Helena Taberna escribe sobre "La buena nueva"
- por © Golem-NOTICINE.com
Por Helena Taberna *
"La buena nueva" es una historia sobre guerra y religión, pero es sobre todo una historia de amor. La vida y la muerte son protagonistas a lo largo de la narración produciendo un efecto de lupa amplificadora de los horrores de la guerra. La película incorpora, a través de las vivencias y bajo el punto de vista de un joven cura, una temática nunca vista en el cine sobre la Guerra Civil: el papel que jugó la Iglesia durante este período de nuestra historia reciente.
Miguel, nuestro protagonista, es destinado como párroco a un pueblo de izquierdas en julio de 1936. Es testigo de la represión que tiene lugar en la retaguardia, y reacciona situándose del lado de los más desfavorecidos, enfrentándose al poder. El carácter valiente del joven sacerdote nos empuja a sentirnos identifi cados con su actitud y sus ideas. "La buena nueva" se convierte así en una historia universal, como es la lucha por mantenerse fiel a los propios ideales, aunque ello implique un gran sacrificio personal.
"La buena nueva" es una película de ficción, pero está basada en la biografía de un familiar mío, Marino Ayerra, que llegó a hacerse cargo de la parroquia de Alsasua el 16 de julio de 1936. Es una historia que conocí siendo niña y que me impresionó mucho por el misterio que rodeaba a los temas relacionados con la guerra. Las mujeres de mi pueblo a menudo se me acercaban agradeciendo enormemente lo que Don Marino, al que yo no conocí personalmente, había hecho a favor del pueblo.
La película "La buena nueva" nos ha exigido respetar los hechos históricos. Hemos cuidado enormemente la ambientación intentado ser fieles a todos los acontecimientos reales que se recrean a lo largo de la película. Pero al mismo tiempo hemos creado situaciones, acciones y personajes de ficción, que no existieron, pero que pudieron haber existido, con el fin de que las dos líneas argumentales hicieran crecer la narración de manera armónica.
Dicen de mis películas que, aunque tratan temas delicados, consiguen crear un sentimiento de esperanza. Espero que "La buena nueva" contribuya a ayudar a conocer mejor ese período sombrío de nuestra historia y sin embargo permita un halo de esperanza marcado por mi deseo de que esos hechos terribles no vuelvan a suceder jamás.
Mi filmografía parece seguir una tendencia en la que está presente el tema de la lucha entre la libertad individual y el compromiso social. Y es cierto, la posibilidad del individuo de volar solo, sin alejarse demasiado de los demás, es una cuestión que me importa muchísimo. Es posible que estos elementos estén presentes en mi trabajo, porque, al final, las pasiones humanas son eternas y universales.
Mi intención ha sido hacer un largometraje bien construido, sólido y lleno de emoción, pero que además lleve a los espectadores a reflexionar acerca de las pasiones, la libertad, y el comportamiento de los seres humanos en situaciones adversas. "La buena nueva" gira en torno a la recuperación de la memoria histórica, desde un punto de vista humano y emocionante. Mi intención no es apuntar a los culpables, sino rendir un recuerdo sanador y poético a los que perdieron la guerra.
(*) La cineasta navarra Helena Taberna llamó la atención con su debut, "Yoyes", la película dirigida por una mujer más premiada del cine español en festivales internacionales. Tras el documental "Extranjeras", regresa a la ficción con esta cinta que participó en la última Seminci. "La buena nueva" se estrena el próximo viernes en España.
"La buena nueva" es una historia sobre guerra y religión, pero es sobre todo una historia de amor. La vida y la muerte son protagonistas a lo largo de la narración produciendo un efecto de lupa amplificadora de los horrores de la guerra. La película incorpora, a través de las vivencias y bajo el punto de vista de un joven cura, una temática nunca vista en el cine sobre la Guerra Civil: el papel que jugó la Iglesia durante este período de nuestra historia reciente.
Miguel, nuestro protagonista, es destinado como párroco a un pueblo de izquierdas en julio de 1936. Es testigo de la represión que tiene lugar en la retaguardia, y reacciona situándose del lado de los más desfavorecidos, enfrentándose al poder. El carácter valiente del joven sacerdote nos empuja a sentirnos identifi cados con su actitud y sus ideas. "La buena nueva" se convierte así en una historia universal, como es la lucha por mantenerse fiel a los propios ideales, aunque ello implique un gran sacrificio personal.
"La buena nueva" es una película de ficción, pero está basada en la biografía de un familiar mío, Marino Ayerra, que llegó a hacerse cargo de la parroquia de Alsasua el 16 de julio de 1936. Es una historia que conocí siendo niña y que me impresionó mucho por el misterio que rodeaba a los temas relacionados con la guerra. Las mujeres de mi pueblo a menudo se me acercaban agradeciendo enormemente lo que Don Marino, al que yo no conocí personalmente, había hecho a favor del pueblo.
La película "La buena nueva" nos ha exigido respetar los hechos históricos. Hemos cuidado enormemente la ambientación intentado ser fieles a todos los acontecimientos reales que se recrean a lo largo de la película. Pero al mismo tiempo hemos creado situaciones, acciones y personajes de ficción, que no existieron, pero que pudieron haber existido, con el fin de que las dos líneas argumentales hicieran crecer la narración de manera armónica.
Dicen de mis películas que, aunque tratan temas delicados, consiguen crear un sentimiento de esperanza. Espero que "La buena nueva" contribuya a ayudar a conocer mejor ese período sombrío de nuestra historia y sin embargo permita un halo de esperanza marcado por mi deseo de que esos hechos terribles no vuelvan a suceder jamás.
Mi filmografía parece seguir una tendencia en la que está presente el tema de la lucha entre la libertad individual y el compromiso social. Y es cierto, la posibilidad del individuo de volar solo, sin alejarse demasiado de los demás, es una cuestión que me importa muchísimo. Es posible que estos elementos estén presentes en mi trabajo, porque, al final, las pasiones humanas son eternas y universales.
Mi intención ha sido hacer un largometraje bien construido, sólido y lleno de emoción, pero que además lleve a los espectadores a reflexionar acerca de las pasiones, la libertad, y el comportamiento de los seres humanos en situaciones adversas. "La buena nueva" gira en torno a la recuperación de la memoria histórica, desde un punto de vista humano y emocionante. Mi intención no es apuntar a los culpables, sino rendir un recuerdo sanador y poético a los que perdieron la guerra.
(*) La cineasta navarra Helena Taberna llamó la atención con su debut, "Yoyes", la película dirigida por una mujer más premiada del cine español en festivales internacionales. Tras el documental "Extranjeras", regresa a la ficción con esta cinta que participó en la última Seminci. "La buena nueva" se estrena el próximo viernes en España.