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La estrella mexicana Silvia Pinal se saca la espina de la postergada (parece que no cancelada) teleserie biográfica que estaba a punto de producir Televisa, publicando "Esta soy yo", una autobiografía literaria que presentó el pasado fin de semana en el Palacio de Bellas Artes. "Ni modo, si no hay dinero, ¿qué hago? Es un negocio, Televisa es un negocio. Si pueden hacerlo, lo harán. Y lo van a hacer, seguro. Pero ahorita no pueden por razones obvias que no puedo mencionar", dijo reciente y deportivamente la actriz, que el próximo septiembre cumplirá 86 años.

Por Sergio Berrocal     

Despierta las más enrevesadas y hasta infantiles pasiones en los hombres, y tal vez también en las mujeres, que ya no creen en ese ganado filiforme que corre por pasarelas y estudios de cine pidiendo a gritos una oportunidad, a cambio de una sonrisa, un cruce de piernas o lo que sea. Ella es la diosa madura, en la plenitud del olimpo que pocas actrices alcanzaron con tanto derecho y propiedad.

Por Sergio Berrocal    

Ojeo regularmente Granma. Ya sé que a priori parece extraño que sin ser comunista ni cubano alguien lea el órgano del Partido comunista de Cuba, a ocho mil kilómetros de La Habana, desde el fondo del último bastión de Europa. La verdad es que me inspira cierta tranquilidad porque me mata la nostalgia de no tener ya a qué agarrarme.

Emmanuel Lubezki, Rodrigo Prieto o Guillermo Navarro son sólo tres de los más cotizados directores de fotografía del mundo, todos ellos mexicanos. El arte de iluminar y filmar en el país viene de mucho más atrás, y ahora la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), en coordinación con la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX) y con el apoyo del Fondo Mixto de Promoción Turística, acaban de inaugurar la exposición "La luz del Ariel. Cinefotógrafos ganadores", que permanecerá hasta el 10 de julio, al aire libre, en la Galería Gandhi de las Rejas de Chapultepec.

Por Sergio Berrocal     

Con el alfanje bien afilado entre los dientes de perlas tailandesas, una horda de piratas berberiscos burlaron la vigilancia antiterrorista y consiguieron instalarse en el Festival de Cine de Cannes, sembrando la desolación y el horror. El realizador español Pedro Almodóvar, hecho inusitado en la que ha sido la mejor exposición de cine del mundo, tuvo que ponerse las gafas de sol para que no le deslumbrasen las hojas afiladas de las cimitarras de los ejecutivos de la firma Netflix, que llegaron dispuestos a llevarse la Palma de Oro, aunque aceptarían premios menores, para sus productos, que no se proyectan nunca en las salas de cine sino que son servidos a precio rentable para ellos por Internet y en DVD.