Los 75 años creadores de Enrique Pineda Barnet
- por © ICAIC Digital / NOTICINE.com
Uno de los más importantes cineastas cubanos, Enrique Pineda Barnet ("La bella del Alhambra"), acaba de cumplir 75 años esta semana. Premio Nacional de Cine en 2006 y guionista de la recordada "Soy Cuba", de Mikhail Kalatozov, escritor, periodista y videoartista, Pineda Barnet es -según afirma el boletín semanal del Instituto Cubano de Cine (ICAIC) "profesor, o mejor aún, maestro". Por este motivo, el cineasta y autor ha respondido al mismo medio de esta manera:
- Usted ya poseía un amplio curriculum profesional cuando se convirtió en el primer maestro voluntario después de la Revolución. ¿De qué manera esta experiencia cambió su vida?
No fue la experiencia la que cambió mi vida, sino que el cambiar mi vida, me condujo a esta experiencia.
- Los éxitos como creador son más "sociales", por así decirlo. Los éxitos como maestro -aquel que comparte un conocimiento, o enseña a encontrarlo- son más "personales", tienen más que ver con la relación entre dos personas. ¿Cuáles le han producido más satisfacción?
No estoy tan seguro de los llamados "éxitos". Tampoco siento los "fracasos". Cuando una película que he realizado, o un poema o mis cuentos, o cualquier cosa, es bien recibida o gusta o es aplaudida...siempre pienso ¿qué pudiera ocurrirme con otras obras que no se han dado a conocer. Siempre queda una inconformidad. Con los alumnos queda un sentimiento de deuda: ¿qué me faltó por enseñarles? Lo máximo es cuando un alumno reaparece o cuando muestra una actitud consecuente. Su victoria es mía, sus frustraciones me castigan.
- ¿Cuánto le han enseñado sus discípulos?
Todo, realmente todo. Me enseñan la inconformidad, la vigilancia sobre mí mismo. La capacidad de repensar las cosas.
- Arte y pedagogía, auténtica pedagogía, ¿son cosas diferentes? ¿Cuánto hay de uno en la otra?
Realmente no las separo. No creo que el arte tenga la obligación de ser pedagógica en términos académicos. Ni la pedagogía tiene que ser académicamente arte. Pero sin dudas, la una tiene de la otra y en la medida que la dosis sea más equilibrada, el complemente se acerca a la perfección. Este año, mi cumpleaños me acerca a la evocación nostálgica de mis colegas que han salido a pasear: Humberto, Octavio, Sergio Núñez, Corrieri, Marcos Madrigal, Germinal... y fuera de este año la nostalgia de ellos crece. No es porque me estoy naturalmente acercando a ellos. Sino porque permanecen siempre cerca.
- Usted ya poseía un amplio curriculum profesional cuando se convirtió en el primer maestro voluntario después de la Revolución. ¿De qué manera esta experiencia cambió su vida?
No fue la experiencia la que cambió mi vida, sino que el cambiar mi vida, me condujo a esta experiencia.
- Los éxitos como creador son más "sociales", por así decirlo. Los éxitos como maestro -aquel que comparte un conocimiento, o enseña a encontrarlo- son más "personales", tienen más que ver con la relación entre dos personas. ¿Cuáles le han producido más satisfacción?
No estoy tan seguro de los llamados "éxitos". Tampoco siento los "fracasos". Cuando una película que he realizado, o un poema o mis cuentos, o cualquier cosa, es bien recibida o gusta o es aplaudida...siempre pienso ¿qué pudiera ocurrirme con otras obras que no se han dado a conocer. Siempre queda una inconformidad. Con los alumnos queda un sentimiento de deuda: ¿qué me faltó por enseñarles? Lo máximo es cuando un alumno reaparece o cuando muestra una actitud consecuente. Su victoria es mía, sus frustraciones me castigan.
- ¿Cuánto le han enseñado sus discípulos?
Todo, realmente todo. Me enseñan la inconformidad, la vigilancia sobre mí mismo. La capacidad de repensar las cosas.
- Arte y pedagogía, auténtica pedagogía, ¿son cosas diferentes? ¿Cuánto hay de uno en la otra?
Realmente no las separo. No creo que el arte tenga la obligación de ser pedagógica en términos académicos. Ni la pedagogía tiene que ser académicamente arte. Pero sin dudas, la una tiene de la otra y en la medida que la dosis sea más equilibrada, el complemente se acerca a la perfección. Este año, mi cumpleaños me acerca a la evocación nostálgica de mis colegas que han salido a pasear: Humberto, Octavio, Sergio Núñez, Corrieri, Marcos Madrigal, Germinal... y fuera de este año la nostalgia de ellos crece. No es porque me estoy naturalmente acercando a ellos. Sino porque permanecen siempre cerca.