Reygadas se reconoce "supersticioso" y no da detalles de su nuevo film... ni a su madre
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
El cineasta mexicano Carlos Reygadas, autor de films premiados en numerosos festivales como "Luz silenciosa" o "Batalla en el cielo", tiene "casi todo listo" para su cuarto largometraje, que debería filmar a principios del año próximo. Pero, como ha confesado a la agencia AP, prefiere no dar detalles del proyecto en general "porque "soy muy supersticioso. Siento que si hablas antes de la película, de lo que tratará, de quién va a estar, qué te gustaría hacer, se te acaba la energía, la agotas toda de esa manera en eso y ya no tienes ganas de hacerla. De veras que no le digo nada a nadie, ni siquiera a mi mamá".
El realizador, guionista y productor hizo estas declaraciones a AP tras participar en un coloquio sobre las relaciones entre Carlos Fuentes y el cine, coincidiendo con el 80 cumpleaños del celebrado autor mexicano. Durante el mismo, Reygadas explicó que se interesó por el Séptimo Arte tras completar estudios en Leyes con especialidad en conflictos armados y trabajar en el Tribunal de la Haya en Bruselas y en la Corte Penal Internacional de Nueva York.
Como no le gustaba esa vida, decidió cambiarla "y el cine fue una puerta de escape". Así, el chilango debutó pasados los 30 años con "Japón", que inició un trabajo "apasionado", ya que según él "Lo que se necesita es amar o detestar, tener pasión, nunca indiferencia o mecanización. Es esencial para hacer cualquier arte, el del machete, el del balón y el de filmar, que lo ames o lo odies. Al sentir una pasión automáticamente vas a encuadrar bien, el ángulo va a ser perfecto, te das cuenta si hay un exceso de maquillaje... Cuando no hay pasión, el cine se convierte en literatura ilustrada".
El realizador, guionista y productor hizo estas declaraciones a AP tras participar en un coloquio sobre las relaciones entre Carlos Fuentes y el cine, coincidiendo con el 80 cumpleaños del celebrado autor mexicano. Durante el mismo, Reygadas explicó que se interesó por el Séptimo Arte tras completar estudios en Leyes con especialidad en conflictos armados y trabajar en el Tribunal de la Haya en Bruselas y en la Corte Penal Internacional de Nueva York.
Como no le gustaba esa vida, decidió cambiarla "y el cine fue una puerta de escape". Así, el chilango debutó pasados los 30 años con "Japón", que inició un trabajo "apasionado", ya que según él "Lo que se necesita es amar o detestar, tener pasión, nunca indiferencia o mecanización. Es esencial para hacer cualquier arte, el del machete, el del balón y el de filmar, que lo ames o lo odies. Al sentir una pasión automáticamente vas a encuadrar bien, el ángulo va a ser perfecto, te das cuenta si hay un exceso de maquillaje... Cuando no hay pasión, el cine se convierte en literatura ilustrada".