Sonrisas, lágrimas y mucho miedo en los Goya 2008
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Por José Daniel Díaz
La 23 Edición de los Premios Goya no sólo sirvió para consagrar a "Camino" de Javier Fesser como película del año; este evento también sirve para mostrar públicamente el estado de ánimo del cine español, para enseñar las mejores galas, para buscar el lado humano de nuestros cineastas. Y este año trajo elegancia, discreción, sonrisas, lágrimas, alguna sorpresa y mucho miedo.
La elegancia la pudimos encontrar en el vestido grecorromano de Belén Rueda, siempre impactante y señorial. Pero también en el escenario de este año que por fin conseguía acercarse al glamour que toda gala de estas características requiere como las escaleras al más puro estilo "revista española". Por allí fueron apareciendo las personas encargadas de entregar los premios como José Coronado, Santi Millán, Malena Alterio, María Botto, J.A Bayona, Nacho Vigalondo, Paz Vega, Jorge Drexler, Enrique Cerezo, Concha Velasco...
La discreción fue otro de los aspectos que imperaron en la noche del cine español. No hubo una exigencia o reclamación estrella este año pero se tocaron varios temas que afectan y preocupan. Entre ellos podríamos destacar el comentario de Lala Huete, ganadora por "El Greco" en la categoría de Mejor Vestuario, en contra de la piratería y pidiendo expresamente al Gobierno fuertes medidas para erradicarla; ó Jordi Dauder, premio Goya al Mejor Actor de Reparto por "Camino", criticando los fundamentalismos aún existentes en España. Pero quizás "El Langui", ganador a Mejor Actor Revelación por "El truco del manco", expresó en una frase lo que muchas veces se ha echado en falta en esta gala: un grito a favor del cine español.
Hubo muchos momentos especialmente divertidos. Muchachada Nui con Joaquín Reyes al frente tuvo sketchs hilarantes. Se podría destacar la parodia "Conversaciones entre actores" que recordaba claramente un documental en el que participaron Javier Bardem, Luis Tosar y Eduard Fernández. Carmen Machi, presentadora de la Gala, también tuvo comentarios especialmente graciosos como llamar "Los crímenes de Frodo" a la película de Alex de la Iglesia. Y no podemos olvidar a Benicio del Toro, Goya al Mejor Actor Protagonista por "Che,el argentino" que tuvo una de las mejores y más sinceras frases de la noche: "No ví ninguna de las películas pero las veré".
Si algo podemos encontrar durante casi dos horas y media de entrega de premios es emociones a flor de piel. Lágrimas de alegría como las de Nerea Camacho, Mejor Actriz Revelación por "Camino", al ver recoger el Goya a su "madre cinematográfica" Carmen Elías. Ó las de Javier Fesser cuando veía que su equipo era reconocido; tampoco pudo reprimir su alegría Roque Baños al ser reconocido su trabajo en "Los crímenes de Oxford".
Pero la tristeza también trajo alguna lágrima como las de Maribel Verdú y Javier Cámara al contemplar el grupo de personas desaparecidas durante el año.
Aunque apenas hubo sorpresas siempre queda alguna anécdota para la posteridad. Entre ellas la de Penélope Cruz, premiada como Mejor Actriz de Reparto, que tuvo unas palabras recordando el magnífico trabajo de Goya Toledo en "Los años desnudos" ante la asombrada mirada de ésta. O el susto monumental de Maribel Verdú al verse acosada por uno de los zombies que recreaban la película "Rec".
Aunque no se comentó abiertamente en el sentimiento general se palpaba el miedo al año que ya ha empezado. La crisis, recordaban, va a afectar a muchos trabajadores del cine y sin pretender ser alarmistas la sensación general era de escepticismo ante lo que pueda deparar el 2009.
El homenajeado, Jesús Franco, dedicó el reconocimiento a Juan Antonio Bardem, a su mujer, a la filmoteca de París y a los 4000 chavales/as que tienen su cortometraje en el bolsillo buscando financiación.
Todo un espectáculo que cerró sus puertas hasta el próximo y complicado año cinematográfico español.
La 23 Edición de los Premios Goya no sólo sirvió para consagrar a "Camino" de Javier Fesser como película del año; este evento también sirve para mostrar públicamente el estado de ánimo del cine español, para enseñar las mejores galas, para buscar el lado humano de nuestros cineastas. Y este año trajo elegancia, discreción, sonrisas, lágrimas, alguna sorpresa y mucho miedo.
La elegancia la pudimos encontrar en el vestido grecorromano de Belén Rueda, siempre impactante y señorial. Pero también en el escenario de este año que por fin conseguía acercarse al glamour que toda gala de estas características requiere como las escaleras al más puro estilo "revista española". Por allí fueron apareciendo las personas encargadas de entregar los premios como José Coronado, Santi Millán, Malena Alterio, María Botto, J.A Bayona, Nacho Vigalondo, Paz Vega, Jorge Drexler, Enrique Cerezo, Concha Velasco...
La discreción fue otro de los aspectos que imperaron en la noche del cine español. No hubo una exigencia o reclamación estrella este año pero se tocaron varios temas que afectan y preocupan. Entre ellos podríamos destacar el comentario de Lala Huete, ganadora por "El Greco" en la categoría de Mejor Vestuario, en contra de la piratería y pidiendo expresamente al Gobierno fuertes medidas para erradicarla; ó Jordi Dauder, premio Goya al Mejor Actor de Reparto por "Camino", criticando los fundamentalismos aún existentes en España. Pero quizás "El Langui", ganador a Mejor Actor Revelación por "El truco del manco", expresó en una frase lo que muchas veces se ha echado en falta en esta gala: un grito a favor del cine español.
Hubo muchos momentos especialmente divertidos. Muchachada Nui con Joaquín Reyes al frente tuvo sketchs hilarantes. Se podría destacar la parodia "Conversaciones entre actores" que recordaba claramente un documental en el que participaron Javier Bardem, Luis Tosar y Eduard Fernández. Carmen Machi, presentadora de la Gala, también tuvo comentarios especialmente graciosos como llamar "Los crímenes de Frodo" a la película de Alex de la Iglesia. Y no podemos olvidar a Benicio del Toro, Goya al Mejor Actor Protagonista por "Che,el argentino" que tuvo una de las mejores y más sinceras frases de la noche: "No ví ninguna de las películas pero las veré".
Si algo podemos encontrar durante casi dos horas y media de entrega de premios es emociones a flor de piel. Lágrimas de alegría como las de Nerea Camacho, Mejor Actriz Revelación por "Camino", al ver recoger el Goya a su "madre cinematográfica" Carmen Elías. Ó las de Javier Fesser cuando veía que su equipo era reconocido; tampoco pudo reprimir su alegría Roque Baños al ser reconocido su trabajo en "Los crímenes de Oxford".
Pero la tristeza también trajo alguna lágrima como las de Maribel Verdú y Javier Cámara al contemplar el grupo de personas desaparecidas durante el año.
Aunque apenas hubo sorpresas siempre queda alguna anécdota para la posteridad. Entre ellas la de Penélope Cruz, premiada como Mejor Actriz de Reparto, que tuvo unas palabras recordando el magnífico trabajo de Goya Toledo en "Los años desnudos" ante la asombrada mirada de ésta. O el susto monumental de Maribel Verdú al verse acosada por uno de los zombies que recreaban la película "Rec".
Aunque no se comentó abiertamente en el sentimiento general se palpaba el miedo al año que ya ha empezado. La crisis, recordaban, va a afectar a muchos trabajadores del cine y sin pretender ser alarmistas la sensación general era de escepticismo ante lo que pueda deparar el 2009.
El homenajeado, Jesús Franco, dedicó el reconocimiento a Juan Antonio Bardem, a su mujer, a la filmoteca de París y a los 4000 chavales/as que tienen su cortometraje en el bolsillo buscando financiación.
Todo un espectáculo que cerró sus puertas hasta el próximo y complicado año cinematográfico español.