Ariel Rotter estrena en España "El otro"
- por © Redacción-NOTICINE.com
Casi dos años después de recibir dos premios en Berlín, el del Jurado y el de interpretación masculina para Julio Chávez, llega a las salas españolas la cinta argentino-alemana "El otro", segundo largometraje de Ariel Rotter ("Sólo por hoy"), que desde entonces ha ido acumulando reconocimientos en diversos otros certámenes y en los Cóndor. "Mi película es simple y oscura, pero tengo muchas expectativas de que el público la disfrute", ha dicho el cineasta argentino.
En "El otro", el prestigioso actor argentino Julio Chávez ("El custodio") es Juan Desouza, un abogado de mediana edad que está a punto de tener un hijo y paralelamente asiste a la decadencia física de su padre. En clara crisis vital, durante un viaje de trabajo, la muerte súbita de su compañero de asiento en el autobús agudiza su angustia frente al final de la vida. Por ello, decide adoptar la personalidad del fallecido. "El personaje busca entender el ciclo de la vida", ha explicado Rotter. El realizador de "Sólo por hoy" ha reconocido que siempre pensó en Chávez como protagonista, y que sin su concurso la película hubiera sido casi imposible.
Por su parte, Chávez considera que la actitud de su personaje de adoptar otras personalidades "es sin ningún tipo de maldad, es un juego ingenuo, como una travesura infantil que surge después de que Juan descubra que, inevitablemente, tiene que morir". En su opinión, este film -que se estrena este viernes por fín en España- tiene mucho que ver con sus previas cintas "Extraño" y "El custodio", y considera el todo una "trilogía del silencio", en la que sus personajes respectivos apenan usan la palabra.
Rotter, quien empleó cuatro años desde que empezó a escribir "El otro" hasta su finalización, dijo a DW que "las expectativas en el plano íntimo de la película van más allá del juicio del público. En el plano privado tienen que ver con cuánto de uno está representado en la película. En el plano social de la película, uno tiene la expectativa de saber qué le sucede al otro al verla, cuánto puede resonar adentro de cada espectador lo que uno tenía para decir. Me estimulan las sensaciones que recorren al espectador y ver si esas sensaciones de algún modo tienen que ver con las que tuve yo al hacerla".
"No es -añadía- necesariamente autobiográfica. Es cine que trata sobre algo que crees conocer. En lo que yo hago, me interesa filmar o escribir cosas que conozco o creo conocer y no sobre cualquier cosa. El cine argentino tiene mucha diversidad. Se hacen 50 películas por año. Lo que existe es una tendencia al cine de autor, también cine documental y de alto contenido político. Se conciben las escenas de las películas de un modo valiente y fuertemente ligado con la tradición europea. Argentina como sabes, está construido, por inmigrantes europeos, de ahí viene el lazo y el gusto por lo europeo. Hay una cultura cinematográfica más poderosa si se compara con otros países de Sudamérica".
En "El otro", el prestigioso actor argentino Julio Chávez ("El custodio") es Juan Desouza, un abogado de mediana edad que está a punto de tener un hijo y paralelamente asiste a la decadencia física de su padre. En clara crisis vital, durante un viaje de trabajo, la muerte súbita de su compañero de asiento en el autobús agudiza su angustia frente al final de la vida. Por ello, decide adoptar la personalidad del fallecido. "El personaje busca entender el ciclo de la vida", ha explicado Rotter. El realizador de "Sólo por hoy" ha reconocido que siempre pensó en Chávez como protagonista, y que sin su concurso la película hubiera sido casi imposible.
Por su parte, Chávez considera que la actitud de su personaje de adoptar otras personalidades "es sin ningún tipo de maldad, es un juego ingenuo, como una travesura infantil que surge después de que Juan descubra que, inevitablemente, tiene que morir". En su opinión, este film -que se estrena este viernes por fín en España- tiene mucho que ver con sus previas cintas "Extraño" y "El custodio", y considera el todo una "trilogía del silencio", en la que sus personajes respectivos apenan usan la palabra.
Rotter, quien empleó cuatro años desde que empezó a escribir "El otro" hasta su finalización, dijo a DW que "las expectativas en el plano íntimo de la película van más allá del juicio del público. En el plano privado tienen que ver con cuánto de uno está representado en la película. En el plano social de la película, uno tiene la expectativa de saber qué le sucede al otro al verla, cuánto puede resonar adentro de cada espectador lo que uno tenía para decir. Me estimulan las sensaciones que recorren al espectador y ver si esas sensaciones de algún modo tienen que ver con las que tuve yo al hacerla".
"No es -añadía- necesariamente autobiográfica. Es cine que trata sobre algo que crees conocer. En lo que yo hago, me interesa filmar o escribir cosas que conozco o creo conocer y no sobre cualquier cosa. El cine argentino tiene mucha diversidad. Se hacen 50 películas por año. Lo que existe es una tendencia al cine de autor, también cine documental y de alto contenido político. Se conciben las escenas de las películas de un modo valiente y fuertemente ligado con la tradición europea. Argentina como sabes, está construido, por inmigrantes europeos, de ahí viene el lazo y el gusto por lo europeo. Hay una cultura cinematográfica más poderosa si se compara con otros países de Sudamérica".