Otros Ariel envueltos en polémica: Algunas apuestas...
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Por Ulises Pérez Mancilla
El año pasado, el actor Daniel Giménez Cacho desató una polémica dada su evidente inconformidad porque "Arráncame la vida" no fue nominada en la categoría a la mejor película. Su discurso iba encaminado a que se premiara lo que él público ve y no a aquellas películas que ni siquiera se han estrenado el día de la premiación. Su postura de reestructurar la Academia sonaba más a reclamo airado que a verdadera propuesta; sin embargo, tuvo una considerable repercusión mediática que pronto levantó ámpula en la comunidad cinematográfica.
Lo que nadie dijo en ese entonces era que "Arráncame la vida" tenía las nominaciones que se merecía y que se trataba de una película taquillera, pomposa, basada en un best seller altamente querido pero al final del día, un film mediocre.
La Academia, presidida por Pedro Armendáriz, se vio obligada a renovar sus estatutos al grado de invitar a más de 500 miembros de la comunidad cinematográfica que en toda la historia del Ariel hubiesen ganado o en algunos casos haber estado nominados para emitir su voto y nominar así las películas de este 2010. En la lista figuraba lo mismo Columba Domínguez que Gonzalo Vega ó Irene Azuela, Elisa Miller que Felipe Cazals o Ernesto Contreras, por citar una diversidad de generaciones.
La respuesta a la convocatoria fue absurda, apenas un 10% se inscribió para participar. De ese porcentaje un 7% terminó votando, siendo la mayoría los mismos miembros de la Academia que año con año realizan esta labor con disciplina y esmero, algunos años con mejor tino que otros.
No es la primera vez que hay inconformidades con la Academia. De hecho cada año las hay, especialmente en una industria dispar por no decir inexistente en nuestro país; pero problemas por diferencias creativas existen en las Academias de cine de todo el mundo. Pasa en la Española, telón de fondo de incansables luchas de egos encabezadas por los directores que no fueron nominados por sus trabajos en turno y de las que ni Almodóvar se escapa; o en la Norteamericana, supeditada a los niveles de audiencia de la transmisión de su show y que este año ni porque nominaron diez películas dejaron de haber omisiones tan grandes como las de los Arieles este año; y que hacen pensar que este tipo de premios están todavía muy lejos de un verdadero estándar de calidad cinematográfica con el que estén conformes todos los involucrados.
Dimes y diretes aparte, la anécdota para reflexionar en esta, la 52 entrega del Ariel, es encontrar el origen de esa apatía en los miembros de la comunidad cinematográfica hacía su propio cine y el trabajo de sus compañeros. ¿Por qué no votaron todos aquellos a quienes se les invitó?, ¿Por qué la gente de cine no ve cine y se escuda en que no vio todas las películas nominadas a tiempo cuando éstas naufragan en su primer fin de semana? ¿Es necesario considerar un comité de premiación al que se le destine un pago, así como IMCINE paga a los jurados de los concursos que determinan a quien dará sus presupuestos anuales, para que la elección de los nominados sea tomada como una responsabilidad seria? ¿Qué voten los críticos? ¿Qué vote el público? ¿Qué, como en los Oscares, los involucrados de cada área sólo voten por las áreas de su competencia? ¿Qué se amplié la invitación a aquellos que sólo por el hecho de mostrarse interesados puedan votar?
He aquí algunas apuestas en vísperas de la ceremonia del próximo martes, en las principales categorías:
MEJOR PELÍCULA: "Norteado", "Cinco días sin Nora", "Corazón del tiempo"
Cualquiera de las tres películas nominadas este año podría alzarse como la triunfadora por un azaroso destino que tiene qué ver con todo menos con que se trate de la mejor película del año. "Norteado" trae a cuestas la cosecha de premios a los que se ha hecho acreedora en su paso por diversos festivales internacionales que la dotan de cierto prestigio (San Sebastián, Bratislava, Marrakech, Rotterdam, Tesalónica, entre otros); sin embargo, la academia omitió a Rigoberto Pérezcano de la terna a mejor director y sus detractores ven en ella poco más que una anécdota chistosa con tintes misóginos.
A reserva de cómo le va en la taquilla a "Norteado" (cuyo estreno se espera para finales de mes), "Cinco días sin Nora" le aventaja en popularidad. Se trata de una cinta cuya principal virtud se la ha impuesto el público al calificarla como una película original, divertida, emotiva, bien hecha y sin pretensiones. Adorable pues, pero con más meritos para ganar como mejor ópera prima.
Es "Corazón del tiempo" así el film que podría imponerse a razón del viejo dicho: “más sabe el diablo por viejo que por sabio”. Tiene todo para conquistar las filas de viejas generaciones de académicos que suelen ser los que más participan a la hora de emitir su voto. Sin embargo, que ganara "Corazón del tiempo" remitiría al año en que "El misterio del Trinidad" le ganara a "Japón" y "Mil nubes de paz cercan el cielo, amor jamás acabarás de ser amor," dos obras claves en la historia reciente del cine mexicano vencidas a la postre por otra película menor.
DIRECTOR: Alberto Cortés, Mariana Chenillo, Carlos Carrera
Estamos frente al típico caso de justicia a destiempo, Alberto Cortés tendrá que subir a recoger el Ariel que la Academia le negó en su momento por "Ciudad de ciegos", en esta ocasión por una película en la que deja claro su oficio, su talento y una postura política loable empero anacrónica.
En la repartición diplomática de premios (muy al estilo del Festival de Guadalajara), es más probable que Mariana Chenillo se lleve las palmas por haber dirigido la mejor película del año o la mejor ópera prima o por haber escrito el mejor guión original, hecho que para un debut tan celebrado como el de ella es propiamente una justa bienvenida.
La inclusión de Carlos Carrera por "Backyard. El traspatio", se lee más como un reconocimiento forzado, una especie de comodín para dotar de cierto prestigio a la terna con un director que no sólo es miembro activo de la Academia sino un consentido de la comunidad cinematográfica. Muy probablemente él sea el ganador, pero el próximo año por De la infancia. Definitivamente, su nominación tendría otra lectura si la película estuviera nominada.
ACTOR: Fernando Luján, Harold Torres, Silverio Palacios
Fernando Luján es el alma de "Cinco días sin Nora". Su triunfo, más que justo, sería un auténtico reconocimiento a un actor que en edad de recibir homenajes, permanece vigente y con un dominio del set altamente disfrutable. Es él quien lleva el peso de la película y rescata favorablemente ese sutil tono negro delineado por Chenillo en la película.
Muy cerca de él, le sigue Silverio Palacios, un actor querido y talentoso de presencia constante en el cine mexicano, que ya ha sido nominado en otras ocasiones ("Sin ton ni Sonia", "Cero y van Cuatro", "Morirse en Domingo") sin éxito. La moneda está en el aire para descubrir si ésta vez, el finado Juan Pérez termina por coronar la carrera entrañable de un actor para el que quizá, el personaje de su carrera está aún por llegar.
Completa la terna el joven veterano Harold Torres, quien después de una corta pero prolífica y ascendente carrera debuta en una terna en la que, a diferencia de la de mejor actriz, los actores jóvenes no son favorecidos más allá de la mención (recordemos el reciente paso de Gabino Rodríguez, Armando Hernández, Diego Luna y Alan Chávez en esta categoría). A su favor tiene el premio de mejor actor en Bratislava sin embargo, este mismo año competía con otras películas ("Cómo no te voy a querer", "Espiral") donde su actuación fue regular y este hecho podría hacer pensar a los votantes que es demasiado pronto para premiarlo.
Entre las omisiones más sentidas está la de don Ignacio López Tarso y su mano a mano con Dagoberto Gama en "Morenita, el escándalo" y más allá de los prejuicios de la señora Blanca Guerra por las películas taquilleras, el celebrado regreso de Jorge Lavat, cuyo protagónico en "El estudiante" llevó a permanecer más de 20 semanas en taquilla a esta película que sí una mención merecía en esta entrega, era ésta.
ACTRIZ: Tere Ruíz, Paulina Gaitán, Azur Zágada
Tere Ruíz es para "Viaje Redondo" lo que Fernando Luján para "Cinco días sin Nora". Después de su triunfo en el Festival de Guadalajara del año pasado recientemente volvió a ser reconocida en el Festival de Amiens y eso puede empujar su triunfo en una categoría emocionante por la edad de las actrices involucradas, el tesón de sus personajes e interpretaciones y su innegable carisma frente a la pantalla.
Ruiz, como Gaitán y Zágada son el estandarte de una nueva generación de buenas actrices y es tradición del Ariel premiar los debuts interesantes. Aunque Paulina Gaitán por Cosas insignificantes y Asur Zágada por "Backyard: el traspatio", no cuentan con premios en su haber, tuvieron la oportunidad de matizar satisfactoriamente conflictos propios de su edad inspiradas por realidades ajenas hostiles, contrapuestas.
Se extraña una doble nominación para "Backyard, el traspatio" que reconozca el trabajo de Ana de la Reguera, quien sobresale en un papel mucho más contenido que el de su compañera Asur, así como la presencia de Dolores Heredia por "Conozca la cabeza de Juan Pérez", Heredia es una frecuente ninguneada por la Academia a quien le siguen debiendo su Ariel desde "Santitos".
El año pasado, el actor Daniel Giménez Cacho desató una polémica dada su evidente inconformidad porque "Arráncame la vida" no fue nominada en la categoría a la mejor película. Su discurso iba encaminado a que se premiara lo que él público ve y no a aquellas películas que ni siquiera se han estrenado el día de la premiación. Su postura de reestructurar la Academia sonaba más a reclamo airado que a verdadera propuesta; sin embargo, tuvo una considerable repercusión mediática que pronto levantó ámpula en la comunidad cinematográfica.
Lo que nadie dijo en ese entonces era que "Arráncame la vida" tenía las nominaciones que se merecía y que se trataba de una película taquillera, pomposa, basada en un best seller altamente querido pero al final del día, un film mediocre.
La Academia, presidida por Pedro Armendáriz, se vio obligada a renovar sus estatutos al grado de invitar a más de 500 miembros de la comunidad cinematográfica que en toda la historia del Ariel hubiesen ganado o en algunos casos haber estado nominados para emitir su voto y nominar así las películas de este 2010. En la lista figuraba lo mismo Columba Domínguez que Gonzalo Vega ó Irene Azuela, Elisa Miller que Felipe Cazals o Ernesto Contreras, por citar una diversidad de generaciones.
La respuesta a la convocatoria fue absurda, apenas un 10% se inscribió para participar. De ese porcentaje un 7% terminó votando, siendo la mayoría los mismos miembros de la Academia que año con año realizan esta labor con disciplina y esmero, algunos años con mejor tino que otros.
No es la primera vez que hay inconformidades con la Academia. De hecho cada año las hay, especialmente en una industria dispar por no decir inexistente en nuestro país; pero problemas por diferencias creativas existen en las Academias de cine de todo el mundo. Pasa en la Española, telón de fondo de incansables luchas de egos encabezadas por los directores que no fueron nominados por sus trabajos en turno y de las que ni Almodóvar se escapa; o en la Norteamericana, supeditada a los niveles de audiencia de la transmisión de su show y que este año ni porque nominaron diez películas dejaron de haber omisiones tan grandes como las de los Arieles este año; y que hacen pensar que este tipo de premios están todavía muy lejos de un verdadero estándar de calidad cinematográfica con el que estén conformes todos los involucrados.
Dimes y diretes aparte, la anécdota para reflexionar en esta, la 52 entrega del Ariel, es encontrar el origen de esa apatía en los miembros de la comunidad cinematográfica hacía su propio cine y el trabajo de sus compañeros. ¿Por qué no votaron todos aquellos a quienes se les invitó?, ¿Por qué la gente de cine no ve cine y se escuda en que no vio todas las películas nominadas a tiempo cuando éstas naufragan en su primer fin de semana? ¿Es necesario considerar un comité de premiación al que se le destine un pago, así como IMCINE paga a los jurados de los concursos que determinan a quien dará sus presupuestos anuales, para que la elección de los nominados sea tomada como una responsabilidad seria? ¿Qué voten los críticos? ¿Qué vote el público? ¿Qué, como en los Oscares, los involucrados de cada área sólo voten por las áreas de su competencia? ¿Qué se amplié la invitación a aquellos que sólo por el hecho de mostrarse interesados puedan votar?
He aquí algunas apuestas en vísperas de la ceremonia del próximo martes, en las principales categorías:
MEJOR PELÍCULA: "Norteado", "Cinco días sin Nora", "Corazón del tiempo"
Cualquiera de las tres películas nominadas este año podría alzarse como la triunfadora por un azaroso destino que tiene qué ver con todo menos con que se trate de la mejor película del año. "Norteado" trae a cuestas la cosecha de premios a los que se ha hecho acreedora en su paso por diversos festivales internacionales que la dotan de cierto prestigio (San Sebastián, Bratislava, Marrakech, Rotterdam, Tesalónica, entre otros); sin embargo, la academia omitió a Rigoberto Pérezcano de la terna a mejor director y sus detractores ven en ella poco más que una anécdota chistosa con tintes misóginos.
A reserva de cómo le va en la taquilla a "Norteado" (cuyo estreno se espera para finales de mes), "Cinco días sin Nora" le aventaja en popularidad. Se trata de una cinta cuya principal virtud se la ha impuesto el público al calificarla como una película original, divertida, emotiva, bien hecha y sin pretensiones. Adorable pues, pero con más meritos para ganar como mejor ópera prima.
Es "Corazón del tiempo" así el film que podría imponerse a razón del viejo dicho: “más sabe el diablo por viejo que por sabio”. Tiene todo para conquistar las filas de viejas generaciones de académicos que suelen ser los que más participan a la hora de emitir su voto. Sin embargo, que ganara "Corazón del tiempo" remitiría al año en que "El misterio del Trinidad" le ganara a "Japón" y "Mil nubes de paz cercan el cielo, amor jamás acabarás de ser amor," dos obras claves en la historia reciente del cine mexicano vencidas a la postre por otra película menor.
DIRECTOR: Alberto Cortés, Mariana Chenillo, Carlos Carrera
Estamos frente al típico caso de justicia a destiempo, Alberto Cortés tendrá que subir a recoger el Ariel que la Academia le negó en su momento por "Ciudad de ciegos", en esta ocasión por una película en la que deja claro su oficio, su talento y una postura política loable empero anacrónica.
En la repartición diplomática de premios (muy al estilo del Festival de Guadalajara), es más probable que Mariana Chenillo se lleve las palmas por haber dirigido la mejor película del año o la mejor ópera prima o por haber escrito el mejor guión original, hecho que para un debut tan celebrado como el de ella es propiamente una justa bienvenida.
La inclusión de Carlos Carrera por "Backyard. El traspatio", se lee más como un reconocimiento forzado, una especie de comodín para dotar de cierto prestigio a la terna con un director que no sólo es miembro activo de la Academia sino un consentido de la comunidad cinematográfica. Muy probablemente él sea el ganador, pero el próximo año por De la infancia. Definitivamente, su nominación tendría otra lectura si la película estuviera nominada.
ACTOR: Fernando Luján, Harold Torres, Silverio Palacios
Fernando Luján es el alma de "Cinco días sin Nora". Su triunfo, más que justo, sería un auténtico reconocimiento a un actor que en edad de recibir homenajes, permanece vigente y con un dominio del set altamente disfrutable. Es él quien lleva el peso de la película y rescata favorablemente ese sutil tono negro delineado por Chenillo en la película.
Muy cerca de él, le sigue Silverio Palacios, un actor querido y talentoso de presencia constante en el cine mexicano, que ya ha sido nominado en otras ocasiones ("Sin ton ni Sonia", "Cero y van Cuatro", "Morirse en Domingo") sin éxito. La moneda está en el aire para descubrir si ésta vez, el finado Juan Pérez termina por coronar la carrera entrañable de un actor para el que quizá, el personaje de su carrera está aún por llegar.
Completa la terna el joven veterano Harold Torres, quien después de una corta pero prolífica y ascendente carrera debuta en una terna en la que, a diferencia de la de mejor actriz, los actores jóvenes no son favorecidos más allá de la mención (recordemos el reciente paso de Gabino Rodríguez, Armando Hernández, Diego Luna y Alan Chávez en esta categoría). A su favor tiene el premio de mejor actor en Bratislava sin embargo, este mismo año competía con otras películas ("Cómo no te voy a querer", "Espiral") donde su actuación fue regular y este hecho podría hacer pensar a los votantes que es demasiado pronto para premiarlo.
Entre las omisiones más sentidas está la de don Ignacio López Tarso y su mano a mano con Dagoberto Gama en "Morenita, el escándalo" y más allá de los prejuicios de la señora Blanca Guerra por las películas taquilleras, el celebrado regreso de Jorge Lavat, cuyo protagónico en "El estudiante" llevó a permanecer más de 20 semanas en taquilla a esta película que sí una mención merecía en esta entrega, era ésta.
ACTRIZ: Tere Ruíz, Paulina Gaitán, Azur Zágada
Tere Ruíz es para "Viaje Redondo" lo que Fernando Luján para "Cinco días sin Nora". Después de su triunfo en el Festival de Guadalajara del año pasado recientemente volvió a ser reconocida en el Festival de Amiens y eso puede empujar su triunfo en una categoría emocionante por la edad de las actrices involucradas, el tesón de sus personajes e interpretaciones y su innegable carisma frente a la pantalla.
Ruiz, como Gaitán y Zágada son el estandarte de una nueva generación de buenas actrices y es tradición del Ariel premiar los debuts interesantes. Aunque Paulina Gaitán por Cosas insignificantes y Asur Zágada por "Backyard: el traspatio", no cuentan con premios en su haber, tuvieron la oportunidad de matizar satisfactoriamente conflictos propios de su edad inspiradas por realidades ajenas hostiles, contrapuestas.
Se extraña una doble nominación para "Backyard, el traspatio" que reconozca el trabajo de Ana de la Reguera, quien sobresale en un papel mucho más contenido que el de su compañera Asur, así como la presencia de Dolores Heredia por "Conozca la cabeza de Juan Pérez", Heredia es una frecuente ninguneada por la Academia a quien le siguen debiendo su Ariel desde "Santitos".