Marcos Jorge escribe sobre "Estómago", la receta más sabrosa de las Navidades

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Escena de 'Estómago'
Escena de 'Estómago'
Por Marcos Jorge*

El guión de "Estómago" nació de un modo interesante y que vale la pena contar. Hace cuatro años, como respuesta a una invitación para el estreno de un corto mío en São Paulo, el escritor Lusa Silvestre me envió tres relatos inéditos, cuyo argumento era en todos los casos la comida. Uno de ellos atrajo mi atención: narraba la historia de un hombre que adquiría prestigio en una cárcel cocinando para sus compañeros de celda.

El relato me gustó mucho y le sugerí a Lusa que lo adaptáramos. Pero como el relato era corto e insuficiente para un largometraje, era necesario inventar más cosas. Y así, juntos, fuimos creando toda una historia para el protagonista “antes” de ir a la cárcel y fue surgiendo el guión. Al comienzo de esta fase, me di cuenta de que se trataba de una historia universal, comprensible para todo tipo de personas, que mezcla poder, sexo y gastronomía de forma visceral y orgánica. Me sumergí en la elaboración del guión, con enorme dedicación e inmenso placer (fue una de las mejores etapas de mi vida).

La receta de un buen guión es como la receta de un buen plato: se pueden dar los ingredientes, se puede indicar el modo de prepararlo, incluso se pueden contar los secretos del cocinero, pero si el que prepara el plato no tiene “buena mano para la cocina” el plato no quedará bien.

Cocinar y hacer cine tienen mucho en común: al igual que el cocinero, el director mezcla elementos heterogéneos buscando una armonía en el resultado final. En ese sentido, se podría decir que "Estómago" es un plato fuerte, de gusto definido, agridulce en algunos momentos, salado otras, y que termina dejando un gusto amargo en la boca.
    
Para rodar "Estómago", tuvimos que hacer frente a varios desafíos. En primer lugar, la productora Cláudia da Natividade se acogió a un famoso acuerdo de coproducción entre Brasil e Italia que existía desde 1974 pero que nunca se había utilizado plenamente. Con mucho trabajo y paciencia, consiguió descifrar los recorridos previstos en la ley y logró que los organismos brasileños e italianos aprobasen la coproducción de la película: gracias a este trabajo, "Estómago" pudo ser terminada en Europa.

Otro gran desafío fue rodarla con un millón de reales (312.000 euros), suma del Premio de Producción de Películas de Bajo Presupuesto de Ministerio de Cultura brasileño. Filmando como lo hicimos, en cinco semanas, con un equipo numeroso, una película relativamente compleja y con muchas necesidades de producción no habríamos podido hacerlo así en São Paulo, pero nos trasladamos a Curitiba, donde conseguimos controlar mucho mejor los costes y optimizar recursos, y donde contamos con el apoyo del estado de Curitiba y del Ayuntamiento, que nos facilitaron el acceso a muchas localizaciones.
    
Pero tal vez el mayor desafío fue no caer en los clichés que permean la historia: los presos oprimidos, una prostituta deprimida, un italiano melodramático, la comida pasteurizada, etc. Para poder huir de eso, desde el principio pensé en los personajes como personas con muchas facetas y en unos ambientes realistas. Al igual que la comida que se muestra en la película parece apetitosa incluso cuando se elabora en condiciones higiénicas tremendas, los personajes también tienen cualidades y defectos evidentes. Y nos gustan a pesar de eso, o precisamente por eso.
    
En el mundo real, la gastronomía es un excelente medio de inserción social y "Estómago" parte de ese hecho para contar la trayectoria de nuestro protagonista. Raimundo Nonato, en el relato de Lusa Silvestre que sirvió de inspiración para la película, era nordestino, porque muchos de los mejores cocineros y chefs que trabajan en los restaurantes de São Paulo y Río también lo son. Pero, en la película, a este motivo se unió otro: son, sobre todo, nordestinos, los hombres y mujeres que llegan a las ciudades del sur de Brasil en busca de empleo y que son explotados, de formas distintas, algunas de las cuales se recogen en la película para que reflexionemos sobre ellas. Y también para que riamos, claro, ya que la risa inteligente es la mejor forma de crítica que se conoce.

Desde el primer momento, tuve el propósito de hacer una película sobre la cocina, pero modesta, de bar, para que fuera diferente de otras películas que abordan el tema pero hablando de alta cocina y restaurantes elegantes. En "Estómago" los platos que mostramos son platos populares, y la preparación de los mismos, precaria. Incluso así, a pesar de las terribles condiciones sanitarias de la cocina del bar de Zulmiro, al espectador le apetece comer lo que Nonato prepara allí. Eso era exactamente lo que yo quería: "Estómago" es una declaración de amor a la culinaria. Tanto en las palabras de Giovanni, como en las de Iria o de Bujiú, la comida es un amor que satisface a todos.

(*) Marcos Jorge es periodista de formación, pero se especializó en lenguaje cinematográfico, escritura de guión y dirección de actores en Italia. Después de vivir diez años en el extranjero, en el año 2001 regresó a Brasil, donde fundó, con Cláudia da Natividade, la productora Zencrane Filmes. En los últimos diez años ha dirigido numerosos spots publicitarios, cortos, documentales, vídeos... "Estómago", que este viernes se estrena en España tras triunfar en la Seminci de Valladolid, es su primer largometraje de ficción y ha cosechado aplausos y premios en diferentes certámenes a lo largo del año.