El cine chileno, a tono con la Feria del Libro habanera
- por © Frank Padrón-NOTICINE.com
La Feria Internacional del Libro que comenzó esta semana en La Habana, dedicada este año a Chile, propicia la oportunidad de entrar en contacto con cuatro títulos de la más reciente producción fílmica allí, la cual prosigue dentro de lo que expertos han llamado desde principios de los años 90 del siglo pasado “un renacimiento”.
En el cine 23 y 12, desde el día 15 y hasta el 20 se presenta este breve ciclo con cine chileno basado en obras literarias.
Se trata de sendos realizadores de las nuevas hornadas en la gestión cinematográfica del hermano pueblo suramericano, y sus cuatro obras prometen (a juzgar por la crítica chilena), al menos, interesantes trayectos cinematográficos; hablamos de "Se arrienda" (Alberto Fuguet), "El desquite" (Andrés Wood), "Subterra" (Marcelo Ferrari) y "El Leyton" (Gonzalo Justiniano) y la selección resulta muy afín con el contexto, como quiera que los títulos están estrechamente vinculados con el mundo de la literatura.
Comenzando por "Se arrienda", que constituye el debut tras las cámaras del connotado escritor, Alberto Fuguet, al parecer es un primer paso en firme, si hemos de creer a un colega que no vaciló en afirmar que estamos ante “un retrato del Chile de hoy, estático y frío, después del misticismo prodemocracia que inundó los ochenta, y muestra a través de una historia más simple de lo esperado (pero real), la sociedad en la cual nos estamos conviertiendo. Alberto Fuguet realiza, lejos, el mejor de sus libros, ahora en el cine”.
Basado en décimas de Roberto Parra, cantautor popular hermano de la gran Violeta, "El desquite" es la propuesta de Andrés Wood ("La buena vida") y, según otro colega chileno “un acercamiento a las raíces e idiosincrasia de nuestro pueblo, donde los contrastes y relaciones entre los personajes son marcados. El relato fílmico tiene un ritmo sostenido, quizás el director Wood, pudo trabajar algunos planos más abiertos, para entregar una visión más general del campo donde se desarrolla la historia”, pero tanto él como otros coinciden en que se trata de una obra lograda.
"Subterra", por su parte, sigue en el mundo rural, pero desde una vocación más encauzada a la política. Se ubica en el pueblo de Lota, 1897: en las profundidades de la mina de carbón más grande del mundo, una gran rebelión se gesta en el corazón de un hombre y mientras la aristocrática familia Cousiño Goyenechea sueña con el advenimiento del "progreso", los mineros del carbón despiertan en busca de su dignidad. Basada en el libro homónimo de Baldomero Lillo, "Subterra" narra una historia de cambios humanos y sociales.
Por último, "El Leyton", de Gonzalo Justiniano (B-Happy), fue elegida como una de las 10 mejores películas del año 2003 por la revista neoyorquina Film-Forward, además de haber sido seleccionada para la selección oficial de San Sebastián, Toronto y otros prestigiosos festivales, en algunos de los cuales se ha impuesto su actor protagónico, el hasta entonces desconocido Luis Wigdorsky. Subtitulado "Hasta que la muerte nos separe", el film se ubica en la aldea pesquera de Horcón, en la hermosa costa marítima de Chile. El hace tiempo desaparecido Leyton (Juan Pablo Saez) reaparece en el cementerio de una aldea. La gente del pueblo, exigiendo una inmediata explicación a su vuelta, se reúne en el bar del pueblo convertido en tribunal; hablando desde un micrófono de época, Leyton acepta contar todo su pasado a la fellinesca multitud. Es allí que la historia de amistad y traición del personaje se desarrolla en total retrospectiva.
Comentaristas locales y extranjeros han elogiado en el film la fuerza narrativa, la contundencia de las caracterizaciones y lo bien armado de los juegos temporales.
De modo que la cita con los libros y los autores donde protagonizarán los stands de Chile, repletos con lo mejor de su literatura, también propiciará un saludable encuentro con ella pero desde la pantalla, otra manera, como se sabe, de leer, mas con la imagen como cómplice y vehículo.
En el cine 23 y 12, desde el día 15 y hasta el 20 se presenta este breve ciclo con cine chileno basado en obras literarias.
Se trata de sendos realizadores de las nuevas hornadas en la gestión cinematográfica del hermano pueblo suramericano, y sus cuatro obras prometen (a juzgar por la crítica chilena), al menos, interesantes trayectos cinematográficos; hablamos de "Se arrienda" (Alberto Fuguet), "El desquite" (Andrés Wood), "Subterra" (Marcelo Ferrari) y "El Leyton" (Gonzalo Justiniano) y la selección resulta muy afín con el contexto, como quiera que los títulos están estrechamente vinculados con el mundo de la literatura.
Comenzando por "Se arrienda", que constituye el debut tras las cámaras del connotado escritor, Alberto Fuguet, al parecer es un primer paso en firme, si hemos de creer a un colega que no vaciló en afirmar que estamos ante “un retrato del Chile de hoy, estático y frío, después del misticismo prodemocracia que inundó los ochenta, y muestra a través de una historia más simple de lo esperado (pero real), la sociedad en la cual nos estamos conviertiendo. Alberto Fuguet realiza, lejos, el mejor de sus libros, ahora en el cine”.
Basado en décimas de Roberto Parra, cantautor popular hermano de la gran Violeta, "El desquite" es la propuesta de Andrés Wood ("La buena vida") y, según otro colega chileno “un acercamiento a las raíces e idiosincrasia de nuestro pueblo, donde los contrastes y relaciones entre los personajes son marcados. El relato fílmico tiene un ritmo sostenido, quizás el director Wood, pudo trabajar algunos planos más abiertos, para entregar una visión más general del campo donde se desarrolla la historia”, pero tanto él como otros coinciden en que se trata de una obra lograda.
"Subterra", por su parte, sigue en el mundo rural, pero desde una vocación más encauzada a la política. Se ubica en el pueblo de Lota, 1897: en las profundidades de la mina de carbón más grande del mundo, una gran rebelión se gesta en el corazón de un hombre y mientras la aristocrática familia Cousiño Goyenechea sueña con el advenimiento del "progreso", los mineros del carbón despiertan en busca de su dignidad. Basada en el libro homónimo de Baldomero Lillo, "Subterra" narra una historia de cambios humanos y sociales.
Por último, "El Leyton", de Gonzalo Justiniano (B-Happy), fue elegida como una de las 10 mejores películas del año 2003 por la revista neoyorquina Film-Forward, además de haber sido seleccionada para la selección oficial de San Sebastián, Toronto y otros prestigiosos festivales, en algunos de los cuales se ha impuesto su actor protagónico, el hasta entonces desconocido Luis Wigdorsky. Subtitulado "Hasta que la muerte nos separe", el film se ubica en la aldea pesquera de Horcón, en la hermosa costa marítima de Chile. El hace tiempo desaparecido Leyton (Juan Pablo Saez) reaparece en el cementerio de una aldea. La gente del pueblo, exigiendo una inmediata explicación a su vuelta, se reúne en el bar del pueblo convertido en tribunal; hablando desde un micrófono de época, Leyton acepta contar todo su pasado a la fellinesca multitud. Es allí que la historia de amistad y traición del personaje se desarrolla en total retrospectiva.
Comentaristas locales y extranjeros han elogiado en el film la fuerza narrativa, la contundencia de las caracterizaciones y lo bien armado de los juegos temporales.
De modo que la cita con los libros y los autores donde protagonizarán los stands de Chile, repletos con lo mejor de su literatura, también propiciará un saludable encuentro con ella pero desde la pantalla, otra manera, como se sabe, de leer, mas con la imagen como cómplice y vehículo.