Cine húngaro en La Habana: ¿Continuidad o ruptura?
- por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
Hasta el próximo día 29 tendremos la oportunidad de conocer y disfrutar en La Habana las desconocidas propuestas del cine magiar contemporáneo (2000-07). Si durante los 70 y 80 del pasado siglo era común este cine en nuestras pantallas, con las nuevas coyunturas esto era casi imposible, hasta que ahora la Cinemateca de Cuba en combinación con la Embajada de ese país entre nosotros, brinda la oportunidad de actualizarnos y enriquecernos, a la vez que comparar: ¿mantiene este cine la tradición de calidad de sus ancestros, cuando Hungría era uno de los países de la socialista Europa del Este?
A juzgar por los premios internacionales (raseros no siempre confiables, como siempre digo, pero al menos referencias estimables) casi todos los títulos de la producción húngara que arrancó con el nuevo siglo valen la pena, comenzando por la premiére: "Glamour" de Frigyes Gödrös (2000), que abarca cinco décadas del devenir histórico de Hungría en el siglo XX, deteniéndose en los sucesos más relevantes desde 1918 hasta 1954, aunque se trata, sobre todo, de una bella historia de amor, la del judío Imre y la alemana Gerda; obtuvo entre otros el Premio Especial del Jurado en el Festival de Tróia, Portugal; Gran Premio (ex aequo) de la Semana de Cine Húngaro del 2000 y Mejor fotografía en el Festival Madridimagen.
Le siguen, en orden, dentro de dos tandas que el cine Riviera (por reparación del Chaplin en lo que resta de mes) ofrecerá, a las 6:00 y 8:00 p.m: "Un tanto América" (2002), de Gábor Herendi, al parecer una agradable comedia que echa a andar cuando un productor de cine húngaro, residente en Estados Unidos, se interesa por el guión escrito por un joven autor de video clips y le ofrece la mitad del presupuesto para poner en pie el proyecto; "Aire fresco", un filme de Ágnes Kocsis (2006) sobre la (in)comunicación de una madre y su hija seleccionado para la Semana de la Crítica en Cannes ’06 y premios Sándor Simó a la mejor Opera Prima en la Semana de Cine Húngaro del 2006, Gran Premio en el Festival Internacional de Bratislava y Golden Iris en el Festival de Cine Europeo de Bruselas; de otra directora, Krisztina Goda es "Sólo sexo y nada más" que mezcla el teatro y el cine cuando, tras un fracaso amoroso, una atractiva dramaturga de 32 años, Dora, decide quedar embarazada, pero no tiene con quien. Al mismo tiempo reencuentra en los ensayos de la pieza "Las Amistades Peligrosas" al seductor Tamás, quien conoció a Dóra en una situación extremadamente embarazosa...
Completan el programa : "La victoria del amor" (2007), de Tamás Sas, en torno a una compañía automatizada llamada S.O.S. Amor dedicada a la exitosa asesoría en la seducción de mujeres, que pinta como otra grata comedia, e "Hipo" (2002), de György Pálfi, que se vuelca a la vida cotidiana de los habitantes del campo en una zona de la Hungría de hoy: el hipo de un anciano sirve de enlace a los pequeños detalles que componen el paisaje: los hombres y mujeres, los animales, las plantas. Así, (según el programa) "se obvia la dramaturgia tradicional para componer un peculiar retablo donde la magnificencia del trazado de las imágenes cumple un papel relevante. Un original trabajo sin narrador o diálogos, a medio camino entre la ficción, el documental y la experimentación, que recuerda de algún modo a nuestra "Suite Habana". "Dedicado al director Sándor Simó (1934-2001)". Esta rara avis del nuevo cine húngaro obtuvo mención especial al mejor nuevo director en el Festival Internacional de San Sebastián; igual reconocimiento en el Festival de París; en los premios del cine europeo el realizador György Pálfi fue nombrado "descubrimiento europeo del año" y recibió también, entre otros, premio de los críticos húngaros a la mejor fotografía y sonido.
De modo que el panorama húngaro contemporáneo que recoge la nueva semana de cine resulta a juzgar por estos datos, más que prometedor. Sigue en pie, no obstante la interrogante inicial: ¿continuidad o ruptura? ¿se prolongan las otroras glorias del cine magiar cuando el socialismo reinaba en tanto sistema o el asumido capitalismo lo ha alejado de su esencia?
Estos siete días que aguardan darán respuesta a esas y otras preguntas, que nosotros evaluaremos desde estas páginas.
A juzgar por los premios internacionales (raseros no siempre confiables, como siempre digo, pero al menos referencias estimables) casi todos los títulos de la producción húngara que arrancó con el nuevo siglo valen la pena, comenzando por la premiére: "Glamour" de Frigyes Gödrös (2000), que abarca cinco décadas del devenir histórico de Hungría en el siglo XX, deteniéndose en los sucesos más relevantes desde 1918 hasta 1954, aunque se trata, sobre todo, de una bella historia de amor, la del judío Imre y la alemana Gerda; obtuvo entre otros el Premio Especial del Jurado en el Festival de Tróia, Portugal; Gran Premio (ex aequo) de la Semana de Cine Húngaro del 2000 y Mejor fotografía en el Festival Madridimagen.
Le siguen, en orden, dentro de dos tandas que el cine Riviera (por reparación del Chaplin en lo que resta de mes) ofrecerá, a las 6:00 y 8:00 p.m: "Un tanto América" (2002), de Gábor Herendi, al parecer una agradable comedia que echa a andar cuando un productor de cine húngaro, residente en Estados Unidos, se interesa por el guión escrito por un joven autor de video clips y le ofrece la mitad del presupuesto para poner en pie el proyecto; "Aire fresco", un filme de Ágnes Kocsis (2006) sobre la (in)comunicación de una madre y su hija seleccionado para la Semana de la Crítica en Cannes ’06 y premios Sándor Simó a la mejor Opera Prima en la Semana de Cine Húngaro del 2006, Gran Premio en el Festival Internacional de Bratislava y Golden Iris en el Festival de Cine Europeo de Bruselas; de otra directora, Krisztina Goda es "Sólo sexo y nada más" que mezcla el teatro y el cine cuando, tras un fracaso amoroso, una atractiva dramaturga de 32 años, Dora, decide quedar embarazada, pero no tiene con quien. Al mismo tiempo reencuentra en los ensayos de la pieza "Las Amistades Peligrosas" al seductor Tamás, quien conoció a Dóra en una situación extremadamente embarazosa...
Completan el programa : "La victoria del amor" (2007), de Tamás Sas, en torno a una compañía automatizada llamada S.O.S. Amor dedicada a la exitosa asesoría en la seducción de mujeres, que pinta como otra grata comedia, e "Hipo" (2002), de György Pálfi, que se vuelca a la vida cotidiana de los habitantes del campo en una zona de la Hungría de hoy: el hipo de un anciano sirve de enlace a los pequeños detalles que componen el paisaje: los hombres y mujeres, los animales, las plantas. Así, (según el programa) "se obvia la dramaturgia tradicional para componer un peculiar retablo donde la magnificencia del trazado de las imágenes cumple un papel relevante. Un original trabajo sin narrador o diálogos, a medio camino entre la ficción, el documental y la experimentación, que recuerda de algún modo a nuestra "Suite Habana". "Dedicado al director Sándor Simó (1934-2001)". Esta rara avis del nuevo cine húngaro obtuvo mención especial al mejor nuevo director en el Festival Internacional de San Sebastián; igual reconocimiento en el Festival de París; en los premios del cine europeo el realizador György Pálfi fue nombrado "descubrimiento europeo del año" y recibió también, entre otros, premio de los críticos húngaros a la mejor fotografía y sonido.
De modo que el panorama húngaro contemporáneo que recoge la nueva semana de cine resulta a juzgar por estos datos, más que prometedor. Sigue en pie, no obstante la interrogante inicial: ¿continuidad o ruptura? ¿se prolongan las otroras glorias del cine magiar cuando el socialismo reinaba en tanto sistema o el asumido capitalismo lo ha alejado de su esencia?
Estos siete días que aguardan darán respuesta a esas y otras preguntas, que nosotros evaluaremos desde estas páginas.