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El próximo fin de semana llega a los cines colombianos, tras pasar por varios festivales internacionales, "El vuelco del cangrejo", opera prima del joven Oscar Ruiz Navia. En el marco del Festival Internacional de Cine de Miami dialogamos sobre este momento de confrontar a una audiencia nacional, sus proyectos de futuro y la esencia de su propuesta cinematográfica.

- Hace muy poco que su película ganó el premio de la crítica en Berlín y la semana pasada participó en Cartagena, ahora en Miami... ¿Las acogidas son muy diferentes?
Después de Berlin se pasó por Cartagena y hubo muchos tipos de opiniones. Ahora estoy acá en Miami a la expectativa de lo que pueda pasar y feliz de participar en la competencia iberoamericana, donde hay películas muy buenas. Fuera de Colombia "El vuelco..." se ve de forma más universal, porque aunque se desarrolle en una región determinada de un país, habla de cosas muy universales, del choque entre la modernidad y lo ancestral, los problemas de la lucha por la tierra y el concepto del viaje. En Colombia hay gente que puede sentirse aludida, que cree que se les está criticando, pero también otros que están totalmente encantados con la película. Y eso es bueno, hace falta que el cine sea más amplio, que las películas hagan evolucionar la manera de observar la realidad.

- ¿Cómo espera que sea la recepción comercial en Colombia?
Tengo expectativas en el sentido de que quiero que la pelicula sea parte de la discusión de la gente, que diga lo que piensa de ella, se confronte. Más allá de la cantidad de espectadores, que espero que sea mucha, deseo que conozcan la propuesta, que sepan cómo la hicimos y podamos hacer más.

- ¿Estamos viviendo un boom del nuevo cine colombiano?
Creo que este año ha sido muy especial porque varias películas colombianas han participado en Cannes, Berlín, Venecia, Toronto, San Sebastián... Pienso que es un primer brote, con gente que está tratando de hacer cine, en un contexto favorable desde el punto de vista legal y del apoyo oficial, y la posibilidad de hacer coproducciones, recibir fondos y apoyos del exterior, que creo es muy importante. Pero también pienso que los medios y la gente, los cineastas, no deberíamos pensar que ya estamos dentro del nuevo cine colombiano. No hay que celebrar antes de hora, sino trabajar mucho, hacer más películas. Los buenos directores siempre han hecho cosas buenas a partir de la experiencia. Hay que ser riguroso en el esfuerzo y el trabajo. Y tener una continuidad.

- Son muchos los jóvenes que hoy en dia se decantan por la formación audiovisual en su país...
En Colombia hace unos 20 o 25 años no había muchas escuelas. Ahora en cambio existen numerosas universidades, estudios de comunicación social, artes visuales, gente que está llenado un vacío... no sólo directores, también guionistas, fotógrafos, productores... Ahora lo que hace falta es ver qué tipo de cine es el que nos interesa. Ahí es donde está la finura del poeta, como dice la canción. Lo economico es algo fundamental pero no lo mas importante. Creo que hay que tener ideas y buenos proyectos y si se logran se puede conseguir la financiacion. La coproducción internacional también es fundamental.

- Háblenos de su productora y los proyectos que tienen.
Fundamos Contravía Films en 2006. Como su nombre indica pretende hacer un cine distinto, que se diferencie de lo común. Queremos que sea un laboratorio de películas que abran un campo en la historia nacional e internacional. Sabemos que no es una tarea de dos o tres películas, sino de una vida entera. Básicamente queremos hacer películas de directores con una postura, que quieren expresar su personalidad a través del cine, que lo consideran más que una mercancia vendible una forma de pensamiento. Esa es nuestra ideología. Hemos hecho hasta ahora "El vuelco del cangrejo" y ahora vamos a hacer "La sirga", con otro joven director debutante.

- ¿Cómo se le ocurrió la historia de "El vuelco del cangrejo"?
Surge de una anécdota personal en La Barra, un lugar muy especial con afrodescendientes que viven allí durante generaciones, en la costa del Pacífico colombiana. Yo fui a ese lugar como un viajero más, y vimos a un tipo que llegó allí de la ciudad y quiso adueñarse de la playa, poner música, y a partir de esa anécdota hablamos con la comunidad, les pedimos permiso para hacer esta película, con la gente de allí interpretandose a sí mismos. Algo muy interesante, mezclando realidad y ficción. Primero tenia a actores que eran ellos mismos, y luego escribí el guión. Me di cuenta de que el cine que me interesa está alejado de la farandula y está más por la gente anóminma y la vida imperfecta. No me interesa el cine del "star system", sino las peliculas espontáneas, que parten de algo sencillo y que cuando se contemplan es como una epifanía.

- ¿Cómo será su segundo largometraje?
Se desarrollará en Cali, la ciudad donde nací y vivo. Quiero hacer una película con jóvenes, tratando de mostrar cosas que no se muestran de forma habitual. Una misma ciudad puede contener distintos ritmos y formas de ver el mundo. Uno de los temas que me interesan es que en Cali hay una ciudad del Oriente y del Occidente, una ciudad partida por una avenida que separa. Lo que me interesa en trabajar con cosas que salen de lo real pero no para hacer algo realista sino construir una ensoñación o una fábula.

- Desde fuera, se diría que los temas básicos que se esperan sobre Colombia son la violencia del narcotráfico y la guerra civil. ¿Se están tratando correctamente?
Pienso que sobre los temas de la violencia, el narcotráfico y la guerra civil en Colombia no se han hecho en general películas serias, con un buen análisis, sino caricatura, espectáculos masivos y banales. y eso ha hecho que la gente diga que quiere dejar de ver peliculas colombianas con violencia. Pero para hablar de la violencia no es necesario mostrar el tiro y la sangre, sino lo que hay antes y después, las causas y consecuencias de la violencia. La lucha por la tierra, como les quitan las tierras a los campesions, o qué pasa cuando se sale de su pueblo porque hubo una matanza y deben huir e instalarse en otro lugar. Ese es por ejemplo el tema de "La sirga", que vamos a producir ahora. La historia de una mujer desplazada. No son los temas sino las formas. Pienso que la metáfora es una muy buena forma de hablar de algo que nos duele, una forma sutil de despertar cosas en el espectador. Es un lenguaje indirecto que lo hace elegante, respetuoso con el mismo hecho violento. A mi me parece que los mismos colombianos debemos tratar de ahondar en lo que nos ha dolido tanto tiempo pero de una forma más propositiva, que se aleje del espectaculo convencional masivo y televisivo. Pienso que la poesía es mas fuerte que cualquier discurso político. Y lo poetico que surge de un dolor es muy bello, te genera una emoción muy fuerte pero surge de algo que te duele. Es más interesante un lamento que reconstruir un hecho violento con efectos especiales. Lo que me interesa está marcado por esos temas pero con otras estéticas y tratamientos.