Cine húngaro en Cuba: "Glamour" y "Aire fresco"... pero sólo en las comedias
- por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
La semana de cine húngaro contemporáneo (2000-07) que desde hace varios días transcurre en la Habana, concretamente en el cine Riviera, está dejando en los espectadores sensaciones divididas. Por una parte, el cine más "serio" está decepcionando; la cinta que sirvió de premiére, "Glamour" (2000), de Frigyes Gödrös, que abarca cinco décadas del devenir histórico de Hungría en el siglo XX, deteniéndose en los sucesos más relevantes desde 1918 hasta 1954, con una historia de amor (la del judío Imre y la alemana Gerda) como hilo conductor, resulta ser una obra pesada y amorfa.
Al parecer el director (presente en la sala la noche inicial) confundió historicismo con innecesaria morosidad narrativa: la película simplemente no respira, y corta el oxígeno al público, quien tampoco sonríe siquiera en los segmentos pretendidamente humorísticos.
En tal sentido, resulta irónico un título ubicado en la Hungría actual, titulado nada menos que "Aire fresco" (2006), de Ágnes Kocsis, sobre la (in)comunicación de una madre y su hija, seleccionado para la Semana de la Crítica en Cannes y premiada en su país: aquí los códigos de la estética "nuevo nuevo cine" no funcionan con las superfluas reiteraciones de momentos (para ofrecer la rutina y falta de perspectivas existenciales de los personajes)y el estiramiento de un relato que pudo arrojar un notable corto o hasta medio, pero que como largo (¡larguísimo!) metraje, sólo logra otra incomunicación, esta no planificada: la del film con los espectadores.
De modo que la auténtica valía de la más reciente producción magiar se ubica hasta ahora en el género de la (son)risa: obras como "Un tanto América" (2002), de Gábor Herendi, sobre un productor de cine húngaro, residente en Estados Unidos e interesado en el guión de un joven autor de video clips a quien ofrece la mitad del presupuesto para poner en pie el proyecto, y "La victoria del amor" ( 2007 ), de Tamás Sas, en torno a una compañía automatizada dedicada a la exitosa asesoría en la seducción de mujeres, no sólo resultan ingeniosas y gratas amén de bien actuadas, sino que (a niveles textual, sub o paratextual) revelan con agudeza incomodidades e insatisfacciones de la Hungría post-socialista, donde el desempleo, la desvalorización y las tiranías del mercado neoliberal resultan el pan de cada día.
Hay no poca expectativa con la experimental "Hipo": como ya anunciábamos, un híbrido entre documental y ficción, entre el drama y la comedia, sin diálogos, pero por lo pronto (y ya la semana entra en sus finales) la puntuación al menos de "notable" la llevan sólo las comedias.
Al parecer el director (presente en la sala la noche inicial) confundió historicismo con innecesaria morosidad narrativa: la película simplemente no respira, y corta el oxígeno al público, quien tampoco sonríe siquiera en los segmentos pretendidamente humorísticos.
En tal sentido, resulta irónico un título ubicado en la Hungría actual, titulado nada menos que "Aire fresco" (2006), de Ágnes Kocsis, sobre la (in)comunicación de una madre y su hija, seleccionado para la Semana de la Crítica en Cannes y premiada en su país: aquí los códigos de la estética "nuevo nuevo cine" no funcionan con las superfluas reiteraciones de momentos (para ofrecer la rutina y falta de perspectivas existenciales de los personajes)y el estiramiento de un relato que pudo arrojar un notable corto o hasta medio, pero que como largo (¡larguísimo!) metraje, sólo logra otra incomunicación, esta no planificada: la del film con los espectadores.
De modo que la auténtica valía de la más reciente producción magiar se ubica hasta ahora en el género de la (son)risa: obras como "Un tanto América" (2002), de Gábor Herendi, sobre un productor de cine húngaro, residente en Estados Unidos e interesado en el guión de un joven autor de video clips a quien ofrece la mitad del presupuesto para poner en pie el proyecto, y "La victoria del amor" ( 2007 ), de Tamás Sas, en torno a una compañía automatizada dedicada a la exitosa asesoría en la seducción de mujeres, no sólo resultan ingeniosas y gratas amén de bien actuadas, sino que (a niveles textual, sub o paratextual) revelan con agudeza incomodidades e insatisfacciones de la Hungría post-socialista, donde el desempleo, la desvalorización y las tiranías del mercado neoliberal resultan el pan de cada día.
Hay no poca expectativa con la experimental "Hipo": como ya anunciábamos, un híbrido entre documental y ficción, entre el drama y la comedia, sin diálogos, pero por lo pronto (y ya la semana entra en sus finales) la puntuación al menos de "notable" la llevan sólo las comedias.