroína, sino como alguien que fue devorada por el mismo sistema en el que se movía con aparente éxito.
No obstante, esta elección narrativa, si bien logra una cercanía emocional, también se convierte en el punto más discutido de la cinta. Al centrarse casi exclusivamente en la experiencia personal de la directora legal, la película se queda corta en abordar la magnitud del escándalo global. Puede dar laimpresión de que "Papeles" limita su potencial al ser demasiado sobria y contenida, rehuyendo un análisis más profundo y mordaz de la estructura offshore y de los verdaderos beneficiarios de la opacidad financiera.
En lo técnico, "Papeles" brilla por su sobriedad estética. La película utiliza una paleta de colores apagados, grises y azules, junto a una música tensa, para reforzar el tono dramático y la sensación de agobio burocrático. Los planos capturan la constante presión sobre la protagonista en despachos de cristal y pasillos interminables. Sin embargo, en el apartado del guion, la estructura presenta problemas notables: el ritmo se ve afectado por la inclusión de escenas que no contribuyen de manera directa al conflicto central, lo que genera una narrativa que, a pesar de la intensidad del tema, se percibe en algunos tramos como lenta o excesivamente repetitiva.
"Papeles" funciona de manera más efectiva como un drama psicológico sobre los "caídos desde arriba" y el costo emocional de la culpa y el miedo, que como un thriller judicial o político. Es una película valiosa por su intento de poner rostro a los personajes anónimos afectados por la filtración, pero esa misma decisión de priorizar lo íntimo sobre lo estructural le impide alcanzar la complejidad y el impacto que la historia de los Papeles de Panamá merecía. Su mayor acierto es el retrato humano que logra gracias al desempeño de su protagonista.
Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM, BLUESKY o FACEBOOK.