Finalizó el rodaje del film colombiano "El vuelco del cangrejo"

por © Corresponsal (Colombia)-NOTICINE.com
'El vuelco del cangrejo'
'El vuelco del cangrejo'
La semana próxima se iniciará la postproducción en Miami de "El vuelco del cangrejo", primer film colombiano que se ha rodado en la costa del Pacífico, concretamente en La Barra. Se trata del debut del director y guionista Oscar Ruiz Navia , que ha contado con coproducción francesa. La gran mayoría de los actores que intervinieron en el rodaje son de la propia zona, y la casi todos no profesionales.

Rodrigo Velez y Jaime Castaño interpretaron a los personajes foráneos de la historia, y Arnobio Salazar Rivas, conocido por muchas personas de la región como "Cerebro", hace de sí mismo, un antiguo pescador que hospeda turistas provenientes del interior del país. Además participan en la película la niña e 11 años Gisella Alvarez, los adolescentes Miguel Baloy e Israel Rivas, y la Timbiqueña Karent HIiestroza.

"El vuelco del cangrejo" se desarrolla en La Barra, allí "Cerebro", líder de los nativos Afrodescendientes, enfrenta fuertes contradicciones con el Paisa, poderoso terrateniente que planea la construcción de un hotel en la playa. Daniel, un citadino extraño y silencioso, llega una tarde cualquiera y permanece varios días en el sitio a la espera de una lancha clandestina que pueda sacarlo del país. Una niña (Lucia) y dos adolescentes (Miguel e Israel), necesitados de dinero, son los únicos que intentan ayudarlo, pero conseguir una embarcación tomará más tiempo de lo planeado. La paciencia de Cerebro poco a poco se agota cuando una mañana El Paisa instala dos gigantescos bafles en la playa y comienza la construcción de una barrera que dividirá el territorio. Daniel, intentando partir, quedará atrapado en la crisis del pueblo, cuya población se resistirá a desaparecer con la inminente llegada del progreso.

Según Oscar Ruiz Navia, director y guionista, "El vuelco del cangrejo" propone "el viaje, una de las historias más antiguas, como principio narrativo. En él se sugiere una necesidad de cambio, una huida inaplazable en busca de otro camino, una reescritura de lo perdido y olvidado. Quise escribir una película en la que un hombre despojado de su pasado encuentra un lugar en el que hay otra velocidad, una vida al margen dictaminada por las leyes de la naturaleza, un territorio que tambalea pues afronta la paradójica idea de “progreso”. Esta es una película sobre la libertad, sobre la perdida de referentes humanos, estéticos y políticos en un país que sucumbe ante lo banal. Una película que asume el cine como una forma de pensamiento y no una simple mercancía vendible. Que mostrará la incomprensión de quienes habitamos la urbe cuando creemos estar por encima de los que han permanecido en la periferia, que contemplará una zona más de olvido, unos rostros anónimos, unos sonidos silenciados, el choque de dos visiones... la poética de lo real".

La película contó con la participación de la comunidad de La Barra, un pueblo de la costa pacífica colombiana al norte del Valle del Cauca habitado por una ancestral comunidad afrodescendiente, quienes prestaron servicios de alojamiento, alimentación y transporte, además de aportar dentro del equipo técnico cerca de 10 jóvenes del sector, como técnicos, asistentes y utileros.