Antonella Costa, amante del riesgo... y el sexo tántrico

por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Antonella Costa y Leandro Stivelman en una escena de 'No mires para abajo'
Antonella Costa y Leandro Stivelman en una escena de 'No mires para abajo'
La recuerdan sin duda todos los que vieron "Garage Olimpo", que le valió premios y elogios. Ahora la actriz italo-argentina Antonella Costa estrena en su país un "más difícil todavía", la nueva cinta de Eliseo Subiela, en la que da lecciones de sexo a un muchachito de 19 años, un papel que varias otras actrices, entre ellas algunas españolas, rechazaron. "No mires para abajo" es el título de un film que, al estilo del chileno "En la cama", de Matías Bize, se desarrolla en gran medida en pareja y en la intimidad de una alcoba.

Eloy es un adolescente de 19 años que trabaja junto a sus padres. Su trabajo consiste en repartir ángeles, lápidas y figuras ornamentales en las sepulturas que atiende el negocio familiar en el cementerio de la ciudad. Al morir su padre, Eloy ve acelerar el tiempo que lo llevará a la adultez en un mundo hostil y ajeno. En el camino conoce a Elvira, que mediante el aprendizaje de ciertas prácticas sexuales le permitirá acceder a zonas desconocidas de su espíritu y de la realidad.

"Me llamó Eliseo -ha contado Costa al diario La Razón- y me dijo que hacía tiempo que quería hablarme. 'Querés filmar una historia de sumo riesgo, a la que ninguna actriz se anima?', me preguntó.'A quién hay que matar?', le contesté yo... y ya me explicó que era sobre una chica que le da lecciones de sexo tántrico a un adolescente".

"El guión me gustó porque me pareció una trama tierna y con dos temas fundamentales: la vida y la muerte", explica la actriz argentina, que también intervino en films como "El vestido", "Cobrador, in god we trust", "El viento", "Diarios de motocicleta", "Nadar solo", "La fuga" o "El camino".

Para Antonella, nacida en Italia y afincada en Argentina, los desnudos y las escenas de sexo no son problema. "Yo no tengo dramas -afirma- con el tema del desnudo. Si me animo es porque no tengo inhibiciones con mi cuerpo, que a mí me gusta mucho. Mi cuerpo es una buena herramienta que utilizo y muestro sin problemas. Pero ojo, que en la película de Subiela no es sólo estar desnuda o fingir un orgasmo, sino que hay que actuar mucho. Acepté con la condición de que no fuera vulgar ni exhibicionista. Me entregué confiando en que nadie iba a dejar algo feo o defectuoso".

Costa cree que Subiela era consciente de que ella no era exáctamente el modelo de "sex symbol" al uso. "Al elegirme, tuvo el raro acierto de mostrar otra cosa respecto de lo que se ve usualmente. Yo no tengo un cuerpo perfecto ni voluptuoso. Mi cuerpo no es lindo comparado con... Es lindo. Punto. De todas maneras, estoy convencida de que hay una dificultad en asimilar una belleza alternativa. Las cosas son como se venden".